Antes que nada GRACIAS POR LEER!
Pues... Son one shots de distintos tiempo, niño, adolecente, adulto ect.
Nota: Los personajes le pretenecen al genio masashi kishimoto, menos la protagonista___,
estas historias no alteran la original ya que solo se...
Nota:_Contenido +18, favor evitar leer si son sensibles ante estos temas, por su atencion gracias, disfruten su lectura! ✨
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El invierno había llegado, a los límites de sunagakure se apreciaba la fumarola de aquel tren que conectaba las aldeas de konoha y de la arena.
Una joven de cabellos azabaches admiraba el paisaje a través de la gran ventana del ferrocarril, su cara recargada en la ventana y un liguero puchero en sus labios hacía lucir su molestia.
Gaara:_ Sigues molesta?
La joven no pronunció ninguna palabra, solo se limitó a cruzar sus brazos sobre su pecho.
Gaara:______...
___:_Tsk! Por qué tengo que venir contigo?
Gaara:_ Kankuro está de embajador kirigakure y Temari en kumogakure, no puedes quedarte sola en la aldea.
___:_ No confías en mí?
Gaara:_ La última vez que te quedaste sola en la aldea apostaste con los del consejo haciendo carreras clandestinas.
___:_B-bueno...
Gaara:_ sin mencionar que utilizaron el fondo de desastre de la aldea para financiarlas.
___:_ Un error lo comete cualquiera!
El joven kazekage esbozo una leve sonrisa de oreja a oreja, mirando a su querida prometida, quien en un acto, desesperado, trataba de buscar una escusa para sus anteriores aventuras.
Gaara:_ Y de todas formas no puedo dormir sin ti... así que esas son las razones por las cuales no puedes quedarte en la aldea _ dijo suavemente.
Aún faltaban cinco horas para llegar a konoha, pero comparado con los tres días que hacían antes de la creación del tren, las horas pasaban rápidamente y en total comodidad.
El cansancio de la semana hizo rendir a la pareja, recostaste tu cabeza en el hombro del pelirrojo, quien tenía sus mejillas rojas ante tu acto tan repentino.
Las ventanas cubiertas por escarcha congelada hacían notar la baja temperatura, los vagones estaban vacíos debido a que no muchos tenían el valor de salir de sus cálidos hogares.
Treinta minutos transcurrieron, después de una no muy reconfortante siesta, tallaste tus ojos levemente tratando de quitar las migajas de sueño que aún te quedaban.
Gaara:_ No puedes dormir?_ su mirada estaba fija en el libro de estampado negro que tenía entre sus manos.
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