Sueños De Primavera

Prólogo

Ese día había comenzado con el pie izquierdo, todo parecía estar empecinado en salirle absolutamente mal. En primer lugar se despertó tarde para ir a clases, se apresuró a cambiarse e irse a la parada más cercana del bus, pero al llegar allí este se llenó rápidamente y se quedó sin la posibilidad de subirse. Entonces decidió tomar aquél que hace el recorrido por toda la parte sur de la ciudad. Le dejaría un tanto lejos del campus, pero no había problema al menos llegaría con el tiempo justo. Lástima que las cosas nunca salen como las planea en su cabeza.

Se pasó de la parada por estar distraída buscando sus anteojos, se había olvidado ponerse sus lentes de contacto y sin ellos no era capaz de ver nada. No estaba bromeando cuando decía que no podía ver nada de lejos, su miopía era cosa sería. Para rematar el combo de su mala suerte el profesor la había mandado al final del aula según el número de sorteo que hizo el primer día de clases. Estaba totalmente jodida, desde esa distancia no sería capaz de entender lo que estaba escrito en la pizarra.

Suspiró con cansancio mientras seguía revolviendo en su bolso hasta que por fin encontró lo que buscaba, pero cuando observó por la ventanilla del bus se dió cuenta que se había pasado dos paradas.

Maldiciendo internamente se apresuró a bajarse y comenzó a correr cuando vió la hora en su reloj, tenía menos de tres minutos para llegar o de lo contrario estaría en serios problemas. Corrió como nunca en su vida, pero los semáforos le hacían la vida imposible. Estuvo a punto de morir atropellada como cuatro veces, aún así llego sana y salva al edificio de su universidad. Quiso tomar el ascensor, pero este estaba en mantenimiento. Volvió a maldecir está vez lo hizo en voz baja.

Sostando un resoplido subió las escaleras hasta llegar al sexto piso, cansada, traspirada y con un humor de los mil demonios se dirigió a su salón. Una vez allí entró silenciosamente sin que nadie sospechara, pero su celular justo tuvo que sonar en ese bendito momento delatandola.

Su profesor se volteó a verla y con un mirada severa le reclamo por llegar cinco minutos tarde cuando en realidad eran cuatro. En fin, sin importar sus súplicas la termino explusando de su clase diciendo que no podía tomar el exámen a estás horas. Además de soportar una lección de responsabilidad tenía que presentar un informe para la tarde de ese mismo dia. Gimió para sus adentros sintiendo lástima por sí misma. Seguramente en su vida pasada había ofendido a algún dios y ahora lo estaba pagando. Se disculpó sinceramente con cualquier entidad para no tener que cargar con rencores pasados. Esperando que así su mala suerte terminase, cosa que no sucedió al contrario aumento.

Una vez termino su jornada de estudio espero en el salón de profesores, lugar en el cual se reunían los académicos de diferentes disciplinas cuando tenían asuntos importantes sobre los cuáles discutir. Allí estuvo al menos medía hora esperando por el profesor de está mañana, el señor Wang era generalmente puntual en sus clases tanto para comenzar como para terminar, por lo que ya tendría que estar allí. Pero ni señales de aparecer tenía, al verla ahí sentada una señora encargada del servicio de limpieza le informo que ese día la sala estaría cerrada por cuestiones de mantenimiento. Le comento que gran parte del edificio aún estaba todavía en reparación, era un chequeo general que se hacía antes de iniciar el año, pero que por motivos de mala administración este año se vio retrasado. Le agradeció a la señora, luego se apresuró a ir donde le sugirió que estaría su profesor.

Para su desgracia tenía que pisar el edificio de artes, el lugar que menos quería pisar por el resto de su vida como estudiante. Allí se encontraba una persona bastante desagradable, además estaba alguien a quien no soportaría ver en persona. No tenía la suficiente valentía para enfrentarlo aún. Rogaba que no se encontrará con ninguno de ellos, suplicó todo el camino para que su mayor temor no ocurriera.