Nunca te preocupes por la distancia, porque siempre voy a querer estar contigo.
•••
Era impresionante como el tiempo pasaba, incluso cuando Magnus se sentía atascado en el mismo sentimiento día tras día el mundo parecía no querer detenerse a su espera.
Ya era navidad. Navidad un año atrás de su divorcio.
La nieve caía con una veracidad imponente, los niños estaban tan extasiados por la fecha que no pudo decirles que no cuando preguntaron si su padre podía asistir.
Estaba nervioso, aterradoramente esperanzado.
¿De qué? no estaba seguro... pero era tal y como se sentía.
Fue abrumador, tenerlo justo frente a él con ese estúpido aire de testosterona y elegancia fue abrumador.
- ¿Puedo pasar? – cuestiona y se tienta a negar.
- Si – murmura, y nota que sabe, sabe que aún se muere por él.
Todos están en el jardín, los niños ríen con Izzy y Simon sobre cualquier tontería que salga de la boca del segundo, Maryse mira las estrellas con Robert y los amigos del moreno permanecen en una mesa, contando viejas historias de alguna de sus muchos viajes.
Toma camino a la cocina en un intento por ignorar al más alto.
Este lo sigue, colocándose justo detrás de él, tan cerca que siente su respiración sobre su cuello, tan cerca que le ardió el cuerpo... tan cerca que desea darse la vuelta.
El único pensamiento que paso por su cabeza fue que quería verlo así de cerca. Simplemente verle y escuchar su voz. Antes de darse cuenta Alec comenzó a hablar, con ese tono firme y cálido.
- Magnus – murmura sobre su oído – dime que me quede – ruega – Solo dilo... dilo y seré tuyo, dilo y dedicare el resto de mi vida solo a ti –
Como deseaba decir que si, como deseaba saciar cada uno de sus deseos.
Alec debía irse, su padre necesitaba que supervisara una de sus oficinas en Los Ángeles por unos años.
Si decía que no... si tan solo decía que no.
- N-no - no te vayas, termino de pensar, pero no de decir.
Lo vio, el rayo de tristeza que pasó por sus ojos al imaginar que le decía que no... que no se quedará.
- Papá – escucho tras de él con alegría, Max.
La noche siguió... no pudo pedirle que se quede y su corazón volvió a romperse tras su partida.
ESTÁS LEYENDO
Si quieres que me quede - Malec
Fanfiction- ¿Puedes hacer eso por mi? - suplica entre lágrimas - te lo ruego, nunca te rogué antes y de verdad no quiero hacerlo pero te lo suplico - solloza sonoramente - si quieres que me quede... si quieres que te ame con esa misma intensidad tienes que ha...