El multiverso de FNAF 2

Bondad vs Maldad

Jóvenes... ¿Quién los entiende? Hacen cualquier estupidez con tal de mantener su orgullo y dignidad... Aunque, irónicamente, muchas veces realizan actos estúpidos que justamente terminan arrebatándoles la poca dignidad que les queda. Y como no, este era uno de esos casos...

"WoW... Este local abandonado es... Espeluznante"

Pensó el muchacho de unos 15 años de edad entrando a la pizzería abandonada del pueblo, obvio esto no lo hacía por gusto, nadie en su sano juicio pensaría que meterse en este sitio es una buena idea, lo hacía porque había perdido una apuesta con sus amigos. Este lugar tenía una muy mala fama entre los ciudadanos, pues tenía un sinfín de mitos en los que se decía que, quien entraba, nunca salía de ahí. Y como prueba de esto, los más creyentes de estas leyendas utilizaban casos reales de personas que, misteriosamente, desaparecieron momentos después de ser vistas cerca de esta zona. De igual forma, todo esto era algo que no le importaba mucho a nuestro querido jovencito más del montón, el cual, carcomido por la curiosidad, decidió investigar más la pizzería abandonada, metiéndose más a la oscuridad para desvelar qué cosas contenía aquel local oscuro, sucio y abandonado...

"¡Oh! Es... Un robot, supongo..."

Comentó el chico mientras alumbraba con su linterna el extraño robot endoesqueleto que se encontraba tirado en el suelo. Era enorme y robusto, tenía una apariencia bastante antigua, como si fuese de los años 80's, y en una de sus manos tenía unas enormes y filosas garras... Qué solamente con verlas podían ponerle la piel de gallina hasta al más valiente. Sin darle más importancia, se dio media vuelta y se dispuso a salir de esa habitación, pero entonces...

"¿Eh? ¿Qué está pas-? ¡AAAAAAAAAAAAH!"

...

"Espera, puedo sentir algo cerca de nosotros..."

Dijo el animatrónico justiciero deteniendo abruptamente su patrulla nocturna para sentir de mejor forma lo que estaba pasando a la distancia

"¿Qué ocurre, Jake? ¿Por qué nos detenemos?"

Preguntó la otra alma que habitaba en el robot, desconcertado por el repentino parón que había pegado su amigo

"Andrew, puedo sentir como, no muy lejos de nosotros, alguien está sufriendo muchísimo... Siento cómo su cuerpo desprende agonía sin parar, ¡Tengo que ir a ayudarlo!"

Exclamó Jake para seguidamente, correr hacia dónde provenía ese sufrimiento agónico...

...

"¡No! ¡Aléjate! ¡Aléjateee!"

Exclamó el adolescente corriendo despavorido por todo el local, huyendo de aquel endoesqueleto que momentos atrás se encontró en el suelo. La máquina se había encendido sin explicación alguna, y ahora su objetivo era lastimar al muchacho hasta que su cuerpo no aguantara más castigo. Y llegó un momento en que estaba a tan solo un par de metros de conseguirlo...

Con lágrimas de puro temor y desesperación, el joven se apoyó en una de las paredes y le suplicó a quien sea que estuviera ahí arriba que por favor lo salvara. Pero, cuando parecía que no había forma de que se salvara... La figura de otro animatrónico más apareció inesperadamente en el lugar, atravesando una de las ventanas y cayendo justamente en medio de la presa y el depredador, interponiéndose en el camino de este último. Ambos quedaron confusos y sorprendidos, no se esperaban que un tercer sujeto terminaría interrumpiendo la situación. Sin embargo, el chico, aprovechando la confusión y el estado de shock inicial, no dudó ni un solo segundo en correr a toda velocidad hacia el cristal roto, pegando un salto y escapando de la muerte gracias a ese otro animatrónico

"Vaya, parece que he intervenido en el peor momento... ¿Me equivoco?"

Comentó Jake en un tono burlón e hilarante. El otro animatrónico, no obstante, estaba realmente furioso por la forma en la que le habían arrebatado su víctima. Así que, cual animal salvaje, se lanzó en contra de su enemigo sin darle tiempo a reaccionar. Con sus firmes manos, lo agarró fuertemente del cuello y lo estampó contra la pared, ejerciendo cada vez más y más presión para ahogarlo...