8. ellos los malos actores

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Llega agotado, arrastrando los pies apantuflados contra la baldosa, con las manos en los bolsillos, suelta un bostezo, enserio tiene hambre, escucha la estática del silencio, y un sentimiento de sosiego le llena el pecho, no hay brochazos, o gruñidos, del poco tiempo en el que a conocido en persona al alemán sabe que el silencio no es bueno

Entonces una revelación llega a su mente, el baño, se dirige a toda velocidad, al llegar a la puerta se detiene abruptamente cuando escucha a aquel gremlin quejarse.

- ¡Abre la puerta! - exclama con claro enojo y una subyacente preocupación. Y no escucha nada, no hay más quejidos o siquiera una respiración adentro, hay dos opciones, o aquel alemán hizo algo realmente estúpido, o está pretendiendo no estar allí, como niño regañado.

Vuelve a tocar la puerta, con más fuerza, casi la siente romperse y astillar su puño, vuelve a gritar - ¡Reich por el amor a Cristo, abre la maldita puerta! -

Nada, absoluto y sepulcral silencio inunda el pasillo, se sentiría tan aliviado de escuchar almenos aquella voz en una maldición a su persona, pero nada.

Vuelve a golpear la puerta, pero esta vez con su costado, un gruñido escapa de su garganta cuando a los primeros cinco intentos la puerta no sede, adentro el alemán está metido en la ducha, con el agua mojando sus pies descalzos su espalda contra las paredes húmedas, mojando de igual forma el borde de la camiseta y los pantalones cortos, mentiría si dijera que no le asusta la organización en este estado. Entonces, escucha la puerta crujir, la madera cediendo, se siente a morir, quiere morir.

Cuando la puerta es destrozada por una fuerza colosal, diría bestial, escucha los jadeos de aquel hombre de nariz torcida, y sus pasos decididos a la ducha, cuando la cortina se abre con rapidez cubre con igual rapidez su cuello con su mano izquierda cierra los ojos esperando el regaño, y efectivamente lo escucha

- ¡¿Cual mierda es tu problema!? ¡Pedazo de imbecil! ¡Te voy a matar a golpes la próxima vez que hagas eso! - exclama, su voz se quiebra por el enfado, y la subyacente preocupación se vuelve evidente, cuando en sus ojos un destello de lágrimas surca y nubla toda razón, cuando nota la mano del alemán en una posición extraña entra en dos zancadas anchas y con afán aparta su mano, acortando la distancia, escucha como respuesta un quejido y una extraña incertidumbre en aquellos ojos olivos, descubre que le gustan más sin los lentes de descanso que dejan una marca sucia en aquella mirada ya insípida.

Cuando logra ver la cortada, tan cerca de un punto letal, y los rastros de cabello sin rasurar lo descubre, aquel hombrecillo infeliz desobedeció sus órdenes, y siente la predicción del francés volverse ligeramente más verídica.

- Dios mío santo... Debes ser el mayor hijo de puta de la historia - susurra con una expresión casi paternal, toma en sus manos los costados de la cabeza del alemán en un movimiento casi experto y la lleva hacia atrás, dejándola caer contra la húmeda pared

- no es muy profunda, eso es bueno - continua con un tono más calmado, el alemán se sorprende profundamente, y el fugaz recuerdo del abrazo surca su mente, aquel pacifista es demasiado blando y dulce para su gusto.

- no necesito... - intenta hablar, pero se calla inmediatamente al ver aquella mirada fulminante, muy paternal y todo, pero la organización sigue enojada.

Sale de la ducha, dejando al hombre en el piso, desconcertado. Puede ver cómo cierra sus puños a su costado.

- no me vuelvas a hacer algo así, me preocupe, ya sabes dónde está el botiquín -

Señala dejando caer su cabeza a un lado y rascándose el cuello, antes de abandonar el lugar, el alemán reconoce aquello y se siente profundamente extraño saber que es, es decepción y no sabe porque le duele viniendo de un completo desconocido, oh, claro, es el único que no lo odia. El único dispuesto a cuidar de el. El único que tiene el más pequeño vestigio de fe en que cambio y ya no sigue esa ideología dañina que le impusieron en su creación.

¡!Oh no¡! [Third Reich x Male Reader] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora