Prefiero besar que contarlo.

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–¡Mierda!, Casi lo tienes. —Suho gritó a la pantalla del televisor.

En el sofá, Sieun se sentó a su izquierda, con el controlador en la mano mientras intentaba controlar al hombre diminuto en la pantalla. En lo cual estaba fallando estrepitosamente.

–Aquí, dámelo.

Suho hizo un gesto hacia el controlador y Sieun se lo entregó aliviado de estar libre de los comentarios de Suho. Era el cumpleaños de Suho y él y Youngyi decidieron tener una pequeña reunión solo con ellos tres.

Habrían invitado a Beomseok, pero desde que se pelearon no han hablado con él durante días. Youngyi estaba actualmente en la tienda comprando más bocadillos para la película que planeaban ver más tarde, lo que llevó a Suho de alguna manera a obligar a Sieun a jugar videojuegos con él.

Sieun observó en silencio a Suho mientras jugaba, ya no interesado en el juego. De todos modos, a él le gustaba más esto, mirar, observar.

Suho tenía un puchero firme en sus labios que usualmente aparecía cuando estaba concentrado. Sieun siempre lo había encontrado adorable pero nunca le diría eso a Suho.

Lo notó por primera vez cuando estaban estudiando juntos para un próximo examen que Suho necesitaba desesperadamente aprobar.

Suho había mirado a Sieun brevemente, esperando obtener ayuda con un problema con el que estaba claramente frustrado, y Sieun se encontró con un puchero y un Suho quejándose.

Sieun se ha acostumbrado a los frecuentes quejidos de Suho; sin embargo, Sieun descubrió que le gustaba mirar los labios de Suho ese día.

–¿Algo que te guste?.

Sieun parpadeó y finalmente se dio cuenta de que Suho lo había notado mirándose descaradamente los labios. No tenía idea de cuándo Suho había dejado de jugar, pero se maldijo a sí mismo por distraerse irremediablemente.

Aclarándose la garganta, Sieun se volvió para mirar la pantalla del televisor y la señaló.

–¿No deberías volver a jugar?. —Él se quedó inexpresivo.

–Depende. —comenzó Suho—. Algo más me llamó la atención.

Sieun suspiró. Sabía exactamente hacia dónde iba esto.

–¿Que era?.

–Te lo diré si me cuentas qué te llamó la atención primero.

Sieun no tuvo que mirar hacia Suho para ver la sonrisa engreída formándose en su rostro.

Suho tenía esa cosa de que cada vez que Sieun cometía un desliz, lo convertía en una oportunidad para coquetear con él.

Lo cual, en retrospectiva, a Sieun no le importaba, solo deseaba que no sucediera siempre a sus expensas. A menudo lo dejaba sonrojado y tenía que ocultarlo con su sudadera con capucha porque Dios no lo quiera, dejó que Suho viera el efecto que tiene en él.

Sieun mantuvo su mirada en la televisión mientras comenzaba a jugar con las mangas de su chaqueta.

–¿Por qué quieres saber?.

–Tengo derecho a saber por qué alguien me estaba mirando a la cara, ¿no?. —Suho dejó el controlador sobre la mesa de café frente a ellos, girando completamente su cuerpo para mirar a Sieun—. ¿Qué tal si jugamos un juego?”

–¿Por qué no podemos seguir con el juego que ya estabas jugando?.

Sieun no quería admitir que lo pillaron mirando los labios del chico, pero Suho era una fuerza imparable y Sieun no era exactamente un objeto inamovible.

Suho and Sieun - OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora