𝙎𝙞𝙥𝙣𝙤𝙨𝙞𝙨
★Ha hecho algunas cosas realmente tontas a lo largo de los años, robar a hombres peligrosos para alimentarse, luego unirse a la mafia de dichos hombres peligrosos y luego quedarse en la mafia sabiendo que las alas escondidas debajo...
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Quackity permanece suspendido en la oscuridad durante mucho tiempo. se aferra a la oscuridad como un niño a su manta favorita, aferrándose a ella con todas sus fuerzas, buscando consuelo y seguridad
Cada vez que la oscuridad se escapa de sus dedos, hay dolor, miedo y ruido. Hay verde y rosa en su visión, a veces marrón y amarillo. Hay un sentimiento de maldad que abruma su cerebro de pajaro, diciéndole que todo es malo y desagradable. Como si su cuerpo fuera leche vieja que estuvo todo el día al sol
Es asqueroso y horrible.
Así que agarra la oscuridad con fuerza, la aprieta cerca de su pecho y enrosca todo su cuerpo alrededor de ella para que no pueda ser robada.
Y, sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, una mano siempre arranca la oscuridad de él, lo empuja sin ceremonias fuera del vacío y de regreso a su cuerpo, por lo que se despierta jadeando, buscando algo que no conoce, rogando consuelo.
Justo en el momento, Quackity siente que algo arranca la oscuridad de sus manos, quitando sus dedos uno por uno de su cómoda manta . Lo aprieta con más fuerza, intenta sacarlo del alcance del intruso, pero sus músculos se traban y se niegan a dar más que un suave tirón.
—"Vamos amigo, te necesito para esto"–
Una voz corta el silencio del vacío, una vez que sus sentidos comienzan a regresar, significa que pronto le seguirá el dolor.
Él chirría desesperadamente, retorciéndose cuando su cuerpo comienza a estallar de dolor
El dolor llega como lluvia, lentamente al principio y luego de golpe. Su cuerpo sufre espasmos por lo repentino de todo, y agudos chillidos cortan el aire.
–Herir. Herir. Ayuda. Su mente grita.
–Aquí. Rebaño. Seguro. Algo responde. No cree que nadie haya respondido nunca antes de la oscuridad y el dolor, pero ahora sí lo ha hecho.
–Ayuda. Ayuda. Dolor. Lo intenta de nuevo.
–Rebaño. Seguro. Protectora . Una voz baja responde con un resoplido.
¡¡Pero es mentira!! ¿Por qué miente? No está a salvo, está herido. Está muriendo. Si hubiera un protector, no estaría herido.
Aunque no tiene protector.
Esperar. Detrás de los ojos cerrados brilla la imagen de un reloj de oro con piedras brillantes.
Un recuerdo lejano del rosa y una promesa silenciosa de "te protegeré" resuena en su mente. ¡Sí! ¡Sí! ¡Tiene un protector! Pero, si es así... ¿entonces por qué le duele tanto?
