Instituto Para Rebeldes || Sungsun & Jaywon

21🏫

Decir que no me sentía en el limbo sería una completa mentira, porqué Sunghoon sabia dónde y como besar mi cuerpo, sabía lo sensible que era mi cuello y lo mucho que me gustaba sentir su lengua por toda mi clavícula, sentía que estaba devorandome, mis manos estaban inmóviles por una de las suyas juntandolas y presionandolas por encima de mi cabeza, ni siquiera podía tocarlo solo podía gemir bajito mientras el llenaba mi torso de besos húmedos que se podían oír en toda el dormitorio

—Tienes la piel más hermosa que he visto en mi vida—murmuro en mi oreja haciendo mis piernas temblar, estaba causando demasiadas reacciones en mi y no podía controlarme, su lengua rozó mis pezones haciéndome gemir, entonces el rio al darse cuenta de que era un punto débil para mí y volvió a pasar la lengua por encima de ellos, el cosquilleo recorría todo mi cuerpo mientras una de sus manos sostenía uno de mis muslos alrededor de sus caderas, sus besos bajaban de mi pecho hasta mi abdomen y ahí empezó a besarlo todo, pasando la lengua por mi ombligo

—¡Hoon!..

—Shh Hyung, no gimas tan alto

Asenti permitiendole besar y lamer mi piel sin ninguna vergüenza, dejando su rastro en ella como si le perteneciera por completo, su mano acariciaba mi muslo por encima del pantalón y su boca empezaba a descender hasta llegar a mi vientre, cuando su boca llego ahí un fuerte temblor se apoderó de mi, nisiquiera sabía que esa era una zona erógena para mí

Su risa ronca choco contra mi piel causando que está ser erizará por completo, el estaba llevándome a un nivel de placer que yo no conocía, sus dedos empezaron a jugar con el botón de mi pantalón hasta desabrocharlo y empezar a bajarlo, me sentía nervioso, ansioso y desesperado por el, una vez quitó mis pantalones los tiro a no se dónde porque nisiquiera me importo al momento, al ver mi piel y mi cuerpo casi desnudo sus labios se abrieron y un jadeo salió de ellos, empezó a recorrer todo mi cuerpo con sus manos causando un leve cosquilleo por el tacto

Y yo ya no soportaba más, también necesitaba tocarlo, besarlo, lamerlo y hacerlo sentir tan bien como el me estaba haciendo sentir a mi, por eso tome asiento en la cama viendo el desconcierto en su mirada, tome el borde de su camisa y empecé a levantarla para desnudar su torso y que santa mierda, porque el pingüinito tenía un dorso demasiado espectacular para mí vista, su abdomen era bastante marcado, pase mis manos recorriendo todo su dorso sintiéndome tan excitado por ese hombre que ¡Dios! Me encanta su cuerpo, enserio me encanta

Mire hacia arriba para encontrar su mirada fija en la mía, su rostro era perfecto y perfilado, mordía sus labios y tocaba mi cabello con leves caricias, sonreí ante la vista tan erótica que tenía de el y pase la lengua por su abdomen por cada cuadrito hasta la "v" que también lo adornaba, el echo su cabeza hacia atrás apretando su mandíbula y cerrando los ojos

Quiere matarme ese niño.

—Tan delicioso mi pingüinito

Y eso basto para que el tomara mi cabello alejando mi cara de su piel inclinándose hacia mi para darme un beso que me dejó sin aliento, para lamer mis labios e incluso pasar su lengua por mi mejilla como si quisiera probar cada parte de mi

—Ponte boca abajo para mí Hyung—su voz sonaba ronca y demandante y yo, yo soy débil

Me puse boca abajo levantando un poco mi trasero para darle una mejor vista y para mí sorpresa su mano se estrelló fuerte en una de mis nalgas, mi boca se abrió y mi cuerpo pedía mas, moví mi trasero de lado a lado incitandolo a más

—¿Quieres más mi amor?

Asentí incapaz de pronunciar una palabra y otra fuerte nalgada resonó en la habitación, cerré los ojos ante la satisfacción que sentía porque enserio todo esto me estaba llevando a otros niveles, sentí su respiración caliente en mi espalda besándola con pasión y leves mordidas hasta llegar a la parte baja dónde estaba el elástico de mi boxer, sus dientes lo tomaron entre ellos y con lentitud fue bajandolo por mi trasero hasta mis piernas y luego ya no tenía absolutamente nada de ropa en mi cuerpo, el volvió a ponerse detrás de mi y con sus manos empezó a amasar mi trasero con fuerza