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Disfruta a nuestro Omega...complácelo.

La voz de su lobo resonó en su cabeza como un eco. Frunció las cejas, aún con los ojos cerrados, sintiendo como el control era cedido nuevamente hacia él. La habitación estaba casi a oscuras, iluminada únicamente por la luz que se filtraba por la ventana.

Parpadeó, intentando acostumbrar su vista a la oscuridad y cuando lo hizo, la silueta desnuda del Omega se presentó frente a él.

Noeul estaba sobre él, montándolo de espaldas mientras su pene salía y entraba sin dificultad del interior del Omega. Boss gruñó, sintiendo la humedad del Omega envolverlo y jadeó cuando el castaño se movió de forma más agresiva sobre él.

Llevó las manos a sus caderas, deslizándolas hasta sus nalgas y las apretó, separando la carne para ver como el Omega se tragaba por completo su pene, con el lubricante facilitando el movimiento y apretó los labios para contener el gemido.

El Omega gimió sobre él, enpujándose hacia abajo en Boss lo más que pudo mientras se corría y vio su delgado cuerpo ser sacudido por pequeños espasmos, su entrada apretándose alrededor de su pene.

-¿Noeul?-Lo llamó y el Omega se giró hacia él, mirándolo por encima del hombro y un par de ojos azules lo observaron en coquetería.-Omega.-Lo llamó y vio a Noeul levantarse, masajeando su pene con una mano, el lubricante en él facilitando la tarea de masturbar al Alfa.-Omega, ¿qué haces?

-Consentir a mi Alfa.-Le dijo con seguridad y la diferencia entre la personalidad de Noeul y la de su Omega era abrumadora.

Noeul Nuttarat era más dócil, cargado de inseguridades, nunca exigía ni refutaba nada. Era tranquilo y sosegado. Su Omega, por otro lado, era caprichoso y malcriado. Coqueto, seguro de sí mismo y siempre que quería algo lo exigía sin pelos en la lengua. Eran como los polos opuestos de una moneda.

El Omega dejó besos húmedos en su cuello, manteniendo su atención en el miembro del Alfa con su mano y Boss gruñó, cuando el Omega acarició con el pulgar el glande.

-Mi Alfa está tan tenso estos días. Deja que tu Omega te ayude a relajarte.-Le dijo en un ronroneo y Boss lo miró a los ojos, azul contra negro, acercándose a apoyar la mano en la nuca de Noeul, atrayéndolo para un beso.

El Omega gimió en su boca, complacido y Boss llevó las manos a sus caderas, dejando caricias vagas sobre la piel suave. Noeul se apartó de él, sonriéndole con bonitos ojos azules y Boss jadeó cuando el Omega tomó su pene en la mano, guiándolo hasta su entrada. Descendió lento, con la mirada en el Alfa y gimió bajito cuando lo tuvo completo dentro.

-Tan lleno...-Musitó en un ronroneo y Boss apretó los dientes, intentando ignorar el placer que se arremolinaba en su vientre por la imagen del Omega sobre él, desnudo y sin aliento.-Alfa...-Su voz fue suave cuando lo llamó. Noeul tomó sus manos, llevándolas a su cuerpo.-Tócame.-Le pidió en un gemido, comenzando a moverse y Boss lo obedeció sin rechistar.

Hizo uso de su fuerza para girarlos a ambos en un movimiento ágil. Una risita escapó de Noeul y Boss lo miró desde arriba, con el cuerpo del Omega apresado entre él y la cama.

-Alfa.-Lo volvió a llamar, abriendo sus piernas para él y Boss tragó en seco cuando el Omega lo miró con brillantes ojos azules.-Hazme sentir bien, aquí.-Le pidió, con sus delgados dedos jugueteando con su entrada.

Boss le gruñó, más se acomodó sobre él, guiando su pene hasta la dilatada entrada. Se deslizó dentro él, con el calor y la humedad del Omega recibiéndolo.

Pusilánime // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora