𝗢𝗖𝗘́𝗔𝗡𝗢 𝗗𝗘 𝗔𝗧𝗥𝗔𝗖𝗖𝗜𝗢́𝗡- 𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑎 𝑀𝑎𝑟𝑒𝑠 [FxV]

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28 de julio, 1680
––Villa Monte Regial

Los pequeños peliverdes, jugaban con sus juguetes en el espacio verde que había en su casa.

Su madre los observaba por la ventana de madera de su casa, pensaba lo afortunada que era por tener a sus dos bellos hijos.

Desque que su esposo había fallecido, pensó en suicidarse y acabar con el dolor de su pérdida, si no fuera por la mirada su entonces su niña pequeña velvet, que apenas hiba a cumplir los 3 años. Que la veía confundida y triste, aparte de su pequeño que venía en camino.

Si no fuera por ellos dos, ella... No estaría más en este mundo. Ellos eran su milagro enviado por Dios...

Sus dos pequeños Ángeles...

—¡Soy el pirata Veneerlie! ¡Arr!— Gritó con felicidad el menor de los hermanos, quienes estaban jugando a ser los piratas que conquistaron los 7 mares.

—¡Y yo soy la Capitana Velvetlie! Y yo con mi hermano... ¡Conquistaremos los siete mares y seremos imparables e invencibles!— Dijo siguiendo el juego la mayor, ambos se posaron arriba de una piedra algo grande pero en la que ambos cabían perfectamente. Era como su barco.

Ambos reían con gracia y felicidad, un lindo recuerdo que su madre atesoraría con el alma.

Veía como ellos de hacían pasar por aquellos aventureros que haces unas pocas semanas se volvieron muy pero muy reconocidos en todos aspectos.

Se hacían llamar...

"Los enviados por el Océano"

Todo el pueblo contaba que ellos habían encontrado cajas llenos de oro puro, que los acompañaban las bella gemas del mundo junto a perfectas perlas blancas. Técnicamente eran ricos, podían comprar cualquier cosa con ese monton de oro, pero no. Ellos decidieron esconder esa caja que ahora hacían llamar... Tesoro.

También contaban que se habían enfrentado ferozmente contra criaturas marinas jamás vistas o que incluso habían comido carne de sirenas. Cuyas querían hipnotizar a los Enviados por el Océano pero estos no se dejaron.

Pero hubo uno que cayó en los encantos de una bella sirena, cayó debido a sus cantos que lo llevaron directo a sus brazos y llevarlos al Fondo del océano donde nunca más regreso...

—Dicen que ellos se enfrentaron a una gran bestia de agua— Habló una troll mayor dirigiéndose hacia la madre de los peli-verdes quien estaba comprando fruta para sus pequeños, y la acompañaba el menor de los dos.

—Si pero... ¿Crees que si pasó? Yo creo que algunas cosas son reales y el resto falso— Respondió la madre de Veneer mientras iba escogiendo las mejores manzanas Rojas y verdes.

—A veces digo lo mismo pero dicen que hay pruebas como el esqueleto de aquella bestia salvaje o incluso que tienen a una sirena enjaulada!— Dijo la señora con admiración o más bien... Esa emoción al querer generar "Chismes" ciertos pero inciertos.

Mientras la señora y su madre, Veneer escuchaba con atención lo que relataba la señora ¿Era verdad todo aquello? ¿Si fueron a buscar aventuras en el océano? En un futuro talvez lo sabría o si unos de aquellos mandados por el océano se lo confirmaba ahora mismo. Pero el solo podía imaginar.

Podía imaginar que el formaba parte de esa famosa tripulación y que era uno de los capitanes... Buscando tesoros perdidos o enfrentándose a temibles bestias marinas, pero todo ello lo hacía con su adorada herpaso e incluso algunos otros trolls pero más era con su hermana. Pero también chocaba con un troll de cabello Rosa.