Identidades.

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Comencemos con una pregunta... ¿Quién eres?, piénsalo, detente realmente a reflexionarlo, eres acaso, ¿tu nombre?, que eso ni siquiera lo escogiste tú, fue la forma en la que decidieron llamarte tus padres para no confundirte con otras personas, y eso si tienes suerte de no encontrarte a tu tocayo en el camino.

Eres, quizá... ¿tu profesión? vamos, quizá ni te guste tu trabajo, y si te gusta, posiblemente en otras circunstancias ni trabajarías, solo es algo que haces porque te lo impuso el sistema de la sociedad para sobrevivir.

Bueno, quizá eres un hijo, un sobrino, primo o padre, pero... ¿tu deseaste serlo? o la biología y el árbol genealógico, te indico que, así debía ser, quizá ni siquiera disfrutes estar en familia, y cuando lo disfrutes, te darás cuenta que ni con tanta gente, podrás evitar sentirte solo.

¿Qué eres?, ¿hombre?, ¿mujer? ni te dieron tiempo de escoger si debías mear de pie o sentado.

Entonces, dime, ¿qué eres, en realidad? olvidémonos de las etiquetas y conceptos sociales, olvidemos nombres y familiares, concentrémonos en saber, ¿quién eres? y... ¿Solo, eres?

¿Qué es ser?, se está poniendo complicado, pero así me siento yo en mi día a día, no estoy segura si realmente soy tantos conceptos e ideas, o puedo ser algo más, que salga de la humanidad, que salga del cajón, que cuando alguien me vea, no pueda darme ningún nombre, ninguna idea, ningún concepto o identidad. 

Solo soy, y aunque no sé qué es ser, lo hago.

El verdadero prólogo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora