Mi Amor De Lavanda - Parte 1.

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Me encanta odiarte.

Suho no era particularmente un mal estudiante, pero tampoco era el mejor. Al trabajar tanto, lo mejor que pudo hacer fue lograr una asistencia perfecta. Pensó que eso era suficiente y que sus notas no importaban mucho. Bueno, hasta que un día la profesora lo llamó después de clase. No le dio mucha importancia, pensando que probablemente lo regañarían y todo se detendría en eso.

–Tus calificaciones han bajado significativamente.

Afirmó la profesora como si aún no lo supiera. Suho permaneció en silencio, medio escuchando su discurso mientras ella seguía yendo y viniendo, medio pensando en lo que él comería en la cena.

–Le pediré a Sieun que te enseñe. —finalizó.

Esa última frase devolvió a Suho a la realidad. ¿Sieun? ¿Tutorarlo? Repasó mentalmente a sus compañeros de clase, tratando de recordar quién era exactamente Sieun. Suho no era el mejor recordando a la gente. 

–Está bien, no lo necesito. —declinó cortésmente.

Justo en ese momento, un niño entró al salón de clases. Se quedó allí, sin decir una palabra, luciendo molesto o enojado, Suho no estaba seguro.

–Ah, Sieun, gracias por venir.

Lo saludó la maestra. Entonces este es Sieun, pensó Suho mientras echaba un segundo vistazo al chico. Su cabello oscuro se le metía en los ojos, su postura era terrible y parecía que iba a matar a alguien.

Por una razón desconocida, Suho no podía apartar los ojos de él. Ahora recordó quién era Sieun. ¿Cómo podía olvidar que sus ojos siempre se posaban en él cada vez que estaba despierto en clase? Su asiento está en perfecta diagonal hacia él, lo que hace difícil no mirar.

–¿Se supone que debo darle tutoría. —Preguntó Sieun, aparentemente aburrido.

La profesora asintió antes de dejarlos solos en el aula.

–Dame tu número. — Suho saltó, sin esperar que Sieun le hablara. Después de no recibir respuesta, Sieun explicó—. Me comunicaré contigo cuando esté libre para que podamos reunirnos.

Suho asintió lentamente antes de entregarle su teléfono al chico. Sieun se lo devolvió y se fue sin decir una palabra más.

Después de esa interacción, Suho notó más a Sieun. Sabía a quién estaba mirando durante la clase, ahora también podía ponerle una cara. Sieun rara vez se daba vuelta así que todo lo que Suho podía ver era su espalda.

Se dio cuenta de que siempre tenía puestos los auriculares y se preguntaba qué escuchaba. Se dio cuenta de lo baja que era su resistencia mientras luchaba por correr. Se dio cuenta de que siempre llevaba una sudadera con capucha gris.

Sieun tardó un poco en enviarle un mensaje. En algún momento, Suho asumió que lo había olvidado y estaba bien con esa idea. No creía que necesitara tutoría además de todo. Él estaba cansado.

El mensaje no llegó hasta pasada una semana. El teléfono de Suho vibró en su bolsillo mientras estaba ocupado limpiando una mesa. Tardó otros treinta minutos antes de comprobar el mensaje.

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+82-4-487-0214:
¿Es este Suho?

Suho:
si, ¿quién es?

Suho and Sieun - OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora