Tres

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Lo difícil es olvidar a alguien con quien olvidas todo

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Movió uno de los muebles a la dirección contraria en la habitación, los niños estaban en la escuela y no era difícil iniciar la limpieza con ellos ahí.

No era un día importante, era tal como otros. Aún siendo así, se sentía especialmente deprimido y como única escapatoria a las cavilaciones que azotaban su mente realizó la limpieza.

Principalmente se sintió mal, por no querer ir a visitarlo, estaba tan agotado de lidiar con los niños, el trabajo, las deudas y Alec.

Necesitaba a Alec, más que nada eso era lo que quería, tenerlo aquí como apoyo. Se sentía deprimido, frustrado... tan malditamente agobiado por todo.

Así que limpia, trata de tener la casa ordenada para olvidarse de la realidad de afuera. No quiere hablar de Alec, ni de la educación de sus hijos y mucho menos de lo poco capas que es para hacer eso, él sabe que puede, quiere demostrar que así es.

Pero es miserable, se siente miserable cada minuto del día cuando sus hijos le piden dinero para la escuela y pelea internamente por ello. Su trabajo es difícil ahora porque tiene que llevar a los niños a la escuela a la misma hora que empieza su jornada, lleva trabajo a casa y se desvela noche tras noche para lograr terminarlo sin dejar de pasar tiempo con los niños.

Se siente solo, pero no desea tener a nadie que no sea el hombre de ojos azules para hacerle compañía. Hace planes para salir pero nunca se sienten correctos.

Máx y Raphael siempre están ahí cuando se encuentra perdido, sostienen sus manos y acarician su cabello con delicados roces, lo hacen reír cuando esta triste y disfrutan verle cuando desborda felicidad. Su hija aún es pequeña, entiende que papá está en un sueño profundo en el que está bien y también sabe que papá la escucha cuando le habla, le pide siempre que cuide a Magnus, que no le gusta verle triste.

Se esfuerza todo el tiempo por sus hijos con la esperanza que nunca les falte nada, ni siquiera él... se esfuerza, lo hace durante cada día pero es difícil.

Se siente derrotado.

Sabe internamente que no es culpa de nadie pero no puede evitar gritarles  a su ex-esposo y al universo a pesar de que no lo escuchan por dejarle esta prueba tan grande de la que confirma no ser lo suficiente capas de llevar a cabo, es precisamente de eso a lo que teme, fallarle a su familia.

Exhala derrotado de divagar y se dispone a seguir con la limpieza, sube a su habitación, mueve más muebles y revisa cajones.

La ve ahí... justo como el día en que llego con un hermoso sobre azul, ese tono en específico que le recordaba a los ojos de su amor, esta ahí.... sobre la pulgar madera, el papel es bonito pero ahora se encuentra descartado de tanto ser doblada y desdoblada.

Lo toma entre sus dedos con inquietudes albergándole, toma asiento sobre la cama tomando las cobijas para cubrirse conociendo que si la abre y ve el contenido ya tan conocido terminará en un mar de lágrimas.

No le importa, siente que necesita leer esas palabras para sobrellevar un día como hoy y lo abre, lo hace para recordar que Alec siempre está ahí, aún ahora que no es capaz de estarlo.

"Si he de recordar con añoranza cada momento a tu lado, mi favorito siempre será el día que te conocí, anhelante de verte durante cada día con la espera de encontrar una forma de captar tu deseaba atención. Era completamente consiente de la diferencia de edad entre nosotros, de los problemas que tendríamos luego de hacer conocer una posible relación si me aceptabas, cada día me martirizaba con ideas pragmáticas sobre lo que podía suceder si daba rienda suelta al amor que siempre profese por ti, después de pensar y pensar me di cuenta que quizás lo que otros llegarán a imaginar no tenía importancia mientras tú me amaras con la misma intensidad con la que yo lo hago.

Fue perfecto, cada día a tu lado fue como volver a ver la luz después de un encierro, respirar aire puro en medio de un campo contaminado. Cada cosa que hacía por ti o para ti se sentían más que correctas, cada vez que te besaba sentía que podía amarte hasta el último día de mi vida. El mayor error que cometí fue quebrantar tu confianza, la sola aparición del recuerdo me destruye, jure amarte frente a cada miembro de nuestra familia y créeme que eso no a cambiado.

Mi castigo ante el dolor que te cause es algo más que no estar casados. Se me a prohibido tocarte, olerte, adorarte... saborearte, dominarte a tal punto se hacerte perder la cordura.

Cuánto daría por devolver el tiempo, por apreciar con más intensidad los momentos a tu lado que no conocía serían los último.

Se que puedes vivir sin mi, eres tan capaz de llevar la corona entre los dos, tan capas de mantener a nuestros hijos a salvo sin dejar que algo les faltara. Se que si algo me pasara lo que menos necesitarías es mi ayuda porque siempre sabias como afrontar las cosas que se te cruzaran, como solucionar lo inimaginable y terminar con una encantadora sonrisa que opaca a el sol.

Pero yo... yo si te necesito, cada maldito día te necesito"

Esta equivocado, lo necesitaba, más que nunca él lo necesitaba.

Si quieres que me quede - MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora