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Yo nunca fui una persona que llorase mucho, de hecho no me gustaba hacerlo y siempre fui capaz de aguantarme el llanto, pero esa noche no quise hacerlo.
Me desperté, estaba seguro de que tenía los ojos rojos de haber llorado la noche anterior antes de dormirme, pero aún no caía en por qué sentí la necesidad de llorar, porque lo que había pasado antes de irme a la cama no era suficiente razón para reaccionar así, al menos para mí no.
Supuse que a parte de eso, se me acumuló lo de mi hermano, y lo de la policía, y puede que lo de Gordon.
Yo solo espero que Conway tenga razón y que todo vaya a ir bien.

Me levanté, me lavé y la cara y toda esa mierda, me dirigí al salón siguiendo el olor de un cigarro, me gustaba el olor de los cigarrilos desde antes de empezar a fumar, aún así se me hizo difícil acostumbrarme al sabor cuando empecé con ellos.

— "¿Te molesta?" —. me miró al darse cuenta de mi presencia.
— "Todo lo contrario."
— "¿Cómo estás"? —. algo que había notado, es que cada vez que hacía preguntas que suenan como si se preocupase por mi situación, me miraba directamente, pero no lo hacía con tono de pregunta ni preocupación, como si no le importase realmente como estoy, aún así el no es tan educado como para preguntarlo porque sí, así que debe haber alguna razón.
— "En general, bien, si preguntas por lo de ayer no quiero hablar de eso"
Asintió y le dió una calada a su cigarro mientras yo me sentaba, el estaba en el sofá que estaba al lado del que estaba yo, me permití disfrutar del humo y lo miré directamente.
Él estaba poniendo su atención a otra cosa, aunque estaba seguro de que se daba cuenta de que le empecé a mirar.
Su pelo no estaba peinado perfecto, de hecho estaba levemente despeinado, aún así le quedaba bien, agradecí que no llevara sus gafas ya que me pude fijar bien en sus ojos, estaba mucho más guapo sin gafas aunque me costaste admitirlo, en si me costaba admitir que el cabron era atractivo, pero igual estamos hablando de Jack Conway, todo el mundo sabe que es guapo.
Me quedé mirándolo, mejor dicho admirandolo, luego bajé a su cuerpo, tenía el pecho marcado y los hombros anchos, bajando más podías ver como su cintura se hacía más pequeña.
- "¿En qué piensas?" - me asusté sin que se notase al darme cuenta de que seguramente se había dado cuenta de que lo estaba observando de más, miré al suelo y respondí.
- "En... nada importante" - sentí su mirada en mí en cuanto dije eso, apagó su cigarro en el cenicero y se acomodó en el sofá, moviéndose de lugar para estar más cerca de mí.
Humedecí mis labios y lo escuché hablar.
- "Tiene que ser importante para que te deje así, si es lo de ayer entonces no tengo nada más que decir" - volvió a hablar sobre ello, pero sin intenciones de sacar el tema.
- "No, no es eso... bueno, en parte también"
- "¿Entonces qué es?" - me miró, interesado en que le contase.
- "No te sabría responder" - se quedó en silencio durante unos segundos, desvió su mirada, y cuando fue a hablar volvió a mirarme.
- "¿Es por Horacio?" - le devolví la mirada rápidamente al escuchar ese nombre salir de su boca, es lo que menos quería escuchar en ese momento, pero pensé que me haría bien hablarlo, aunque desahogarme no fuese lo mío.
- "Sí, creo que sí" - volví a mirar al suelo, él se sentó a mi lado, no sabía como debía actuar o sentirme.
- "Escucha..."
Escuchar su voz de cerca me hacía sentir un escalofrío por mi espalda, quería que me hablase toda la vida, ¿eso sonaba raro?
- "A veces en la vida, tienes que dejar las cosas ir aunque te duela- y no estoy diciendo que no lo vayas a volver a ver, es solo que aprendas a lidiar con eso, tampoco pienses demasiado en ello, centrate en el presente, aunque sé que puede ser difícil." - hizo una pausa y asentí
- "¿Él te visitó en algún momento en el que estabas en el hospital?" - negué con la cabeza y él esperó unos segundos para hablar.
- "Si quieres, puedo buscarlo" -
Rápidamente conecté su mirada con la mía, seguro del destello en mis ojos, queriendo volver a escuchar lo que acababa de escuchar.
- "¿Lo dices enserio?" - no pude evitar sonreír cuando asintió a mi pregunta.
Luego lo pensé, y preguntas se formaron en mi cabeza.
- "Pero... ¿Por qué? ¿No estás ya lo suficientemente ocupado?"
- "No necesito una razón, y tampoco te preocupes por eso" - miré al frente procesando sus palabras.
- "No tienes porqué hacerlo."
- "¿Por qué dices eso? Te acabo de decir que lo haré. "
- "No quiero darte una carga"
- "Déjate de gilipolleces, no tiene que ser solo por ti." - lo miré, confundido.
- "..¿A qué te refieres?"
- "A nada." - se levantó y se alejó a su cuarto, me quedé pensando en sus palabras. ¿De verdad iba a cumplir con lo que había dicho? Él era un hombre de palabra, así que estuve seguro de que sí. ¿A qué se refería que no tiene solo que ser por mí? ¿Acaso dice que también lo hará por él?
Pensar en todo esto no me traería respuestas.

Pastilla  ( Intenabo )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora