✧Capítulo 5✧

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Capítulo 5

"Ser o no ser..."


"If I was a man, then I'd be THE Man./Si fuera un hombre, entonces sería ÉL hombre."

The Man/Taylor Swift

°•°❀°•°

Estábamos todos sentados en la mesa de la sala de estar reunidos como una "hermosa familia" lo único que hacíamos era mirarnos las caras unos a otros mientras hablaban de beisbol.

Pero al parecer hay personas en esta mesa que no superan que fueran famosos en su momento. Para resumirlo, mi tío fue el mejor catcher de los Leones del Caracas, mi papá fue un bateador estrella de los Tiburones de la Guaira y no puede faltar mi abuelo quien no para de alardear como era conocido por ser el mejor pícher de la época de los años ochenta quien fue a la serie del Caribe dos veces.

Y creerán que es un abuelo muy amoroso y muy cariñoso cuando la realidad es que no me permite hacer otra cosa que no sea beisbol.

El beisbol se transfiere de generación en generación en la familia Anderson, por lo tanto, no importa si somos mujeres debemos aprender a dominarlo igual que él, pero no mejor que el porqué su ego no permitirá nunca que una mujer sea mejor que él, por eso limita el talento de Adara para evitar que explote su verdadero potencial que aleguas se nota que es un prodigio.

—Recuerdo cuando estábamos a punto de ganar en la serie ante Puerto Rico, y tenía las manos llenas de ampollas por lanzar, pero aun así necesitaba sacarlos de ahí...—Explica tomando un sorbo de cerveza antes de continuar —. Y con todo el dolor continue hasta sacarlo de las bases y ganamos la serie.

—Es increíble como llegaron todos a las grandes ligas—. Comenta asombrado nuestro vecino de enfrente.

—Sí, el béisbol corre por las venas de todos los Anderson —responde con egocentrismo y burla mientras mira a Adara—. Aunque no todos estén hechos para este deporte.

—O... Simplemente, no soportan que alguien sea mejor que ustedes dos juntos—. Señaló con molestia por referirse de esa manera a Adara, quien aún mantiene la cabeza hacia abajo mirándose las manos.

—Elia, no empieces—. Interviene mi tío con molestia, porque él tampoco toleraría que una mujer con nuestro apellido lo supere.

—Son unos imbéciles—. Digo tirando la servilleta en la mesa para levantarme y tomar de la mano a Adara para llevarla escaleras arriba.

—Estoy cansada de que hables de esa forma delante de mis hijas, viejo decrépito—, recrimina mamá lanzando los cubiertos en el plato para moverse a la cocina—. Y Jacin saca a ese vejestorio de mi casa, antes de que le rompa la cara.

—Mujeres, todo lo toman como algo malo—. Señala con burla mi tío en voz alta— Me parece ridículo que se pongan así solo porque la mocosa nunca llegara a algo en la vida.

—Gregorio, cierra la puta boca—. Reclama papá con molestia.

Entonces todos empiezan a gritarse unos a otros mientras cierran la puerta del cuarto de Adara con llave. La dejó en la cama, sentada aún con la cabeza baja, mirando cómo está conteniendo las lágrimas.

—Hey, no tienes por qué llorar, Ada, —tomó su rostro entre mis manos para mirarla fijamente—. Eres increíblemente buena en lo que haces, tanto así que pones a temblar a esos vejestorios.

Ella me da una media sonrisa mientras se recuesta en su cama esperando a que la arrope.

—Pero, Y si... ¿No llegó a ser como ellos? Y si... ¿Ellos tienen razón y no llego a nada?—. La observo con cariño dándole un beso en la frente.

Cartas que Nunca Leerás... Y Sí las Lees es Porque Ya No Estás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora