Al final, cuando Pierre por fin logró despegarse de Yuki y volver al mundo real, se concretó la venta con el francés. Se fueron por un raza appaloosa*, blanco con manchas negras, similar al dálmata que Pierre mencionó su sobrina amaba, joven y una buena raza de acompañamiento, pero al ser todavía bastante joven, no podían empezar a entrenarlo para montura, tenían que esperar unos cuántos meses más para eso, sin embargo, sí podían empezar un entrenamiento básico de comportamiento. Carlos fue el de la idea, y el español sabía exactamente lo que hacía cuando le dijo a Pierre que tendría que ir seguido al rancho para que "el caballo se acostumbrara a él". Era mentira, Checo sabía que era mentira, pero cuando Carlos le susurró "hazlo por Yuki" fue que se detuvo de objetar. Y claro que el francés aceptó sin dudarlo un momento.
Unos cuantos días después, Charles se encontraba siendo arrastrado por su mejor amigo a aquel rancho, Max se salvó de ese destino diciendo que estaba muy ocupado. Un empleado del rancho los recibió y los guió hasta el picadero* techado del lugar, donde entrenaban a los caballos. El animal ya se encontraba ahí, y el entrenador les empezó a explicar las cosas básicas del plan de entrenamiento y un montón de tecnicidades a las que Charles no prestó atención. El monegasco se encontraba muy ocupado preguntándose por qué no había visto a Sergio por ningún lado. No es como que esperaba verlo, ni mucho menos que quisiera verlo, solo le parecía curioso.
Al menos Pierre era mejor para fingir prestar atención mientras al mismo tiempo buscaba al jockey japonés con la mirada sutilmente. O tal vez sí prestaba atención. Pierre siempre ha sido bueno al hacer varias cosas a la vez después de todo.
Así pasaron varios días, si bien no iban diario, iban bastante seguido, hasta el entrenador les dijo que no era necesario que fueran tanto, pero Pierre insistió, diciendo que quería asegurarse que todo estuviera perfecto para su sobrina.
Pasó poco más de una semana, Pierre y Charles se encontraban una vez más en el picadero, pero esta vez el caballo no estaba ahí como lo había estado los días anteriores; el entrenador dijo que todavía debería terminar de preparar unas cosas antes de la sesión de hoy, y les pidió que le esperaran ahí, para seguidamente retirarse a hacer quién-sabe-qué.
No pasó mucho tiempo cuando una persona de baja estatura y ojos rasgados se asoma por el picadero, sonriendo y saludando con la mano cuando sus ojos se posaron en el francés. Tanto Pierre como Charles respondieron de igual manera el saludo de Yuki, y apenas estuvo Charles por decir algo para molestar a su amigo, este ya se encontraba yendo detrás del jockey que había desaparecido tan repentina y rápidamente como había aparecido. El de ojos verdes apenas pudo procesar lo que pasó cuando ya se encontraba sólo en el lugar. O al menos cuando él pensó que se encontraba solo.
- De Pierre lo entiendo, pero ¿qué haces tú aquí? - dijo una voz ya familiar a espaldas del monegasco. Charles solo esperaba que Sergio no haya notado cómo se exaltó.
- Me obliga a venir por apoyo moral. - fue la respuesta de Charles, haciendo a Checo soltar una risa que no era más que aire por la nariz.
El mexicano no añadió nada más, pues se concentró en hacer lo que venía originalmente a hacer, inspeccionar las instalaciones del lugar por algo qué reparar. Le gustaba hacer eso, ligeros actos de mantenimiento a todo alrededor de su rancho. Mantenía su mente relajada, le daba algo qué hacer, y hasta cierto punto, le recordaba a tiempos más sencillos.
Sin embargo, esta actividad en ese momento había perdido su encanto, al sentir el tapatío una mirada directa e intensa clavada directamente en él.- Si tienes algo que decir, dilo, Leclerc. - dijo Checo al tiempo que volteaba a ver al nombrado, sus ojos transmitiendo cansancio y hastío.
- No necesitas estar tan a la defensiva, ¿sabes? - Charles se cruzó de brazos.
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Tensiones, Competencia Y Poder | Checlerc PAUSADA
FanficPAUSADA " [...] Charles no sabría decir exactamente qué, pero en ese momento, su ser le gritaba que siguiera, que provocara al hombre, que le molestara más, lo que sea con tal de tener en todo momento la atención de Sergio sobre él." Dónde Sergio Pé...