Instituto Para Rebeldes || Sungsun & Jaywon

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Cada paso que Sunghoon daba, cada acción, cada reacción e incluso si respiraba o lo que comía absolutamente todo era vigilado por su madre, la mujer no toleraba que su hijo tuviera una perspectiva diferente a ella con respecto a la vida y su sexualidad, porque ella lo sabía, sabía perfectamente que Sunghoon era diferente, sabía perfectamente que le gustaban los chicos pero en su mente narcisista eso se debía a qué no había estado realmente con una mujer, después de Ni-ki Sunghoon no se acercó a nadie más, hasta que llegó Sunoo

Ella pensaba que ese Sunoo estaba empezando a confundir y dañar la mente de su hijo como alguna vez Ni-ki lo hizo, por eso había tomado una decisión y esperaba realmente que todo funcionará o tendría que actuar de manera diferente, pero de que alejaba a Sunoo de el lo haría como sea, por eso esa noche lo vio salir de su dormitorio una vez más como un escurridizo niño, está vez no dirá nada después de todo era cuestión de tiempo para que esos dos no volvieran a verse a escondidas nunca más.

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Mientras en otra habitación Sunoo y Sunghoon compartían el momento más caliente y erótico que nunca antes habían compartido

Y es que fue una total sorpresa ver el regalo de Sunghoon, consistía en juguetes sexuales y ropa interior muy erótica a decir verdad

Unas medias de mallas más arriba de las rodillas, las correas desde su cintura hasta sus piernas y un boxer de encaje del mismo color de las demás prendas, también había un dildo muy bonito de silicón y un vibrador

¿Dónde había quedado el tímido pingüinito? Si...se había ido y no existía en estos momentos..

Sunghoon apretaba las tiras de la correa en la cintura de Sunoo estrellandose en sus nalgas con fuerza una y otra vez, el ruidos chicloso y obscenos llenaban todo el dormitorio, una mano de Sunghoon cubría la boca de Sunoo mientras la otra jalaba la correa hacia atrás mientras arremetía fuerte en su interior

—Eres hermoso Sunoo—Sunoo cerró sus ojos sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojitos—Dios me vuelves loco, estoy malditamente loco por ti

Soltó la correa tanteando con su mano en el colchón aquel artefacto que había comprado para Sunoo, no le bastaba hacerlo gemir, sudar y venirse varias veces, el tenía que hacerlo gritar y retorcerse por el, ese era su fetiche realmente

Tomo el vibrador quitando su mano de la boca de Sunoo para ponerle este en los labios y que lo empezara a chupar, Sunoo muy lejos de rechistar lo hizo, empezó a chupar aquel vibrador como si fuera el falo del menor, el que había bajado la velocidad de sus estocadas hasta ya no sentirlas

Saco el vibrador de la boca de Sunoo al igual que su pene del interior del mismo, poniendo a Sunoo en cuatro en la cama, le dió el vibrador

—Enciendelo—Sunoo asintio sin decir absolutamente nada—presionalo en tu pene mi amor, juega con el

Sunoo trago grueso encendiendo el vibrador llevándolo a su miembro presionandolo contra el, subiendo y bajandolo, masturbándose con la vibración del artefacto

Una obra de arte era Sunoo para Sunghoon

Por eso con una sonrisa en su rostro se acercó a su entrada expuesta solo para el, empezando a lamerla con esmero penetrandolo con su lengua y al mismo tiempo amasando sus nalgas

—Mmg Sung-hoonie..—Sunoo se sentia morir ya no podía más era demasiado abrumador, demasiadas sensaciones Sunghoon era demasiado para el

Definitivamente no lo habían cogido tan bien en su vida

Aceleró los movimientos del vibrador en su pene mientras escuchaba los gruñidos de Sunghoon lamiendolo completamente como si fuera un dulce y amasable, el menor lo disfrutaba mucho y Sunoo ya sentía sus piernas y todo su cuerpo temblar con leves espasmo por el orgasmo que se aproximaba

—Ya n-no aguan..¡Ahhh!—el fuerte grito salió de su garganta cuando Sunghoon se alejo de su entrada dando una fuerte nalgada para meter dos de sus dedos rápidamente en su entrada haciéndolo venir en cuestión de nada

Así de bueno era su pingüinito

Sunghoon sonrió viendo como el vibrador caía de las manos de Sunoo, como respiraba con dificultad enterrando su cara en las sábanas alborotadas de su cama, su cuerpo caía lentamente con cansancio en la cama

—¿Te gustó mi amor?

—Mierda..s-si—gruño sintiendo las manos de Sunghoon en su cintura

—Que bueno, porque ahora es mi turno amor—Sunoo volteo a verlo por encima de su hombro, su cuerpo estaba sudado, las gotas de sudor caían por su abdomen marcado, su pecho subía y bajaba con fuerza, su mirada era oscura y su lengua lamía sus labios

—¡Dios! Estás tan rico..

Sunghoon sonrió jalando la correa con fuerza dejandolo sobre sus rodillas otra vez

—¿Ah sí? ¿Te gustó mi amor?

Sunoo tragó grueso sintiendo como el menor se adentraba lentamente en el otra vez, pero está vez era diferente la presión era más fuerte, sentía como si algo más desgarrara su interior, era un leve dolor pero mucho más placentero, Sunoo llevo sus manos a su entrada llevándose la mayor sorpresa de la noche

Su pingüinito lo estaba penetrando con su miembro y con aquel dildo al mismo tiempo

—¡¿Quieres matarme?!—Sunghoon rió

—No me respondiste Sunoo—empujó lentamente metiéndose aún más, Sunoo abrió su boca con demasía al sentir la gran intromisión—¿Te gustó? Dímelo Sunoo, por qué tú me gustas, me vuelves loco, me dominas...

Empujó fuerte en una estocada que volvió a empalar el miembro de Sunoo

—T-tu..—Sunghoon empezó a moverse rápidamente en su interior haciéndolo delirar, sus ojos giraban poniéndose blancos y la saliva salía de su boca por tanto placer—¡Mierda! ¡Tu me encantas! ¡Me encantas tanto Sung-Ahhh!

Aquello fue suficiente para que Sunghoon empezara a penetrarlo con fuerza junto con aquel dildo

Era una noche larga para ellos

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Mientras que por otro lado Jungwon miraba aquellas fotos del señor Park una y otra vez

—¿Que es lo que te tiene tan entretenido eh?—Jay lo miraba fijamente con molestia

Estaba celoso

—¿Eh? Nada—Jungwon bloqueo el celular dejandolo en el sofá—¿De que estábamos hablando?

—De nada Jungwon llevamos más de media hora en completo silencio porque tú estabas mirando el jodido teléfono ¿Con quién hablas?

Jungwon giro sus ojos levantandose del sofá para ir a sentarse en su regazo

—Con nadie Jay enserio..—beso sus mejillas—que bonito te ves celoso

—No estoy celoso.

—¿Ah no?

Jay negó con su rostro serio

—Bueno entonces iré al teléfono nuevamente—Jay apretó su cintura contra el evitando que se levantara—está bien bebé no ire, no ire..

Jay escondio su cara en el cuello de Jungwon dejando besitos tiernos allí

—Jay..

Vamos Jungwon es ahora o nunca

—¿Hmm?

—Si yo...si yo me fuera ¿Que pasaría con nosotros dos?

Jay sacó su cara del cuello de Jungwon para mirarlo

—¿Irte? ¿Sabes que aún falta mucho para eso no?

—Aún así quiero saberlo..

—Jungwon yo te seguiría hasta el fin del mundo si es posible, así que estés aquí adentró o allá afuera seguiré a tu lado ¿Bien?

Jungwon sonrió abrazando fuerte a Jay dandole muchos besitos

Esperaba que realmente cumpliera su palabra