Suho and Sieun - Oneshots

Mi Amor De Lavanda - Parte2.

Conmigo.

A Suho le quedó claro que se había enamorado de Sieun. Tal vez incluso más que un enamoramiento, aún no estaba muy seguro. Cada vez que Beomseok entraba a sus aulas durante los descansos, Suho estaba al lado de Sieun, imponiéndose en sus conversaciones.

Beomseok parecía molestarse a veces pero Sieun nunca decía nada, a veces agarraba su dedo. Se convirtió en un hábito para el más pequeño sujetarlo de esta manera y eso nunca dejaba de hacer que el corazón de Suho se acelerara. Sentía que Sieun le pertenecía de alguna manera y eso lo llenaba de orgullo, especialmente cuando lo hacía frente a Beomseok.

Hoy fue así. Beomseok vino durante la pausa del almuerzo para invitar a Sieun a comer juntos. Suho sintió la malvada presencia de su rival en la habitación y casi saltó de su silla para ponerse al lado de Sieun.

Se dio cuenta de que Beomseok probablemente no estaba interesado en Sieun de la misma manera que él, pero no estaba dispuesto a correr el riesgo. Sieun era demasiado atractivo, incluso un hombre heterosexual se enamoraría de esos ojos.

–Lo siento, hoy comeremos juntos. —respondió Suho antes de que Sieun tuviera tiempo de aceptar la petición de Beomseok.

–¿Lo haremos?. —Sieun miró fijamente a Suho durante unos segundos antes de volver a centrar su atención en Beomseok—. Sí, lo haremos. —Y justo cuando Suho estaba a punto de declarar la victoria, añadió—. ¿Quieres unirte a nosotros?.

Suho estaba de mal humor. Comió su comida sin decir una palabra mientras los otros dos charlaban. Lo peor fue que Beomseok realmente parecía un buen tipo. Probablemente podrían ser amigos si él no mirara a Sieun tan intensamente.

El resto de la tarde pasó borrosa, principalmente porque Suho durmió durante todo el proceso. Unos cuantos golpes en el hombro y luego en la mejilla lo despertaron. Saltó sobresaltado, hasta que vio que no era otro que el chico de sus sueños, parado justo frente a él. Le lanzó una mirada inquisitiva, sabiendo ya lo que se avecinaba.

–Sesión de tutoría, mi hogar.

Como es habitual con Sieun, surgió como una demanda, no como una pregunta. Suho quería negarse, quería descansar por una vez después de pasar todo su tiempo libre estudiando, pero una mirada de Sieun y ya estaban en su motocicleta camino a su casa.

Suho no pudo evitar sonreír para sí mismo tan pronto como llegaron al apartamento. Sus ojos inmediatamente se dirigieron a los pies de Sieun y vio exactamente lo que esperaba: lindos calcetines que contrastaban con el resto de su ropa. Eran de color lavanda con un conejito blanco. Sintió un calor en el pecho al verlo.

Cuando terminaron de estudiar, ya era de noche y afuera llovía a cántaros. Decidieron esperar viendo algunos episodios de un drama que habían comenzado hace un tiempo. Pasaron unas horas pero la lluvia se hizo más intensa.

–No creo que puedas volver a casa así. —dijo Sieun mientras miraba por la ventana—. Será mejor que duermas aquí.

Aquí estaba otra vez, sin hacer preguntas.

El corazón de Suho se aceleró ante la idea de pasar la noche aquí con Sieun. Apartó esos pensamientos antes de aceptar. De todos modos, no tenía muchas opciones a menos que quisiera tener un accidente.

Por primera vez, Suho pudo ver el dormitorio de Sieun. Estaba limpio y tenía todo lo que esperarías de su habitación. Caminó hacia su armario y le entregó algunas de sus prendas de gran tamaño. Suho se cambió en el baño.