¡!Oh no¡! [Third Reich x Male Reader]

5. COSAS NUEVAS :)

⚠️¡!ESTE CAPITULO CONTIENE HOMOFOBIA, Y RACISMO⚠️
ATT: Natilla Trans
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'Esta casa tiene reglas, eres un country en reformación, nada dañino o nocivo, por que eres un country en reformación, nada potencialmente peligroso, por mi bien y el tuyo, por que eres un country en reformación' aquella organización lo trata como un proyecto de caridad.

El alemán no ha salido de su habitación, se cambió la ropa, si, pero ahora se siente raro, incómodo, no es la ropa que usa, o usaba de forma cotidiana, extraña su uniforme, era algo reconfortante no necesitar saber que usar, ahora se siente raro usar algo diferente al cuero del sombrero y la tela de la chaqueta militar.

- oiga señor, puede bajar a comer, si quiere, claro - bosteza, tocando la puerta del alemán, sacándolo de sus pensamientos, se escuchan los pasos distantes en las escaleras bajando con rapidez.

- ja! - exclama el hombre en la habitación, le llega un recuerdo... Como llamaba a sus retoños a comer, como realizaba la cena con sus habilidades culinarias casi nulas, lo arruinó, lo arruinó en serio, uno de sus hijos muertos, eso dijo la enfermera del hospital, le da asco este mundo actual, en su poca estadía ya ha descubierto una nueva organización, judíos y gente de tez morena abundando por las calles, y latinos.

No ganó la guerra, y eso lo frustra, lo asquea, le asquea como se quedo el mundo tras su muerte, su derrota.

Sale de la habitación, con sus pies descalzos, baja las escaleras, cuando llega puede ver a la organización, con pantalones de tela y una camiseta larga, que está seguro que si el se pone le va a quedar abismalmente grande, se sienta a la mesa, una mesa llena de papeles, documentos, y otras cosas.

- te tomaste tu tiempo - sonríe cuando encuentra al alemán sentándose en la mesa.

- si, lo que pasa es que tú ropa apesta, en el sentido literal y metafórico - jala la camiseta, con una calavera estampada en la tela gris - ¿Qué es esta mierda? -

La organización no contesta, termina de preparar la cena, y la sirve en un plato, que pone frente al alemán.

- es una calavera, muy común, un simple dibujito - contesta, con una sonrisa, saliendo de la habitación y luego volviendo con un portátil. El alemán lo mira con una pregunta en la lengua, atorada casi lista para salir "que es esa máquina?" Pero viendo los nuevos modelos de automóviles, y todas aquellas máquinas, bastante nuevas, en el hospital, ya sabe un poco la respuesta.

Se escucha el constante sonido de las teclas, mete un trozo de comida a su boca, es insípida. - tu no vas a comer? - pregunta, tomando otro bocado, se siente como comida de una cárcel.

- no - contesta con simpleza, aún escribiendo en el portátil.

- por qué? - pregunta de nuevo, llevándose a la boca otro trozo de comida insípida a la boca.

- por que no - contesta, intentando terminar la conversación y escribiendo en el computador.

- por que tu comida es insípida? - se burla, tomando el plato y mostrándolo a la organización. - de verdad, conoces la sal? -

Suelta un suspiro cansado, cerrando el portátil, y caminando a la cocina, para tomar un salero. - toma -

Sacude el salero sobre la comida, una cantidad grande de sal, el alemán está a punto de protestar hasta que ve la mueca de cansancio en el rostro del hombre, una advertencia silenciosa "cállate y come, o te arranco el brazo".

La organización vuelve a su portátil, y el silencio reina en el lugar.

Reich se toca la barbilla, ya su mentón está rasposo, por la barba de unos días que recuerda su declive personal, debe afeitarse pronto pero teme que... Le avergüenza pedir una cuchilla, mira a la organización con la máquina de escribir delgada y metálica, la única descripción que encuentra para aquel sofisticado y moderno aparato sobre la mesa. Debe ser disimulado si quiere conseguir la cuchilla de afeitar y quedarse con su digna dignidad.