Capítulo 8: Un mundo a color

4.4K 760 168
                                    

Ese día Checo salió a correr junto a Lewis, y pronto se hicieron cercanos.

El pelinegro descubrió que su nuevo amigo era el dueño de varios restaurantes de comida vegana. Tiene un perro al cual adora y tiene una gran pasión por la moda. Le gustaba pasar tiempo con él, ya que Carlos estaba muy ocupado con su trabajo.

En su tiempo libre comenzó a experimentar con la comida. Aprendió a preparar diversos platillo, claro, después de arruinar casi todos los ingredientes.

Estaba decidido a comprar más víveres con la tarjeta que su jefe le había dejado para emergencias. Cuando de repente su teléfono sonó.

Era un número desconocido.

—¿Hola? —Dijo el pelinegro.

—H-hola, ¿Eres Sergio? —Pregunto una voz del otro lado de la llamada.

—Si, soy yo—Respondió sin pensarlo.

—Hola, soy George de recepción—Checo intentaba recordar quien era, pero no podía—Llegaron dos paquete a la oficina, es para el señor Verstappen ¿Puedes venir a recogerlo?

—Claro, en seguida salgo—El pelinegro corto la llamada y salió rápidamente del departamento.

Camino un poco antes de llegar a su trabajo. A lo lejos vio al chico que lo llamo, nunca lo había visto.

—Hola, vengo a recoger unos paquetes—Dijo con una gran sonrisa.

—Si, aquí están—Checo vio como el muchacho tomaba dos cajas y se lo acercaba.

—¿Puedes ayudarme a llevarlas? Siento que se me van a caer si las llevo yo solo—Pidió Checo y el joven miro su reloj.

—Salgo en media hora, de momento no puedo moverme de mi lugar—Explico.

—Entonces regreso en media hora—Respondió el pelinegro—Iré a hacer unas compras.

Checo se fue sin esperar una respuesta del joven. Quien solo se sentó a verlo irse muy seguro de si mismo.

Llego al supermercado y tomo todo lo que necesitaba, pero dio un par de vueltas distrayéndose con todo lo que veía. Finalmente pago y se fue a casa.

Estaba acomodando las cosas cuando se dio cuenta de que había olvidado pasar por los paquetes.

Salió casi corriendo del departamento y llego al lugar, viendo al joven sentado cerca de su escritorio.

George había esperado casi una hora por el regreso del asistente.

—Disculpa, se me fue el tiempo—Dijo y el chico solo le paso uno de los paquetes mientras cargaba el otro.

Caminaron en silencio hasta el departamento del jefe de ambos.

Checo coloco la caja que cargaba sobre la que llevaba George. Sacos las llaves y abrió la puerta. Luego tomo de nuevo el paquete y ambos entraron.

—¿Quieres ver que es? —Propuso Checo intentando romper el hielo.

—No deberíamos—Funciono.

—No está aquí para darse cuenta—Insistió—Podemos cerrarlo después de ver.

El joven George era muy curioso. Y tener de cómplice a alguien solo hacia más fácil tomar esa decisión.

—Un vistazo rápido—Propuso y Checo asintió.

Abrieron uno de los paquetes con cuidado y descubrieron que se trataba de una caja llena de chocolates. Todos perfectamente ordenados y con nombres.

—Probar uno no le hará daño a nadie—Dijo el pelinegro y su compañero más joven sonrió.

Lᴏᴠᴇ Iɴᴄ ~ᶜʰᵉˢᵗᵃᵖᵖᵉⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora