Prólogo

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14 de enero de 2016, ¿quién me iba a decir en año nuevo de 2015 que ése iba a ser el último año que pasaría completo junto a ti?


Todavía no he asimilado ni aceptado que no estés aquí conmigo, no puedo creer que te hayas marchado tan pronto, esta vez para no volver. Hemos pasado por muchas cosas juntos, buenas y malas, pero ahora sólo estoy yo sin saber cómo afrontar tu pérdida aunque ya hayan pasado los años.


Quisiera que sepas que, aunque no me queda otra opción más que seguir adelante, nunca voy a olvidarte y te voy a pensar cada día que pase hasta que la vida quiera volvamos a reunirnos. He tenido la gran suerte de compartir casi todos los años de mi vida a tu lado, pero no esperaba que fueses a irte tan pronto. Por muchos años que hayamos vivido nunca van a ser suficientes y nada podrá aliviar el vacío que dejas en mí, en el mundo. Y digo el mundo porque, como bien sabes, conforme fueron pasando los años fuiste creciendo personal y laboralmente, haciendo que tu rostro fuese reconocido a nivel mundial. No siempre ha sido fácil lidiar con todo lo que eso conlleva, pero siempre te has mantenido ahí, siempre dispuesto con una sonrisa a saludar a tus seguidores o firmar autógrafos, sin perder tu esencia.


Algunas veces me han preguntado si no tenía miedo de tu profesión, miedo de que pudieras conocer a alguien más o enamorarte de nuevo. Mi respuesta siempre era la misma y era que no. Nunca voy a poder expresar con exactitud lo maravilloso que fuiste, pero puedo decir que aunque estuvieras rodando y pasasen dos semanas o un mes, siempre que volvías a casa era como si nunca te hubieras ido. Me duele enormemente recordar todos esos momentos bonitos que nunca van a volver ni a repetirse, pero al menos puedo conservar muchos recuerdos que sólo existen en mi memoria.


Te estoy escribiendo esto desde nuestro parque favorito de Londres, sentada en un banco mientras observo a parejas y niños pasar. Intento pasar la mayor parte del tiempo fuera de casa desde que no estás. Te veo en cada esquina, en cada parte de nuestra casa, y por una parte es como volver a verte aquí, pero sé que sólo es una ilusión. Por eso intento evadirme haciendo cosas diferentes, y escribiendo esto estoy constantemente pensando en ti, pero tengo la esperanza de que de algún modo u otro mis pensamientos puedan llegar a ti.

El peso de tu ausenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora