Emilio Osorio es un alfa que siempre se escapa al parque de sus obligaciones de su empresa para ver al lindo Omega que siempre está en los columpios.
El omega cuyo nombre es Joaquín, además de sus lindos ojos color miel y el delicioso olor a mandari...
Emilio intenta no ceder ante sus celos, y es que ésto es estúpido ¿Cómo puede estar celoso de un cachorro? ¿Cómo?
Evita rodar los ojos, cuándo escucha ladrar al cachorro para después por la risa de Joaquín. Bueno al menos se estaba divirtiendo. Escucha la risa de su vecino, porque el cachorro era del vecino y no, no sabía que tenía vecinos, ni siquiera recuerda haber notado su presencia.
"¡Emilio, mira, que hermoso!" - Joaquín se acerca con el cachorro en sus brazos. Emilio observa sus ojos, brillantes y eso le gusta. - "¿Cómo dices que se llama, Diego?"
Y Emilio en verdad no se cuestiona cómo es que sabe su nombre, no se molesta con él, porque Diego es un Omega y Joaquín puede tener sus amigos.
"Se llama príncipe."
"¡Oww, es un principe demasiado tierno!"
"Es lindo sí." - Tan sólo dice, cuándo le enseña el cachorro acercándolo a su rostro, sólo puede ver el hilo de baba que sale del hocico del cachorro, éste ladra emocionado. Y escucha el chillido de Joaquín.
Habían regresado de hacer las compras, y al llegar, Joaquín había notado a Diego con un cachorro, tan sólo estacionó el auto y Joaquín ya había salido para saludar a Diego.
Emilio tan sólo salió del auto y llamó a alguien para que le ayudaran a llevar las cosas a la cocina.
"Listo." - Y escucha la voz de una persona acercándose a Diego, y Emilio sólo sonríe en modo saludo al otro alfa, por que oh, si lo conoce, lo hace. Pero no recordaba que fuera su vecino.
Vió a Joaquín darle el cachorro a Diego y éste le ponía una correa. Y lo único que puede ver ahora es a Joaquín, en la manera que habla con Diego, cómo si se conocieran desde hace mucho, y puede que exista esa posibilidad, ya que a pesar de tenerlo, no lo conocía bien, y por eso era el cortejo, para conocerlo y lo estaba haciendo, pero no lo conocía cómo quería.
"Disfruten su paseo, entonces." - Y sus pensamientos se esfumaron cuándo vé a Joaquín caminar hacía él, fué un instinto, tomar su mano cuándo estuvo a unos pasos de él.
Una vez la pareja se fué, abrazó al Omega, oliendo su olor, gruñó con satisfacción al oler su olor en el Omega.
"¿Acaso quieres un cachorro?"
"No, es una responsabilidad, son bonitos, pero no." - Joaquín habló cuándo se alejó para ver su rostro. Besó las mejillas del Omega y éste cerró los ojos, riendo. - "Tu barba me pica."
Los ojos de Emilip se tornaron oscuros y brillaron, el olor de Joaquín lo llamaba, lo abrumaba de sobremanera, su lobo gruñó gustoso y celoso de que alguien más fuera dichoso de oler a su Omega.
"Mhm, Omega, hueles hermoso, delicioso. Por favor, deja de hacerlo llamarás la atención de otro alfa."
"Sólo quiero llamar tu atención, no importa nadie más. Sólo tú."
"Omega." - Gruñó ante lo dicho por Joaquín. Su cuerpo reaccionando al Omega.
"Hay que ver alguna película ó algo." - Y Joaquín se alejó rápidamente, adentrándose a la casa. Emilio parpadeó un par de veces cuándo Joaquín lo deja. Segundos después lo sigue, pero cuándo entra no lo vé en la sala ni en el comedor.
"¿Joaquín?" - Pregunta alzando un poco la voz.
"En la cocina." - Emilio se apresura y lo vé sentado y a punto de morder una manzana. - "Hola." - Él saluda con sus ojitos mostrando inocencia. Se contiene de decir algo cuándo vé a Zuria, la chica que se encargaba de la cocina.
Se aclaró la garganta. - "¿Zuria, puedes acomodar las cosas de higiene que trajimos?" - Ella lo vé y asiente. En cuánto Zuria sale con la bolsas de la cocina Emilio toma a Joaquín del mentón para que lo vea, se acerca a su boca y lo besa con ansias, la manzana en la mano de Joaquín cae al suelo ya que Joaquín lo abraza, y así Emilio puede pegarse más al cuerpo del Omega, quién gime en su boca.
"Alfa." - El Omega jadea, cuándo se separan vuelve a besarlo, la cocina se inunda de sus feromonas mezclándose.
"Quiero tomarte aquí y ahora." - Tan sólo dice.
Los ojos de Joaquín brillan. - "Hazlo, tómame, soy tuyo."
Y oh, claro que lo hará, pero antes, decide cerrar la puerta de la cocina y vuelve a atacar los labios de Omega.
"¡Hola! ¿Me extrañaron?" - La voz de Eduardo se escucha.
"¡Puta madre Eduardo!" - Emilio exclama al separarse de Joaquín, se gira para verlo. Joaquín se cubre con su espalda para evitar ver a Eduardo a los ojos.
"Veo que no me extrañaron ¿No te dá vergüenza que vean tus empleados cómo te estás devorando la inocencia de éste pobre Omega?"
"Sal de aquí." - Gruñe.
"Vine por Joaquín."
"¿Qué?"
"Tengo asuntos con éste Omega."
"¿Asuntos?"
"Son privados."
Se gira para ver a Joaquín, quién está todo sonrojado.
"Privados cómo dijo Eduardo." - Eduardo habla.
"Son sólo unos segundos y te lo traigo." - Eduardo habla tomando a Joaquín de la mano, no tiene tiempo de replicar cuándo los vé salir de la cocina, tan sólo suspira frustrado.
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