Capítulo 11: ' Opportunity'

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Atem

Esto es una maldición, no me puedo levantar de la cama por el horrible dolor que estoy sintiendo en todo el cuerpo, no sé porqué me pasa esto...

Mahad: Las medicinas no surten efecto, no entiendo cuál es el problema, pero no puede cumplir sus obligaciones de esta forma- lo miré fijamente- majestad, debido a que Yugi no tiene los conocimientos suficientes para gobernar...- no lo digas Mahad, te lo prohíbo- su hijo debe tomar el trono durante su recuperación.

Atem: ¡No!- intenté moverme, pero no pude, el dolor me ganó- si mi hijo toma el trono cambiará todo, estoy seguro de que las cosas serán diferentes para cuando se meta el sol, no puedo permitirlo.

Isis: Pues finalmente llegó su turno de aceptar los cambios- ella entró y la miré con rabia- Atem, tu hijo conoce más del pueblo que tú, conoce como ellos manejan la economía desde adentro, tu reina ha ayudado al pueblo desde años, que tu impediste que él siguiera con eso fue otro asunto- me puso el paño húmedo en la frente- tu arruinaste a tu pueblo, la base de nuestro imperio, deja que ellos arreglen tus errores y madura de una vez- se llevó a Mahad y cerraron la puerta.

Me revolqué en la cama lentamente, no puede ser.... no puede ser, mi propio hijo me va a jugar en mi contra, y mi esposo va a apoyarlo, después de todo ellos han estado juntos desde el inicio de la vida de mi hijo, pero creo que es una oportunidad  para mí, debo recuperar el amor de mi esposo y por lo menos hacer que mi hijo me respete, porque dudo que me gane su afecto, creo que antes, espera a que yo muera para gobernar... pero Isis tiene razón, si no logro mejorar mi relación familiar, voy a pasar a la historia como el peor faraón del mundo.

Yami

Yami: Mamá, tengo miedo, he esperado este momento desde que me educaste para esto... pero no quiero ser como mi padre.

Yugi: Hijo mío- me tomó de las mejillas y las acarició- estás preparado para esto, solo confía en tí mismo, escucha al pueblo, y los beneficios vendrán a su tiempo- sonreí y lo abracé, mamá siempre sabe que decir en los momentos apropiados.

Yami: Mamá, mientras yo estoy aquí... quiero que tu hagas lo que hacías antes- me miró- Mana me contó que tu ayudabas al pueblo desde adentro y mi abuelo desde el trono, quiero recuperar eso- mamá sonrió.

Yugi: Como ordene su majestad- me reí y empecé con esto, no puedo echarlo a perder.

Apenas vi que a mamá lo dejaron salir, me dirigí con la gente que supuestamente me ayuda a tomar decisiones, pero yo también puedo jugar sucio, al que no le parecían bien mis ideas, los condenaba a muerte, así de fácil, si mi padre es cruel con el pueblo, yo puedo ser cruel con los poderosos, después de todo el verdadero poder viene de otra cosa... no del sufrimiento a costa de alguien más.

En la tarde traté de ver como estaba mi padre, pero no tenía tiempo, además me di cuenta de mis pensamientos... ¿me preocupa mi padre?, ¿desde cuando?, él se merece la enfermedad que tiene, él debe sufrir por lo que le hizo a mi pueblo, merece ser miserable por unos días, además debo mantener la mente en mis asuntos, la necesidad de mi pueblo, a los sacerdotes les sorprendió el cambio que causé en un solo día, el pueblo empezó a producir un poco más, claro que no todo se mejora de un día a otro, necesitan mi constante vigilancia, mi mamá me ayuda a saber que pasa, y yo debo responder, ese es mi deber.

En la noche...

Yugi

Apenas mi hijo se durmió, Isis me entregó las cosas y le pedí que se quedara con él, me ofrecí a cuidar a Atem en las noches, mi hijo puede ser frío con él pero yo no puedo, entré a la habitación y estaba dormido, así que dejé las cosas en la mesa junto a la cama, salí al balcón y me senté en el borde del balcón, dejando mis pies colgar y ver el paisaje nocturno.

Atem: ¡Yugi!- volteé y no puedo creer que se haya parado de la cama- ¿qué crees que haces?- me bajé y lo llevé a la cama.

Yugi: Tranquilo, vengo a cuidarte, miraba el paisaje mientras dormías.

Atem: ¿En todo el borde del balcón?- lo arropé y solo suspiré.

Yugi: Costumbres de pueblo que no entenderías, además eso nunca se me va a quitar- agarré las medicinas, supuestamente no hacen efecto... pero creo que puede ser otra cosa, miré bien lo que había y los combiné un poco- abre la boca- él miró y negó con la cabeza- ¿eres más cobarde que tu hijo con esto?, no puede ser Atem, que infantil- y de la nada levantó la cabeza y se tomó el medicamento.

Atem: ¿Es tuviste trabajando hoy?- lo miré raro- te veo cansado- acarició mis mejillas- no tienes que cuidarme, mi hijo es más importante.

Yugi: No seas tonto- sostuve su mano- tu sigues siendo el faraón, tu hijo solo te hace un favor, y yo lo ayudo... además, no es la primera vez que no duermo en varias noches- me miró confundido y le sonreí- cuando Yami era más pequeño tenía que trabajar todo el día en el cultivo y llegar a casa a cuidarlo, a veces cuando no podía dejarlo solo, tenía que llevarlo conmigo, y cuando se enfermaba, trabajaba lo mejor que podía y en las noches no parpadeaba, veía a Yami dormir toda la noche y apenas salía el sol, me iba a trabajar.

Atem: ¿No tenías a alguien que cuidara a Yami?- negué con la cabeza.

Yugi: Si hablaba con alguien, lo mataban- me miró sorprendido- así que Yami aprendió a estar solo desde pequeño y a trabajar desde los cuatro años... yo no quería que creciera tan rápido, pero fue su decisión, no pude hacer nada para cambiar su pensamiento- sonreí- además estaba solo, se me quedó el hábito de que yo debo responder por él, yo debo apoyarlo, educarlo... dar todo de mí para que él tenga...- Atem apretó mi mano y lo miré.

Atem: Te olvidas de mí- le presté atención- sé que no estuve en ese tiempo, pero ahora están en casa, solo denme una oportunidad, eso es todo lo que quiero- empezó a llorar- quiero ser igual de cercano a él como tú, quiero ser el padre que se supone que debo ser... quiero estar a tu lado en cada paso que nuestro hijo dé- lo abracé y lo consolé.

Yugi: Lo sé, ¿crees que no sé como nos miras?, el deseo de estar con nosotros cuando estamos jugando en el jardín- me abrazó y siguió llorando- pero no debes solo pedirme disculpas a mí, él también necesita entender, pero tú debes decirle- besé su frente y seguí consolándolo, ya era hora de que regresaras amor.

Hasta el próximo capítulo....

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