Arco 1. "Xie Ning"

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Mar de la consciencia de Qi Yu.
Memorias perdidas del Reino de Lemuria.

Habían pasado un par de días para que el líder de los ancianos lo culpara por la desaparición de Mo Fang. Era claro que estaban apuntando su cabeza sin ninguna intención de ocultarlo. Estaban aprovechando que él había desafiado abiertamente a uno de los miembros de los clanes en presencia del pueblo. Usando a su propia gente como testigo de su carácter arrogante.

Qi Yu, entonces supo que había caído completamente en el plan de aquel sujeto encapuchado que parecía ser el líder de la faccion que se oponía a tenerlo como futuro gobernante. Él hecho de que justamente ese día ocurriera todo no era una simple coincidencia al azar; quizás lo único que no previeron fue el hecho de qué él sabía en qué parte se encontraba su pareja destinada. Por primera vez sintió que le debía algo a su padre, ya que sin él no hubiese sido posible estar a un paso por delante de los ancianos. Con eso en mente fue hacia las ruinas del antiguo templo, su padre le prohibió ir ahí desde que era un niño. Siempre fue un niño curioso, pero también era obediente cuando le hablaban con seriedad está vez rompería las reglas e iría a ver lo que realmente se escondía en aquél lugar y porque su padre se oponía rotundamente a que fuese. Una parte de él le decía que solamente ahí podía encontrar lo que estaba buscando así que se puso en marcha.

Cuando quiso salir de su palacio sintió una barrera alrededor de este, claramente la habían puesto con la intensión de restringirlo en ese lugar. Sonrió levemente sabiendo que no sería fácil escaparse de ahí, pero eso no impedía que su voluntad sea sometida. Los ancianos estaban siendo descarados al imponerse ante él entonces porque debería quedarse allí sin responder a la atención que le estaban dando. Siempre le inculcaron que debía hacer valer su autoridad este era el mejor momento de ponerlo a prueba.

Su mano manifestó un poco de energía espiritual y atacó la matriz central de la barrera haciendo que está comience a romperse. Cuando lo logró un grupo de guerreros de elite aparecieron alrededor empidiendo que pudiese moverse del límite marcado. Frunció el ceño disgustado porque al hacer eso estaban prácticamente tratándolo como a un criminal de alto rango.

_Apartense_ dije con un tono autoritario. Dando un paso hacia adelante sin imutarse por el número de lanzas apuntado hacia él.

_No podemos hacer eso. Tenemos órdenes de asegurar que su Alteza no salga de su palacio._respondió el guerrero de rango superior.

_¿Quién les dió esa órden tan absurda?_dije acercándome más a los límites de la barrera. Los soldados se pusieron en guardia, listos para atacarlo.

_Fue el líder de los ancianos._respondió._Nos ordenó cuidar a su alteza.

Me reí de lo absurdo que era esto, sí querían deshacerse de él debían ser al menos más directos en lugar de hacer una puesta en escena ridícula como lo estaban haciendo.

_No lo voy a volver a repetir. _dije manifestando la daga sagrada que contenía parte de mí sangre en ella. Era un arma bastante peligrosa que rara vez usaba como defensa._Fuera de lo camino.

Los guerreros marinos hicieron la formación de restricción y comenzaron a manifestar su poder para volver a construir la barrera. Sin pensarlo dos veces, salte hacia delante y rompí el ojo de la formación haciendo que los guerreros retrocedieran hacia atrás por la fuerza del impacto. Luego utilicé mí poder para oprimir su energía interna haciendo que se queden inmóviles.

_Si, vuelven a detenerme no seré tan gentil con ustedes._dije moviendo la daga en la mí mano y dejándolos inconscientes con la energía de bloqueo puesta sobre el filo de la daga.

Me apresuré a ir hacia las profundidades del océano, debía ver con mis propios ojos aquello que mí padre tanto temía que descubra. Un presentimiento extraño se instaló en su interior, algo le decía que esa sería la última vez que estaría en su hogar. Miró hacia atrás con algo de tristeza, un pinchazo de culpa cruzó por su corazón al saber que estaba desobedeciendo la promesa que le hizo a su padre cuando era apenas un niño.

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