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existen días en los que Elías se ofusca en el trabajo, no encuentra solución a los problemas, un clásico de el, pero en esta noche habría una reunión para presentar informes, Irma como era su costumbre saludo con todos menos con uno, aunque luego desde lejos se saludaron algo tibio pero igual Elías siguió con los informes de este trimestre.

Al salir Elías se encontró con Angelica que le pidió la acompañara a casa, salieron hasta la entrada donde estaba Irma definiendo una cita para el otro día, pero al verse que no había con quien ir a casa se junto a Elías y Angelica para acompañarles.

Mientras Angelica e Irma conversaban del clima, Elías pensaba en las cosas que debía hacer mañana, hasta que Angelica llego a su casa y se despidió de los dos, de ahí conversaron los dos,

Irma - Y a ti que te paso?, te golpeaste, que andabas pensando- decía mientras sonreía.

Elías - un pequeño accidente llegando a casa, nada de gravedad, no te preocupes -

Irma - ¿en qué estabas pensando, en puras pendejadas? - con cierta ironía.

 Elías - Cierto me acorde que mañana tengo que entregar un informe del fin de semana, ojala avance a terminar- tratando de cambiar de tema.

Irma - oye ya han cerrado la cafetería- viendo un local con las luces apagadas.

Elías - ya es muy tarde, creo que para la próxima te pueda invitar-

Irma se despide por que ya llego a casa, entonces Elías que compartir un viaje con ella no es tan aburrido como lo pensaba, por que el tiene un recuerdo que no puede resolver, pudo ayudarla cuando ella lo necesito, pero el solo se alejo para evitarle mas tormentos.


I

Si, PorfisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora