A solo un paso del cielo

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"El Scooper solo duele por un momento..."

Explicó el alma de la pequeña Elizabeth desde el otro lado de la ventana. Para seguidamente, controlar a la amalgama de animatrónicos con la intención de activar la máquina con la que asesinaría a su propio hermano. El sonido de una alarma resonó por toda la habitación, y el enorme y poderoso Scooper, se movió rápidamente impactando de lleno contra el cuerpo del castaño. La filosa garra separó el abdomen del joven adulto en dos, abriéndolo en canal y ya de paso mandándolo a volar debido a la potencia con la que iba el ataque. Su cuerpo chocó contra la pared, pero sorprendentemente, todavía no estaba muerto del todo

"Elizabeth... ¿Por qué?"

Fueron las palabras que salieron de su boca antes de que este cayera rendido en el suelo, sucumbiendo ante la perdida de sangre, e inevitablemente muriendo ahí, en esa sala sucia y oscura, a manos de quién alguna vez fue su propia hermana...

...

De manera alegre y despreocupada, el adolescente de pelo castaño daba pequeños saltitos por el césped y las flores como si de un conejito se tratase. En su rostro yacía dibujada una enorme sonrisa que desprendía la más absoluta felicidad que alguien puede llegar a tener. El radiante sol, que tenía vía libre para brillar en todo su esplendor gracias al cielo despejado y libre de nubes, iluminaba cada rincón de la zona, intensificando aún más los colores vivos y dándole un aspecto más visualmente atractivo a todo el entorno. De repente, dos personas más hicieron acto de presencia para acompañar al joven en su pequeño momento de extrema felicidad: Sus dos hermanos, Evan y Elizabeth Afton, fueron con él y comenzaron a festejar en compañía suya

"¡Estoy feliz! ¡Estoy MUY feliz!"

Exclamó el adolescente tomando a sus dos hermanos y dando múltiples vueltas mientras los sostenía con sus brazos

"Jajajajajajajaja..."

Todo eran risas, hasta que, inesperadamente, la felicidad se detuvo abruptamente. El cielo poco a poco fue cubierto por las nubes, las flores y las plantas se marchitaron a un ritmo acelerado, y el ambiente en general pasó de ser agradable y feliz... A convertirse en algo frío y desolador...

"No... ¡No!"

Gritó con desesperación al notar como toda esa realidad falsa caía debido a su propio peso. Nada de lo que estaba viviendo era real, sus hermanos no eran reales, su felicidad no era real...

Y su miedo no hizo más que aumentar, cuando vio que sus dos hermanos se estaban desvaneciendo lentamente, convirtiéndose en partículas de polvo que poco a poco el viento iría esparciendo por todo el suelo

"¡No! ¡Evan! ¡Elizabeth! ¡Nooooo!"

Exclamó Michael intentando con todas sus fuerzas salvar a sus dos hermanos, y que estos no lo dejasen solos. Pero sus intentos fueron inútiles, y sus hermanos terminaron desvaneciéndose frente a sus impotentes ojos. Con el corazón hecho pedazos, se arrodilló en el suelo y empezó a llorar desconsolado, los había perdido, por su culpa, ellos se habían ido. Y ahora estaba solo...

Mientras lloraba, un enorme agujero oscuro y extremadamente profundo fue formándose lentamente debajo de él, siendo al principio un simple agujero pequeño en el cual apenas y cabía un dedo, pero haciéndose más y más grande, hasta el punto de abarcar el suficiente espacio como para tragarse a Mike. El castaño cayó en caída libre hacia el vacío más oscuro y siniestro que alguien se podría imaginar. Pero, al contrario de lo que se podría pensar en un inicio, él no estaba triste ni asustado. De hecho, su cara reflejaba la más absoluta neutralidad e inexpresividad que alguien puede llegar a mostrar. No le tenía miedo a la muerte, al contrario, su objetivo era descender hasta el final del precipicio, y una vez ahí, morir por la caída para así reencontrarse en el más allá con su hermano fallecido...

El multiverso de FNAF 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora