Son estos los momentos donde reconsidero cada aspecto de mí vida.
Uuuy que depresivo~
11:40 a.m
Me había dirigido a una silla, me senté, y todo mí entorno se calló, mí mente colapso, me ardía la oreja, me dolía el torso, no sabía cómo había llegado tan lejos, pero daba igual.
Mierda...
Cuando uno enloquece y comienza a insultarse a si mismo, significa que aún le queda tantito amor propio.
Esa voz en mí cabeza que no para de reírse.
Ey! Osea, si, pero no lo digas.
Ahhhhhhhhhh...
Apoyé las manos en mí cabeza, froté mis ojos, y rasqué el vendaje de mí frente.
Suspiro.
Oí unos pasos acercándose hacía mí.
Es... ¿Que día de la semana es?
Ni idea.
Había mucha gente, quizás solo fuera mera coincidencia.
Los pasos se detuvieron frente a mí, me quité las manos de los ojos, y ví a un hombre güero con un traje rojo parado frente mío, alto, no robusto pero tampoco delgado, usaba lentes oscuros de tipo aviador, tenía el cabello marrón, corto y parecía exaltado.
Disculpe... Lo puedo ayudar?
El sonrió y sin pena habló.
‘¡Claro! Verás Jin.’
¡¿Cómo verga sabe mí nombre?!
Pensé enseguida.
‘Seré breve, me apellido Morgningstar.’
Y me extendió la mano.
...
Y adivino... Te llamas lucifer...
Dije tranquilo.
‘¡Así es!’
‘¡Que asertivo!’
‘¡Vine a saludarte!’
¿Cómo?
‘Ya sé, suena ilógico pensar que el rey del inframundo vendría a ver a un mortal.’
Comienzo a creer que la pérdida de sangre ha afectado a mí cerebro.
¿Que verga...?
Delirante~
‘Poquito confundido te veo.’
Eres una alucinación, verdad?
‘Bueeeeeeno, si quieres verlo así, no veo por qué no.’
Se encogió de hombros.
‘Solo quería decirte que, cualquier cosa que tuvieras pendiente, sería capaz de meter las manos al fuego por ti.’
Y de boca del mismo diablo, nunca mejor dicho.
‘¡Claro!’
Ve a divertirte con Jack, tu y yo hablaremos en otro momento.
‘No menciones a ese desgraciado arrogante.’
Su tono de voz cambió, se volvió más fuerte, y en sus ojos brillaron un par de fogones, sin duda era reacción de Lucifer.
