-Son 2,30.
Metí la mano en mi bolsillo y saqué unos billetes arrugados para ponerlos en el mostrador.
-¿No tienes una billetera?-pregunta de manera socarrona, como siempre.
Ruedo los ojos.
-¿Podrías darme mi cambio?-le pedí cansada, siempre tenia que hablarme de esa manera, que irritante.
-Ni siquiera sé si puedo aceptarte estos billetes.
-¿Quien eres? ¿Una maquina expendedora?
Ella se ríe y yo gruño. Mete la mano en su caja registradora y saca unas monedas.
-¿Migraña?-asiento con fastidio- Eso explica los lentes de sol.
Tomo mi compra y mi cambio, pero ella rápidamente guarda un papel en mi bolsa.
-Adios.-suelto caminando a la puerta.
-¡Ten un lindo diaaa!-escucho su molesta voz cuando salgo de la tienda.
¿En serio tiene que ser la única tienda en mi maldito vecindario? Joder.
Y para colmo la atendía Kim Jisoo, esta encerrada en el estereotipo de chica genial. Era muy molesta cuando se lo proponía, y eso era cuando venía a su tienda. En el instituto apenas me miraba.
No era como ni no fuéramos vecinas, como si no nos conociéramos desde la escuela. Nunca fuimos amigas. Estar consiente de la existencia de la otra era suficiente, o lo sería, si no fuera tan irremediablemente bonita.
Cerré la puerta de mi casa y mi padre estiró su cuello por encima de su tablet.
-¿Algo interesante?-preguntó.
Solo la chica más guapa que conozco siendo un grano en el culo, pensé.
-Lo de siempre.-y subí a mi habitación.
Tomé una píldora para la migraña y me lancé en la cama, dejando la bolsa caer debajo de ella, ya la recogería.
Ayer fue una noche muy extraña...
Estaba en casa de Jackson cuando me di cuenta que había tomado mucho, tomé un taxi en el cual me quedé dormida peligrosamente. Recuerdo quedarme sentada frente a mi casa porque no logré abrir la puerta. Después de ahí, estaba en mi cama durmiendo, usando una chaqueta de que recuerdo haber llevado.
Y así, fue cuando mi sueño fue apareciendo para llevarme a soñar com unos ojos hermosos, entre verdes y cafés claros que se me hacían terriblemente familiares.
Después con la vibración en mi cama, era Lisa llamando a mi teléfono.
-Lisaaa-contesté-, me despertasteee.
Quería llorar, mi cabeza volvió a palpitar de dolor y mi amiga solo rió al escucharme lloriquear.
-¿Sigues durmiendo desde ayer?-se burló- Es la peor jodida resaca que hemos tenido, Chaeyoung. Nini está tomando sopa ahora mismo.
Suspiré.
-También me vendría bien eso.
-¿Quieres que te lleve?-preguntó.
-No, no, no-intenté levantarme-. Me haré un té.
Terminé de hablar con Lisa y bajé a la cocina para darme cuenta que estaba sola en casa y que ya era de noche, ¿cuanto dormí? Fui hasta la alacena y saqué té de manzanilla. Mientras lo preparaba vi como Jisoo llegaba del trabajo con un cigarro entre sus labios y las manos en sus bolsillos. Por un momento ella se detuvo, dió unos pasos atrás y luego entró rápido a su casa.
Quizá pensó que se le olvidó algo. Seguí preparando el té.
Me senté en el sofá viendo el último inkigayo, movia la cabeza de un lado al otro intentando relajarme. Eso intentaba, prestarle atención a mi programa. Pero en cambio la molesta cara de Jisoo no salia de mi mente.
Resoplé y tomé de mi té.
Que ella sea tan guapa parece ser mi castigo, porque aunque quiera, nunca he podido dejar de pensar en ella. Y si de casualidad ella también piensa en mí con el mismo odio y confusión.
...
¡Aquí un minific que se me ocurrió mientras tengo un bloqueo con mis otras historias!
Muak.
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Notes | Chaesoo
FanfictionJisoo deja pequeñas notas en las compras de Chaeyoung, pero ella nunca las lee... #2 Jisoo 10/04/24