24🏫

462 67 13
                                    

Sunoo

Mi pecho ardía podía jurar que lo que yo había escuchado era cierto

No eres el

¿No soy quien? ¿Por qué no me dices quien era ese que atormenta tu corazón? ¿Es tan importante para ti como para seguir mencionandolo aún y cuando estás conmigo?

Duele

Lo ví alejarse, sus lágrimas caían de sus ojos, parecía nervioso, parecía en un estado de trance, parecia dolido, pero.. a mi también me dolía, me dolía que me hubiera comparado con alguien más, me dolía mi cuello, mi cabeza también dolía, el pensar que pude haber muerto también dolía ¿Puedes pensar en mi? ¿Puedes tener empatía por mi? Estás lastimandome...

—Lo siento Sunoo yo no quise..

—Ya desperté puedes irte, por favor quiero ver a Jungwon—dije mirando a otro lugar de aquella fría habitación, porque sus lágrimas no me iban a convencer, porque no me importaba que ahora te dieras cuenta de tu error, ya lo hiciste, ya te eh escuchado referirte a alguien más

¿No le gusto? ¿No le atraigo? Porque el a mi si y ¡Mierda! Cómo pude ser tan imbécil, debí escuchar a Jungwon, debí hacerle caso...

—Wo-Won fue castigado—aquello llamó mi atención, voltee a mirarlo

—¿Por qué?

—Por golpear a Jeongin, Sunoo yo..

—¡El casi me mata! Pero claro me imagino que el saldrá ileso porque es tu amorcito ¿No? Malditos hipócritas

—¡Que dices! El no es mi nada, solo lo cuidaba, solo eso pero..me decepcionó yo.. se sintió feo verte ahí desmayado

Una risa irónica salió de mis labios

—Aún así, lo dejarán como si nada

—Lo expulsaron Sunoo—abrí mis ojos con sorpresa—Jeongin fue expulsado

¿Entonces si lo expulsaron quiere decir que se había ido?

—Oh bueno...me alegro—me cruce de brazos quitando mi mirada de la suya nuevamente—Ya vete

—¿Podrías escucharme por favor? No quise..

—No quisiste, no fue tu intención, no fuiste tu..ya no importa, quiero estar solo

—Pero..

—¡Vete!—¿Acaso no te das cuenta que aquello me dolió y no quiero verte?

—Bien..lo siento Hyung fue...fue un impulso

Dicho aquello salió de la habitación dejándome con un nudo en mi garganta recordando aquello que tanto daño me hizo en el pasado.

La noche era fría, mis pies temblorosos se dirigían a aquel hotel, habitación 34 repetía en mi mente una y otra vez

Sabía que mi vida se iría a la mierda, sabía que dolería como el mismo infierno pero necesitaba saberlo, necesitaba verlo con mis propios ojos

Llegué a la puerta de aquella habitación mis manos temblaban y antes de girar la cerradura escuché su voz

—Oh sí preciosa montame más rapido

Mi corazón se detuvo mis manos se detuvieron y fui incapaz de hacerlo, fui incapaz de enfrentar la situación, fui un maldito cobarde que huyó corriendo de allí con el corazón a mil y mis lágrimas cayendo como cascadas de mis ojos

Esa noche volví a aquel departamento donde ambos vivíamos, porque si yo había dejado mi mansión y comodidades por el, aún que el departamento era moderno y espacioso no se comparaba a lo que era mi vida antes de el, esa noche no pude dormir, estuve despierto hasta esa hora dónde lo escuché llegar, mi cuerpo temblaba, mis ojos ya no lloraban ya lo habían hecho demasiado esa noche, el llegó a la habitación olía a alcohol, apenas y podía caminar, su rostro traía una gran sonrisa y cuando me miro pude ver aquel brillo en su mirada

El no me amaba, amaba mi dinero

Se abalanzó tomando mi nuca besandome con salvajismo, mi cuerpo estaba tenso y mis labios no se movían, estaba lastimado y no podía dejar de escuchar su voz en mi cabeza, y aún así, aún sabiendo que me era infiel, aún sabiendo que su cuerpo había estado con alguien más y que olía a ella aún así, me entregué a él una última vez

Porque lo amaba, porque estaba enamorado y necesitaba sentirlo una última vez

Pero aquello no había sido absolutamente nada, escucharlo teniendo sexo no fue absolutamente nada comparado con lo que sentí cuando su orgasmo llegó y el grito su nombre en vez del mio

Jiwoo

Eso grito, entonces mi corazón, mi vida y todo mi amor se marchito ese día

No eres el
No eres el
No eres el

Otra vez la misma presión crecía en mi pecho y sentía mi corazón latir demasiado rápido, porque aún que tuve la esperanza de quizás ahora sería diferente, aún que tratara de convencerme de que solo me atraía y nada más, la verdad era que me gustaba Sunghoon, después de tanto tiempo solo, sin nadie que me realmente me hiciera sentir algo bonito finalmente el había llegado y pensé que quizás está vez todo saldría mejor.

Que equivocado estaba ¿Cómo pude ser tan imbecil? ¿Cómo pude bajar la guardia?

Ese día en la enfermería llore por aquella herida que aún no cerraba, aquella que se había vuelto a abrir y ahora era peor, me sentía inseguro de mi, ansioso y desesperado

Por eso lo decidí esa noche lo decidí y es que aquella linda aventura, había llegado a su final.

Instituto Para Rebeldes || Sungsun & JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora