Capítulo 4.

0 0 0
                                    

Cuando llegaron a la isla Ulleungdo, Mok Seok, se veía bastante nervioso y desorientado, sus ojos demostraban que había estado llorando, pues estaban rojos e hinchados, de hecho, casi por inercia se había comenzado a apartar de Lyon y si éste le hablaba, simplemente lo ignoraba y en cuanto tuvieron la oportunidad ambos desaparecieron del grupo, fueron corriendo a la farmacia que había dentro del aeropuerto.

Mok Seok, si le indicó que pastillas tomaba al mayor y fue este quién las pagó, aún así era el menor quien traducía todo, Lyon, no le dijo nada sobre que había aprendido coreano durante estos últimos cuatro años y que podía entender todo lo que les decían.

Al notar que el menor se había distraído, le robó un beso frente a los vendedores, quienes se quedaron bastante choqueados al ver aquella muestra de amor.

— ¿Qué haces? Aquí no está bien hacer esto en público, la gente es bastante reservada, los omegas no pueden ser marcados antes del matrimonio ni tener relaciones sexuales antes de éste... Y sinceramente, yo ya incumplí ambos... Mis abuelos me van a matar porque prometí no acercarme a ti y a tu hermano, y que no dejaría que me marcarán y no tendría sexo... —comenzó a balbucear el menor bastante nervioso, siendo acallado nuevamente por un beso de parte del mayor.

— Está bien, tomaré toda la responsabilidad y me casaré contigo ahora mismo, podríamos pedirle a tú tío político que sea nuestro testigo y oficiante. Quiero estar a tu lado por el resto de nuestras vidas. —aseguró el pelirrojo—. Eso si, espero que no pienses que solo son palabras vacías y que lo digo porque me siento obligado a hacerlo, porque no es así, estoy enamorado de ti desde hace bastante tiempo y haría cualquier cosa por ti y tú felicidad.

— Aún somos menores de edad, no nos van a dejar casarnos —dijo completamente avergonzado y sin decir nada, solo atrajo al mayor robándole un beso, como si estuviera correspondiendo sus sentimientos—. Regresemos antes de que los demás se den cuenta de que nos fuimos y nos metamos en problemas.

— Pero debes tomarte la pastilla primero, así que vayamos a comprar algo de beber —dijo el mayor besando al menor.

— Aww, que lindos, se desaparecen de repente y están en la farmacia comprando anticonceptivos. —dijo Gu Jae Byun riendo bajito—. Apresúrate y tomate la pastilla, tu abuelo me matará por dejar que tú y tu alfa estuvieran juntos durante todo el viaje y si quedas en cinta me irá mucho peor. —dicho esto, procedió a lanzarle una botella de agua haciéndoles un gesto para que lo siguieran y así lo hicieron.

Mok Seok se tomó de inmediato la pastilla anticonceptiva, Lyon lo tomó de la mano sonriendo ampliamente, cosa que a él lo hizo sonreír también. Jae Byun, los miraba de reojo recordando cuando había tenido su romance juvenil con el primo de Mok Seok y que los habían obligado a separarse por ser de estatus sociales diferentes y solo por ser un beta que no podría darle descendientes a la familia Jin.

— Seré su testigo para su matrimonio, tendremos que separarnos por un momento del grupo, así ya no los podrán separar, pero tengo una condición.

Ambos menores se sorprendieron al escucharlo hablar en un español perfecto. Sin embargo, no dijeron nada, solo se quedaron en silencio esperando a que les dijera cuál era esa condición.

— Deberán pelear por su amor con todas sus fuerzas, jamás desconfiar del otro y siempre hablar las cosas. No dejen que nadie los separe.

— Lo juro por mi vida, preferiría morir peleando para quedarme al lado de Mok Seok y demostrar que soy digno de él, antes que simplemente apartarme de su lado.

— Lo mismo digo... Yo no quiero vivir una vida lejos de Lyon, preferiría morir... —admitió el menor completamente avergonzado.

— Bien, entonces los casaré en cuanto tengamos un tiempo. Conste que solo lo hago por ti, Mok Seok.

Suspiros de Lamentos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora