| Destino y Honor | Zuko |

Capítulo 04

Recuerdo que un dia...

Me pelee con Azula.

Y como pasó? Pues...

Eso fue dos años después...

Muchas veces vi como era el trato de Azula y Ozai tenían hacia Zuko... En ese entonces realmente no entendía la intención o él porqué, también estaba acostumbrada a los malos tratos por parte de mis padres por lo que veía normal hasta que empecé a convivir más tiempo con mi abuelo.

Muchas veces le comentaba sobre la situación a él, me hacia ver que estaba bien y mal. Incluso yo misma lo llegué a notar sin necesidad de preguntar.

Y al darme cuenta una parte de mi, ardía.

Un día que visitaba el palacio, nos tocó una sorpresa. Ozai observaría el entrenamiento de los principes, algo que rara vez hacía.

No se imaginan el pánico que me entró al cuerpo, Ozai daba mucho miedo.

— Porqué justo hoy? — murmuré frustrada.

Veía como Zuko y Azula se encontraban frente a su padre, siendo orientados por este.

El pequeño apretando su ropa nervioso.

— Ni idea. — Me decía Lu Ten a mi lado. — Espero que no recuerde que eres nieta del exgeneral Kenji, sino insistirá en verte. — Explicaba en voz baja.

— Porqué insistiría en verme? Ni que fuera una princesa. — Pregunté confundida.

— Pues... — Dudó en responder. — Por que tu abuelo era famoso por su habilidad en fuego control, y querrá ver si también tienes la misma habilidad... Me sorprende que hasta el dia de hoy no te haya pedido verte. — decía nervioso. Presentía que no era esa la razón completa, lo cual aumentó mi temor.

— No ayudas. — Murmuré.

— Lo siento. —

— Bien, Azula quiero verte primero. Elige a tu maestro. — Escuchamos decir a Ozai.

Azula obedeció y eligió a uno de los tantos maestros fuegos que había para enfrentarse a él, y probar sus habilidades.

Tal como se esperaba, Azula demostró su talento.

Azula utilizó sus habilidades para repeler los atques del contrario, logrando acercarse lo suficiente y hacer como que lo inmovilizó.

— Como era de esperar... — murmura Lu Ten.

Proseguimos a escuchar como Azula ser elogiada por su padre.

— No se nota la preferencia... 

— Haru... — Me regaña.

— Lo siento...

— Principe Zuko. — Llamó Ozai.

— S-si. — Responde Zuko nervioso, secando sus manos sudadas en su vestimenta.

— Esto no va a salir bien. — Murmuré.

— Deberías apoyarlo, no crees?

— Y tu crees que lo hará bien? — Se queda callado. — Ni tú lo crees. — Suspiré decepcionada. — Lo conozco, se pone demasiado nervioso y falla. Luego pasa deprimido durante mucho rato. — Murmuré

— Lo sé, pero estaremos ahí para ayudarlo, verdad? — Yo asentí.

Tal como se esperaba, Zuko falló.

Sus nervios le jugaron en contra.

La sola presencia de su padre hacia que sus esfuerzos en aprender fueran en vano.