De acuerdo, encontrar una excusa para escribirle no podía ser tan difícil. Era Evan, por amor a Dios.
Algo que podría decirse que era positivo en él era la "facilidad" que tenías de poder hablarle. Al ser un bromista también estaba acostumbrado a no tomarse muy en serio todo lo que se le decía. Podía ser broma como podía ser verdad o algún punto en el medio y eso me daba bastantes opciones y a la vez un punto de escape en caso de que las cosas no salieran como deberían.
No quise perder más el tiempo y tomé mi teléfono en busca de aquella "excusa" que me podría servir.
Las pocas historias que posteaban era acerca de cosas que no entendía o no me interesaban mucho por lo que las descarté rápidamente, luego ingresé al chat grupal donde todos hablaban de quién sabe qué, no obstante sólo me centré en los mensajes que tenían su nombre. Fue entonces cuando lo vi.
Había enviado un video que sólo se podía ver una sola vez en el cual mostraba su outfit para ir a quién sabe dónde. Al verlo recordé y tenía que admitir que su estilo me encantaba.
Era sencillo, para nada ostentoso vestido con sus suéteres que combinaba con pantalones claros, tenis del mismo color y uno que otro accesorio. Él era consciente que se veía bien porque nos lo hacía saber cada que existía la oportunidad; no podía verse al espejo para arreglar su cabello sin soltar un comentario como «Wow, es que estoy buenísimo». El hombre sabía lo que tenía.
Decidí que ese video sería la excusa y entonces comencé a escribir.
(Respondiendo al privado) Yo: Mándame ese video, porfis, para una diligencia.
Solté mi teléfono sobre la cama como si este me quemara antes de soltar un profundo suspiro. No era de esas chicas que solía dar el primer paso de manera tan descarada y de alguna manera eso me quemaba. Aún así, tuve que recordarme que en caso de que saliera mal ya tenía un escudo el cual usar.
—Te estás poniendo nerviosa~ —Mau canturreó sin separar la vista de su propio teléfono.
La ignoré en cuanto su mensaje llegó en el siguiente minuto.
Evan: ?? JAJAJAJAJA ¿CÓMO ASÍ?
» No lo tengo.
» Lo grabé para ver una vez, bebé.
» ¿Para qué lo querías?
Yo: Porque estás lindo.
Evan: ¿Y?
Yo: Lo quería para mí.
Él me envió un pequeño video en respuesta. El teléfono estaba muy cerca de su rostro y estaba batiendo sus pestañas en una clara señal de que estaba halagado.
Evan: Te grabaré otro.
» Te quiero, muak.
Yo: Wiii~
» Y yo a ti, babu, muak.
—Te dijo que te quiere, ¿suele decirle eso a otras personas?
Tuve que apartar el rostro de la castaña de la pantalla ya que obstruía mi visión casi por completo. Su sentido del chisme estaba más agudo que nunca.
—No que yo sepa, o sea, sí suele decirnos que le gusta pasar tiempo con nosotros y eso pero no he oído que se lo diga personalmente a alguien.
Me envió otro corto video enviando un beso, fue cuando decidí ser un poco más atrevida a pesar de que un pitido en mi cabeza me estuviera casi impidiendo oír con claridad.
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Nuestro segundo primer Amor ©
Storie d'amoreTras años de mantener sus emociones en pausa, la vida de Joy da un giro inesperado cuando Evan Mitchell entra en escena. Su corazón, ahora latiendo desbocado por aquel sujeto, deberá enfrentarse a aquello de lo que había huido durante tanto tiempo...