Max conducía sin decir palabra, algo que pronto preocupo a Checo.
Había algo en la mirada del rubio, algo diferente.
Estaba más que decidido. Sí, esa noche pelearía por lo suyo.
—¿Estás seguro de lo que escuchaste? —La voz se le quebró a Lewis al pronunciar esta pregunta.
Quería creer que era mentira.
Que sus dudas no eran reales.
Y deseaba tanto escuchar a George decir que solo era una broma de mal gusto.
—Estoy más que seguro—Respondió su amigo del otro lado de la línea.
No dijo nada. Solo colgó.
Decidido, tomo sus llaves y salió de su departamento para tocar la puerta de enfrente.
Golpeaba una y otra vez, mientras subía la fuerza con la que lo hacía.
Nada.
Molesto, decidió ir a buscarlo a la oficina.
Pero cuando bajo, se encontró con una persona inesperada.
—Este no es el camino—Susurro Checo y sintió como su teléfono volvió a vibrar con la presencia de una llamada.
Era Lewis.
Lo había llamado como cinco veces. Checo sabia que en cualquier momento tendría que enfrentarlo, pues no podía evitarlo para siempre.
—Quiero disculparme por mi comportamiento anoche...—Comenzó el rubio.
—Disculpa aceptada—El pelinegro lo interrumpió esperando que, después de esto, simplemente volvieran a casa.
—No es tan sencillo—Continuó—Quiero recompensarte.
Checo trago en seco.
"¿Cómo quiere hacerlo?" Pensó.
Llegaron a una pequeña plaza llena de decoraciones navideñas. Había muchas personas divirtiéndose, pero su atracción principal era una pista de hielo iluminada por luces calidad y música acogedora.
Max se bajo del auto y Checo lo siguió de cerca. Luego el rubio se giro y tomo su mano para que caminara a su lado.
Esto los puso muy nerviosos a ambos, pero Max había decidido no dejarse intimidar por nada ni por nadie.
—No se patinar—Advirtió una vez que llegaron a la atracción.
—Entonces sostén mi mano—Ofreció el rubio, algo que puso más nervioso al pecoso.
Una vez con los patines puestos, Max guio a Checo hacia la pista mientras lo sostenía con fuerza.
Checo ya era un manojo de nervios, pero estar en esa pista y sosteniendo la mano de su jefe, solo lo empeoraba.
Era torpe sin patines, peor con estos.
Muchas veces estuvo a punto de caerse, pero Max siempre estaba ahí para sostenerlo.
El rubio estaba más que feliz.
Tenia a Checo para él solo. No Lewis, no Kelly. Solo ellos dos.
Ni siquiera le importaba que su asistente tuviera novio. Estaba dispuesto a todo.
En un mal movimiento Checo se tropezó y casi cae, pero Max lo tomo por la cintura, quedando a centímetros de su rostro.
Sintieron como si el tiempo se detuviera y solo importaban ellos dos.
Y sin que uno dijera palabra, sus labios se encontraron como si se hubieran estado buscando todo este tiempo.
Max lo atrajo con más fuerza hacia su cuerpo, queriendo sentirlo junto a él lo máximo posible.
Checo no protesto. Se dejo envolver en su abrazo mientras saboreaba sus dulces labios.
Era real.
Se separaron por un momento, entonces el rubio acaricio su mejilla y lo miro a los ojos.
Lo que no podía decir con palabras, intentaba expresarlo en su mirada.
El pelinegro sonrió al sentir su tacto, y se sintió cautivado por sus ojos azules.
Entonces Max volvió a recortar la distancia entre ambos. Deseando estar así para siempre.
—No responde—Dijo Lewis mientras colgaba el teléfono.
—¿De verdad no hay nadie? —Pregunto Kelly mientras intentaba abrir la puerta del departamento de su ex.
—No están—Respondió Lewis—Ninguno de los dos.
—No me sorprendería si estuvieran con otras mujeres—Soltó Kelly y Lewis volteo a verla—Max lo hace y el otro lo cubre.
—No tienes idea de nada—Susurro.
—¿Podemos esperar en tu departamento? —Pregunto ella y él lo dudo por un segundo.
Pero pensó que no era el momento para estar solo. Además, ella también merecía una explicación. Ya que le había contado quien era en la vida de Max.
Sin embargo, no pensó que un par de botellas de alcohol estarían invitadas.
—Vamos a este lugar—Dijo Max mientras caminaba de la mano junto a Checo.
Ambos parecían desconectados de su propia realidad.
Entraron a un restaurante que tenia un show de karaoke. Ambos cenaron mientras veían a las parejas cantar animados por el público.
—¿Por qué no suben ustedes? Se miran como una linda pareja—Les dijo una chica sentada cerca de su mesa.
Checo no estaba seguro, pero Max prácticamente lo arrastro al escenario.
Esa noche haría todo lo que quisiera, sin importar si se avergonzaba en el proceso.
Ambos se posicionaron y escogieron una canción a dueto.
Por suerte no se dedicaban al medio artístico, porque de lo contrario nunca tendrían trabajo.
Sin embargo, el público era amable y aplaudía a todos los que subían al escenario.
Max sabia que era momento de terminar una noche exitosa.
No solo había pasado un buen tiempo con Checo, sino también lo había besado en más de una ocasión.
Así que, feliz, condujo junto a su amado hacia casa. Desconociendo la tormenta que se avecinaba.
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Lᴏᴠᴇ Iɴᴄ ~ᶜʰᵉˢᵗᵃᵖᵖᵉⁿ
FanfictionMax es el jefe de una empresa productora de chocolates. Está buscando un secretario para que lo asista durante el día, pero debido a que su novia Kelly es muy celosa, y por pedido de ella, decide contratar a un chico en lugar de una chica. Sin embar...