Resultaba que en el verano me enteré "accidentalmente" que Rodrigo estaba interesado en Andy. En ese entonces yo no le caía bien a ella pero se lo comenté a Román porque sabía que ellos eran buenos amigos, a parte de que yo ignoraba que en un futuro serían pareja. Pero días después, fue cuando recibí la llamada.
—Te traigo información útil. O bueno, la confirmación de una ligera duda que tenías —habló en cuanto presioné el ícono verde.
—¿Sí?
—Rodrigo está interesado en cortejar a Andy. Ha intentado un método algo sucio para conseguirlo y me he enterado, así que aquí te lo traigo.
—Es decir, ya lo sabía, pero continúa con los detalles.
—Ha tomado una media verdad para decir que estoy de pareja con alguien y por lo que parece ha chismoteado de todo un poco.
—¿Media verdad, eh? —indagué.
—Ahora, quiero saber qué tanto ha hecho para saber qué tanto castigarle.
—¿Sabes con quién te ha emparejado?
—De momento estoy abiertamente soltero, aunque frente a él ya me he dado uno que otro beso. Uno contigo, otro con Manuel —soltó un profundo suspiro—. ¿Quién diría, que alguien a quien le di cobijo, espacio entre mis niños, sería capaz de venderme por una chica a la que aún no ha visto ni una sola vez...?
Así era, Andy y Rodrigo sólo habían hablado por mensajes porque se conocieron por el chat grupal, y actualmente ella estaba en otra ciudad con su familia, así que no se había dado la oportunidad de que se conocieran.
—¿Puedo participar del castigo? —pedí. Hace tiempo quería vengarme de él.
—Serás bienvenida a la carnicería.
—Entonces hay que darle donde más le pueda doler. Lo primero sería su ego.
—Y para ello estás tú —soltó una risa entre dientes—. ¿Qué opinas de ello? ¿Te gustaría ser el arma?
—Me ofendería si no me lo hubieras preguntado, por algo me ofrecí como voluntaria.
—Amén, amén, amén. Si lo que quería era intentar quitarme a uno de mis niños... le mostraré hasta dónde llega mi dominio.
—No me esperaba menos de ti. ¿Algo que tengas en mente?
—Estoy esforzándome por tomarlo con calma, pero me siento jodidamente molesto. Sería tan fácil acabar con él... hay tantas formas de romper algo tan frágil.
—Si eliges la forma más fácil, la satisfacción será igual de efímera.
—No debería estar haciendo esto, pero dime, Joy, ¿qué opciones tengo?
No tuve que pensarlo mucho.
—Se lo ha buscado, es como si rogara por ello. Se ha metido con quienes menos debería, y si saliera limpio podría hacer algo peor.
—Tú lo has dicho... ni modo, tendré que proseguir —no es como si hubiera tratado de evitarlo.
—Si fuera tú, empezaría planeando algo para ejecutar el golpe a su ego.
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Nuestro segundo primer Amor ©
RomanceTras años de mantener sus emociones en pausa, la vida de Joy da un giro inesperado cuando Evan Mitchell entra en escena. Su corazón, ahora latiendo desbocado por aquel sujeto, deberá enfrentarse a aquello de lo que había huido durante tanto tiempo...