Capítulo 2.

0 0 0
                                    

Después de aquel día, Mikhail, seguía ignorando a Mok Seok en la escuela, sin embargo, aún así continuaba yendo a buscarlo y dejarlo por la mañana y por la tarde respectivamente, si bien, el menor podía ir por su cuenta o con Lyon, Mik, se aferraba a la idea de ser él quien lo acompañe.

Y cada vez que su hermano menor se acercaba a Mok Seok, le decía que alguien más lo buscaba, provocando que éste se tuviera que alejar de su amigo. Por otro lado, Mikhail y su novia se la pasaban discutiendo, de hecho, en más de una ocasión el mayor se iba a la azotea y se encerraba allí con el pelinegro durante todo el receso.

Aunque no se podía negar que en más de una ocasión habían terminado besándose y teniendo sexo oral en la azotea durante el periodo del almuerzo, sin embargo, siempre era porque Mikhail forzaba a Mok Seok, ya sea usando sus feromonas para doblegarlo o simplemente amarrando las manos del menor por detrás de su espalda y los besos casi siempre se los robaba mientras el menor dormía.

Al menos, no tendría que sufrir de aquellas acciones por un tiempo, Mikhail, había ido a un evento importante con su padre, mientras que Lyon y su madre se quedaron en la ciudad. Tenían fin de semana largo, así que los amigos se habían puesto de acuerdo para hacer una pijamada en casa de Lyon.

— ¿En qué estás pensando? ¿Te sientes mal de nuevo? ¿Kukki, por qué no me dices quién te marcó? O por último déjame llevarte a una clínica para que eliminen la marca, te está haciendo daño... —dijo Lyon mientras acariciaba suavemente el cabello de su amigo, quién estaba tumbando boca abajo en la cama del contrario.

— No puedo hacer eso... Sabes que si voy a cualquier clínica mis abuelos se van a enterar y me van a matar... —respondió antes de simplemente girar hasta poder acostarse de tal manera que su cabeza quedara en las piernas del pelirrojo—. Esta es la primera vez que me dejas entrar a tu cuarto, todo huele a tus feromonas y por alguna razón me siento más relajado que en mi casa... —susurró antes de simplemente acurrucarse escondiendo su rostro en el vientre del contrario, quedándose dormido de inmediato.

El mayor esperó que el pelinegro se durmiera bien antes de con cuidado quitarlo de sus piernas para poder acostarlo bien en la cama, lo cubrió con las mantas y se acostó de inmediato a su lado, sonriendo por inercia cuando su amigo se acurrucó encima suyo, abrazándolo con fuerza.

— Extrañaba estar así contigo, de niños solías dormir siempre conmigo, pero desde que te fuiste hace cuatro años de repente cambiaste conmigo, ni siquiera te diste cuenta de que era yo quien te acompañaba siempre, en cambio, pensaste que era Mikhail y solo tienes ojos para él... Yo era tú alfa, pero lo preferiste a él... —susurró el pelirrojo mirando al menor dormir para posteriormente besar su frente con cariño—. Aún sí tardas mil años en darte cuenta de eso, voy a estar esperando por ti, no tengo prisa de que te des cuenta, lo que sí, creo que no podré perdonarte fácilmente es que te hayas acostado con él y que te hayas dejado marcar por Mik, ese idiota llegó a restregarme en la cara su gran "azaña"...

Al rededor de una hora más tarde, Mok Seok, se despertó al sentir que la cama a su lado estaba desocupada, tanteo el colchón intentando encontrar a su amigo, a la vez que trataba de forzar la acumulación de energía en sus ojos para poder ver, por alguna razón se sentia extremadamente ansioso y asustado al estat solo ene sa cama, al menos hasta que escuchó una voz relativamente cercana y sumamente preocupada.

— ¿Kukki? ¿Qué ocurre? ¿Qué estás buscando? Espera un segundo, ¿estás tratando de forzar la vista? Eso es peligroso, detente... Solo me fui a duchar, no quise despertarte... —dijo el mayor sentándose de inmediato junto al menor mientras se afirmaba la bata de baño—. Tranquilo, ¿qué pasó? ¿Por qué estabas llorando? —preguntó secando las mejillas del contrario con gentileza, aunque se sorprendió bastante cuando éste lo abrazó sin decir nada, escondiendo su rostro en su torso.

Suspiros de Lamentos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora