Suspiros de Lamentos.

Capítulo 8.

Xi Hua se había quedado completamente dormido abrazado a Mikhail, aún montándolo, el más alto, simplemente acariciaba con suavidad los cabellos del mayor, sintiéndose completamente culpable por lo que había hecho y sobre todo por hacerlo llorar, besó la frente del contrario de forma tierna, al sentir que su pene ya no estaba atrapado en el interior del contrario, simplemente sacó su miembro de su interior con cuidado.

Con un movimiento ágil pero cuidadoso lo dejó acostado en la cama a su lado, para posteriormente ir al cuarto de baño, dónde llenó la tina con agua templada, nuevamente regresó a la habitación tanto por toallas como por aquel omega dormido. Lo tomó con cuidado para llevarlo al baño, donde comenzó a lavarlo de inmediato después de que lo dejó en el agua. Por inercia se acercó a él y lo besó tiernamente, aunque se apartó preocupado al sentir como se removía, se quedó quieto expectante y al notar que el mayor sólo se había acurrucado más en él, una sonrisa de satisfacción y gratificación se dibujó en sus labios. Tras terminar de bañarlo, simplemente lo volvió a tomar en brazos envolviéndolo en una toalla para llevarlo a la habitación.

De inmediato lo comenzó a secar y lo vistió rápidamente con una playera y un bóxer de su propiedad, verlo así lo hacia sentir extremadamente bien y feliz, no podía entender el por qué de ello.

Dejó un rápido beso sobre sus labios para luego simplemente correr al baño y darse una ducha de agua fría.

Regresó después de unos 15 minutos a su habitación y simplemente se secó y vistió lo más rápido posible, por inercia, se sentó al lado de aquel omega, comenzando a acariciar nuevamente su cabello con cariño, a la vez que liberaba feromonas calmantes intentando que aquel chico se relajase lo más posible, aunque no se dio cuenta cuando Xi Hua se despertó y se le quedó mirando en silencio.

No podía creer que aquel alfa que solía ser bastante idiota, podía ser tan tierno y gentil cuando se sentía culpable.

— ¿No piensas acostarte a mi lado? —preguntó acurrucándose un poco más a su lado.

—. ¿Uh? ¿Cuándo despertaste? ¿Te sientes bien? ¿Quieres que te de una pastilla para el dolor de caderas?

— Desperté hace poco, pero fue el tiempo necesario para poder ver tu lado tierno... Estoy bien, no te preocupes y gracias pero no, no puedo tomar medicamentos, mi cuerpo los rechaza todos...

— ¿Cómo lo haces con los medicamentos para aliviar tus ciclos de celo?

— No tomo ningún tipo de pastillas, ni anticonceptivos ni para controlar mis ciclos, solo hago aislamiento total cuando es mi periodo...

— Debe ser difícil no poder tomar medicamentos... Pero ahora me tienes a mi, te puedo ayudar con tus ciclos de calor.

Xi Hua solo se rio divertido antes de acomodarse de tal manera para que el menor se acostara a su lado, cosa que Mikhail evidentemente hizo antes de robarle un beso.

— Te ves lindo sonrojado, hyung —susurró sobre los labios ajenos.

— Cállate, no empieces de nuevo... Te lo digo altiro, no vamos a ir por una segunda ronda...

— Teóricamente sería una quinta vez, pero no te preocupes, no te haré nada, al menos no por hoy —bromeó antes de simplemente atraer a aquel Omega a él, haciéndolo que se acostara encima suyo—. Ahora, debes descansar, te haré un masaje en la cintura para que se te pase el dolor

— Lo que tienes de lindo, lo tienes de idiota, ¿lo sabías? —preguntó Xi Hua, antes de jadear por inercia al sentir como Mik le masajeaba las caderas—. Para, para... —se quejo retorciéndose ante las caricias ajenas.

— Eres bastante sensible ante mis toques... —rio el más alto antes de volver a besar a su acompañante, quién correspondió a aquella acción bastante confundido.