Capítulo 6

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Hace mucho tiempo Sergio no sentía una culpa tan intensa, su mente había estado regañándolo constantemente por haber permitido que las cosas se salieran de su control y que esa situación con Charles se diera, y por más que Carlos le dijera que no es su culpa y que no es como que haya pasado algo en sí, el sentimiento seguía ahí. Algo en lo que Sergio como Carlos estaban de acuerdo, era que no podía dejar que esa situación se repitiera, o peor aún, que llegara a más. No podía hacerle eso a Max, simplemente no se sentía correcto.

Cuando Charles no se presentó en los siguientes dos días, Sergio muy apenas podía mantenerse quieto, pensando que tal vez había leído mal el ambiente y que incomodó al monegasco. Hasta había empezado a considerar pedirle su contacto a Pierre para poder disculparse con él.

Lamentablemente para Charles, su mente y sus sentimientos seguían siendo un desastre. Si bien había encontrado un poco de consuelo en no sentir algo romántico hacia Sergio, el hecho de que aún así se encontraba físicamente atraído hacia él le inquietaba. No ayudaba para nada saber que, muy probablemente, Sergio y Max, uno de sus amigos más cercanos, habían tenido algo, y para acabarla de amarrar, en su pequeño altercado de hace dos días, ¡Sergio lo había rechazado! A él, a el Charles Leclerc. Charles no iba a admitir que fue un gran golpe a su ego.

El día siguiente a "el incidente", como decidió empezar a llamarlo, Charles no volvió al rancho, todavía tenía cosas que procesar, empezar a combatir su homofobia internalizada (así Pierre lo había llamado), y el día siguiente a ese, se arrepintió a medio camino, no sabía cómo iba a encarar a Sergio, y también temía volver a perder control de sí en cuanto lo viera. Temía estar dispuesto a arriesgarlo todo si Sergio lo miraba con sus grandes ojos marrones.

Pero ya no podía posponerlo más, tenía una apuesta que ganar, así que, con seguridad fingida, se dirigió al rancho, donde lo recibió Oscar.

— Charles. — el australiano parecía sorprendido de verlo. — Pensé que ya no vendrías- Checo dijo que ya no vendrías.

— ¿Sergio dijo eso? — el tono de voz de Charles sonó más paranoico de lo que quería dejar ver, pero su mente empezó a correr con la posibilidad de que Checo le contó a alguien, a todos, lo que había pasado.

— Sí, solo dijo que tuvieron una discusión y que probablemente ya no te veríamos por aquí, aunque no explicó más. — dijo Oscar, permitiéndole a Charles volver a respirar normalmente.

Charles tampoco elaboró más en el tema de su discusión, solo minimizó el asunto ante Oscar para poder preguntarle de manera casual dónde estaba Sergio. Después de que Oscar le dijera que Sergio estaba en su oficina (Charles no sabía que tenía una oficina), y le apuntara vagamente a una dirección, se dirigió hacia ahí.

En el camino, la mente de Charles, que nunca parecía descansar, estaba pensando en qué le iba a decir al mexicano cuando lo viera, en cómo iba a reaccionar, ¿estaría molesto por lo que pasó? ¿Tal vez sorprendido? Bueno, obvio estaría sorprendido, para Checo ya era claro que Charles no iba a volver. O tal vez era psicología inversa y Checo sabía que iba a volver.

No fue muy difícil encontrar la oficina de Sergio, las iniciales S.P marcadas en la puerta. Tocó y casi inmediatamente recibió un "adelante" como respuesta. Charles abrió lentamente la puerta, asomándose primero antes de entrar completamente, sintiendo un escalofrío en cuanto los ojos de Sergio se posaron en él. Sí se veía sorprendido.

Ninguno de los dos dijo nada hasta que Charles se adentró completamente en la oficina y cerró la puerta detrás de él. Sergio se encontraba de pie al lado del escritorio de madera, parecía haber estado organizando unos documentos cuando llegó. Charles se permitió explorar con la vista el interior de la oficina, tenía un estilo bastante hogareño para ser un lugar de trabajo, encajaba perfectamente con Sergio.

Tensiones, Competencia Y Poder | Checlerc PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora