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El desayuno pasaba lentamente por mi garganta está mañana se veía tan insipida y amarga que no podía disimular mi mal humor.

—Alguien no está de buenas—Dijo Jake mientras reía con Jungwon

—Creo que no le han dado una buena sacudida—Fulmine con la mirada a Jungwon

Claro como a ti si te han sacudido

—Mira Sunnie si no la han hecho es porqué solo te concentras en pingüinito y no a tu alrededor

—Eso es verdad como por ejemplo, aquel chico de allá que siempre te mira con ganas—dijo Jake señalando con la mirada a un chico en una mesa a unos cuantos metros, voltee para nada discretamente y me encontré con un chico delgado y de linda sonrisa que me miraba como si yo fuera algo precioso para el, le devolví la sonrisa e incluso lo mire detallandolo un poco, era bastante atractivo

La risa de Jungwon llego a mis oídos y es que conocía sus diferentes risas y está era esa que hacia cuando el hacia una travesura, voltee a verlo

—Ahora alguien más está mirándote pero no con ganas de follarte si no con ganas de matarte

Mi mirada se fue directamente a aquella mesa familiar dónde los respetables señores Park desayunaban con sus hijos y sus aires de grandeza inundaban el lugar.

La mirada azulada y hermosa de mi tierno pingüinito estaba en la mía con un poco de profundidad como si realmente estuviera molesto, yo debería estar molesto no el, entonces quite mi mirada de la suya y seguí desayunando entre conversaciones triviales y chistes con Jungwon y Jake, hasta que habíamos terminado y era hora de la clase de etiqueta

Como si necesitara esa porquería

Antes de levantarme sentí la presencia de alguien detrás de mi y un papel doblado se colo en uno de mis bolsillos

—Te esperare bonito—susurró aquel chico en mi oido para después alejarse e irse colándose entre los demás

—Vaya eso fue erótico—Jungwon me saco del trance y como si fuera una alarma inmediatamente voltee hacia Sunghoon pero el no estaba allí, suspiré con alivio, no se porqué me aliviaba pero lo hacía

Me levanté caminando fuera del comedor hacia los pasillos, aún teníamos un tiempo de descanso antes de la clase de etiqueta, la curiosidad me gano y abrí el papel

En el cuarto de limpieza junto al baño principal, ahí te estaré esperando bonito

Kai

Bastante atrevido me había salido el sonriente chico, sin saber porqué, mis pies me guiaron a mi dormitorio con la excusa de querer cambiarme de ropa antes de la clase, llegué a el guardando el papel en mi bolsillo, pero al entrar me encontré con algo o más bien alguien que ya me esperaba allí con sus brazos cruzados y su ceño fruncido

—¿Que haces aquí?—cerré la puerta detrás de mi—es peligroso que nos veamos a plena luz del día y lo sabes

—Pásale seguro a la puerta—su voz sonaba grave y muy profunda ¿Dónde estaba mi pingüinito?

Trague grueso y pase el seguro de la puerta quedándome allí parado

—¿Que dice la nota?

—¿Eh? ¿Que nota?

—La que Kai te dió ¿Que dice?

¡Mierda! El si lo había visto

—Nada que te importe ahora por favor...

—¿Es así como quieres jugar?

—¿Jugar?

—Te he tratado bien por todo este tiempo, dándote mi cariño y mi compañía y tú, a la primera oportunidad que se te presenta de irte con alguien más lo haces

—Yo no me he ido con alguien más, sigo aquí Sunghoon

—¿Entonces no ibas a hacerle caso? ¿No te lo quedaste mirando e incluso le sonreiste por qué te atrajo?

—Bueno...yo...—el sonrió con burla

—Lo sabía, Jay tenia razón

—¿Jay? ¿En qué tenía razón?

—Olvídalo, no vale la pena ya—caminó hacia mi aún que sabía que no venía por mi, si no para irse pero no podía, simplemente no podía dejarlo ir sin explicarle que realmente no iba a ver al tal Kai porque aún que fuera muy lindo no me interesaba

Tome su mano antes de que llegara a la manilla de la puerta

—¿Estás molesto pingüinito? ¿Está celoso mi bebé?

Sus ojos se abrieron y el brillo que tanto me gustaba se reflejo en ellos

—Ibas a verte con el—murmuró sin dejarme de mirar

—Claro que no, venía a cambiarme de ropa para ir a la clase

—¿Entonces no quieres nada con el?

—¿Cómo voy a querer algo con alguien que ni siquiera conozco?

El sonrió y tomo mis mejillas dandome un corto beso

—Dimelo otra vez

—¿Que cosa?

—Ese apodo dímelo otra vez

—¿Te gusta?

—Me encanta

—Oh..mi bebé, mi lindo y sexy bebé

Sus mejillas empezaron a colorarse y sus labios empezaron a besar los míos con desespero

—Me encanta que me digas así pero..—otro beso—después de lo que te haré serás tú mi bebé Hyung...

¿Que quería decir?

Sus labios atraparon los míos con desespero en un beso húmedo y demandante haciéndome gemir de gusto por tenerlo comiendo mi boca, porqué sus besos eran tan ricos que incluso me había vuelto un adicto a ellos y cada vez quería más y más, sus manos soltaron mis mejillas y pararon en mi cintura apresandome contra el, aquel tacto tan erótico e íntimo causo un fuerte escalofrío en mi columna que me hizo jadear de sorpresa abriendo mi boca, el sonrió y bajó sus besos a mi mandíbula hasta el cuello dejando un reguero de besos húmedos allí, los pequeños jadeos salían de mis labios y cuándo pensé que no podía ser más erótico el momento lo escuché decir

—Se mío, entrégate a mi ahora mi amor y te juro, te juro que te haré ver el cielo...

Mis piernas se estremecieron y mi pene cosquilleo por aquellas palabras, el saco su cara de mi cuello para mirar mis ojos con una mirada indescifrable y aquí estaba ese Sunghoon que era tan caliente y malditamente sexy

—¿Tengo tu permiso?—preguntó sobre mis labios

¿Cordura? ¿Orgullo? ¿Dignidad? Eran cosas que ahora definitivamente no tenía

—S..si, hazme tuyo Hoonie..

Instituto Para Rebeldes || Sungsun & JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora