–¡Ven y sana mi dolooooor, tienes la cura de este amooooor! – cantaba Pipe mientras buscaba la llave inglesa que Matías le había pedido. Tenía el altavoz a un volúmen considerable conectado al teléfono del chico, que había llegado hacía nada.
Juani bufó. –¿No te cansas de esa música de abuelos? – Matías ni siquiera conocía aquel tipo de canciones antes de encontrarse con el muchacho en la universidad; Pipe tenía un gusto musical bastante peculiar, y realmente escuchaba canciones antiguas, de aquellas hacía mínimo unos trescientos años. Debía admitir que tenían un ritmo fiestero bastante pegadizo, y venían bien para subir el ánimo para trabajar. Juani no era muy fan. – Es más anticuada que nada que haya visto en mucho tiempo.
–Hago este llamado para que tu vuelvas, ¡tú no ves que estoy sufriendo es muy dura esta guerra! – siguió Pipe, ignorando por contrario a Juani, que rodó los ojos cuando su amigo se puso a bailar por el garaje. Matías le echó un ojo a Enzo, que parecía bastante descolocado con el tipo de música que ponía el contrario. Su dúo de amigos era relativamente peculiar, aunque los tres funcionaban realmente bien juntos, uno no diría de primeras que eran colegas.
Pipe llegó donde él estaba de un salto, sorprendiéndole un poco. –Dale, Matías, ¡vente a bailar!
Y no le dio tiempo a decirle que no, porque lo agarró de las manos y tiró de él; tuvo el tiempo justo para dejar la llave inglesa encima del cuerpo del androide para que no se le cayera al suelo. Pipe le hizo girar y no pudo evitar reír. Dio una vuelta sobre sí mismo y se puso a cantar, aquella sí que se la conocía un poco, porque ya la había escuchado en el altavoz de su amigo en alguna ocasión. – Ven aquí rápido, ven aquí rápidooooo
–¡Es un llamado de emergencia baby! – Rió al oírlo, luego Felipe fue hasta Juani para tratar de sacarlo a bailar, este se negó en rotundo, con los brazos cruzados sobre el pecho. –Venga, no seas tan aburrido. – Juani volvió a negar, pero estaba aguantándose una sonrisa, mientras Pipe le bailaba para tratar de convencerlo.
Matías echó una mirada tras él, Enzo seguía en su sitio, le seguía los pasos con la mirada. Estiró sus brazos hacia él. – Vente. – el androide dudó, sabía que no era una orden, Matías nunca le ordenaba nada; se lo estaba pidiendo.
–No sé bailar esto.
–¿Y te crees que yo sí? Dale, solo tienes que moverte. – No esperó a que llegase, fue a buscarle, le agarró de las manos y los arrastró a la parte donde había más sitio.
A Enzo le costó un poco moverse al principio, luego pareció ir pillando el ritmo de la canción; Matías no sabía bailar, nada en general, pero aquel tipo de música todavía menos. Había ido a algunas fiestas en la universidad, no es que le hubieran encantado en su momento, pero algo se sabía mover; con aquello que escuchaba Pipe era algo más difícil, aunque él parecía llevarlo bastante bien. Juani se estaría muriendo de vergüenza allí mismo si hubiera más gente. El de rizos trataba de seguir sus pasos, aunque no se le daba realmente bien.
Enzo lo hizo girar y tiró de él para acercarlo, Matías rió, giró y estuvo a punto de tropezarse con un trozo de chapa que tenían en el suelo.
La canción duró un rato más, en el que Pipe cantó y bailó como si fuera lo más divertido del mundo. Luego, Matías les hizo volver a lo que estaban haciendo; reparar al androide.
Se habían puesto los tres manos a la obra y no habían tenido un solo rato libre desde entonces. Cada uno se iba a su trabajo cuando podía, dormía unas cinco hora y luego volvía al trabajo, aunque era realmente Matías el que hacía la mayor parte, Juani y pipe hacían todo lo posible por ayudar en lo que fuera necesario y que el trabajo se hiciera ameno.
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Project Human: Matienzo&Kukufran
Science FictionA Matías le regalan un androide para protegerlo. Al Inspector Kukuriczka le asignan la investigación de androides divergentes. Año 2357 la raza humana ha progresado tanto en el sector de la tecnología que ahora cuenta con Androides, máquinas perfect...