Emilio Osorio es un alfa que siempre se escapa al parque de sus obligaciones de su empresa para ver al lindo Omega que siempre está en los columpios.
El omega cuyo nombre es Joaquín, además de sus lindos ojos color miel y el delicioso olor a mandari...
Está en silencio mientras desayuna, el único ruido que se oye es el chocar de los platos ya que alguien los está lavando. No quiere mentir, se siente triste y se debe a que Emilio no estaba cuándo despertó esa mañana. Se siente sensible, también se siente muy cansado, sino fuera porque le habían preparado pan francés no hubiera bajado.
La notificación de un mensaje entrando en su celular llama su atención, cuándo abre el mensaje, abre los ojos en grande.
Hey, ¿Cómo estás? No me has hablado en días, estoy preocupada. ¿Mamá cómo está?"
El mensaje provenía de su hermana, hace meses que había dejado de verla, la extrañaba, por suerte pudo comunicarse con ella por mensajes, algo que su madre no estaba enterada ya que le había prohibido todo contacto con ella
"Mierda." - Tan sólo murmura.
Ahora que lo piensa su hermana no sabe nada de lo sucedido con su madre. Era mejor así, porque si se lo decía se lo llevaría, lo alejaría de Emilio, algo que no le parecía bonito el alejarse de Emilio. Ahora estaba demasiado acostumbrado a él.
Se levantó del banquito y tomó su plato para lavarlo, pero se lo quitaron en el momento en que se acercó.
"Lo siento, pero yo lo lavo, no te preocupes, estás cansado, vé a descansar. " - Tan sólo sonrió a la chica y asintió. Todos eran tan amables con él, y lo agradecía ya que hablaba con ellos cuándo Emilio no estaba.
Subió hasta la habitación de Emilio y se encerró. Se acercó a la cama y se acostó, su cuerpo aún está adolorido, Joaquín no estaba sorprendido por los hematomas en su cuerpo, tocó su cuello, ahí era el único lugar dónde no había. Joaquín recuerda vagamente rogar porque lo marcara, realmente pensó que al terminar de su celo tendría la mordida de Emilio, pero no. Una parte de él está triste, y la otra está feliz porque Emilio no lo presionaba.
Aunque ahora que lo pensaba, ya llevaba tiempo con él, bueno no mucho, pero su Omega se sentía bien en la presencia del alfa por lo que su Omega se desesperaba por no tener la marca.
Se levantó de la cama y al salir de la habitación nota la puerta abierta de la oficina de Emilio, así que por curiosidad se acercó, tan sólo dió unos paso cuándo vió a Eduardo salir con muchos folders en las manos, seguido de él salió Emilio.
Se sonrojó cuándo ambos lo observaron.
Sentía mucha vergüenza con Eduardo por lo sucedido de hace días. Tal vez le pediría trabajo a Eduardo, él quizás puede ayudarlo.
"Hola, Joaquín." - Eduardo habló sonriendo. Sonrió aún con sus mejillas rojas.
"Pensé que te quedarías dormido más tiempo, siento no desayunar contigo, Omega." - Emilio habló caminando hacía él, lo abrazó cuándo estuvieron a centímetros.
"Emilio." - Acercó su nariz a la ropa de Emilio, olía tan bien, además podía olerlo a él en Emilio. - "Alfa."
"Me voy antes de que me corran cómo la otra vez." - Eduardo habló alto pasando a un lado de ellos. - "Por cierto, la junta de mañana tendrás que asistir, es si ó sí porque se vá a renovar un contrato y sólo tú te encargas de eso." - Dijo antes de bajar las escaleras. Pero Joaquín está demasiado ocupado con oler a Emilio y éste demasiado concentrado en el Omega que no escucha lo que dice Eduardo.
Joaquín sólo suspiró cuándo Emilio lo alzó y enrolló sus piernas alrededor de la cintura de Emilio.
Lo mira a los ojos. - "Hoy luces muy lindo, alfa." - Tan sólo dice.
Emilio sonríe. - "Gracias Omega, tú luces hermoso. ¿Cómo te sientes?"
"Tengo sueño todavía, pero quiero preguntarte algo."
"¿Si?"
"En mi celo ¿Usamos protección?"
La sonrisa de Emilio se borró y su rostro se puso serio, Joaquín se tensó pensando lo peor.
"No, en verdad lo siento."
Cierra los ojos un momento mientras procesa las palabras en su mente, tan sólo suspira profundamente y los abre segundos después. Enfrente está Emilio con su sonrisa avergonzada y Joaquín en verdad quiere enojarse con él, quiere, pero extrañamente no puede y más cuándo el alfa tiene esa sonrisa de que todo estará bien.
"Oh, mierda."
"Asumo las consecuencias." - Vió a Emilio.
"Es que no podemos hacer nada, oh mi... ¿Qué si quedo en cinta?"
"No creo q-..."
"Los Omegas son muy fértiles en el celo, es imposible que no esté en cinta."
"Es muy temprano cómo para saberlo."
"Oh, Emilio."
"Lo sé Omega, ya dije me voy a hacer responsable." - La emoción en la voz de Emilio era algo en lo que Joaquín no compartía, todavía estaba en shock
¿Qué pasaría si quedaba en estado?
"Tranquilo Omega, todo vá a estar bien." - Los besos del alfa que dejó en su rostro lo hizo sonreír. - "Lo prometo. Seremos buenos padres."
"Ésto vá muy rápido ¿No? ¿En verdad quieres formar una familia conmigo?" - Joaquín pregunta.
"Si, eres el Omega perfecto para mí."
"Ay siento que voy a vomitar por todo ésto. Bájame por favor."
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