Capítulo 13

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                                     23/03/1996                                   Fuerte Apache

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23/03/1996
Fuerte Apache

Recientemente nos enteramos de que a Carlos lo iban a probar en Boca. Estábamos re contentos por él, y sería obvio que entraría. Para poder entrar primero necesitaba la firma de sus padres, pero como Adriana no era la que estaba en el acta de nacimiento, sino Fabiana, así que necesitaba hablar con ella para cambiar los papeles y que aparezca Adriana.

Decidí acompañar a Carlos. Fuimos con Don Segundo en su auto, y ambos bajamos. Fabiana no me conocía, así que me miró extraña. Durante todo el tiempo estuve callada, dejando que Carlos hablara con su madre biológica. Al principio la mujer no daba su brazo a torcer, pero Carlos consiguió convencerla. Cuando ya nos íbamos a ir Fabiana me habló:

–¿A vos no te conozco de algo?– yo me quedé callada encogiéndome de hombros– Si, si, sos la que va con el uruguayo ¿no? Tené cuidado que ese anda metido en falopa ¿eh?— Ante esto último me dejó atónita. Eso que sonó era mi corazón partiéndose. ¿Danilo se drogaba? No, no podía ser. Él mismo había visto sus efectos y como te deja. Carlos me tomó del brazo y ambos salimos, cerrando la puerta tras nosotros.

–¿Estás bien? No le hagas caso, Danilo no haría eso— me tranquilizó Carlos, aunque una pequeña parte de mí decía que era verdad. Sus ojeras rojas, sus sudores fríos tan repentinos... Sería mejor que tratara de olvidar eso, seguro que solo eran rumores falsos por la popularidad del hermano de Danilo.

Segundo me dejó en la puerta de mi casa y yo entré despidiéndome de ambos. Estaba el Cochi preparándose algunas rayas en un platito de cristal con un pequeño cilindro de papel.

–Cochi, ¿te puedo hacer una pregunta?— dije sería sentándome a su lado.

–Ma' vale que no sea algo de un embarazo— dijo. Al ver que no me reía se puso serio.–Si, contame, dale—

–¿Cuando empezaste con la falopa?— dije sin mascullos. Él tragó grueso.

–Sobre lo' 15, ¿por qué? ¿Qué pasa con eso?— dijo serio.

–No, no, nada que ver.– dije– ¿y por qué empezaste?— continué. Él suspiró levemente.

–Era como una anestesia a todo el dolor que sentía. Me tranquilizaba, aunque por dentro siguiera sintiéndome hecho mierda, pero por un rato funcionaba— dijo. Yo asentí y me metí dentro de la casa.

Me quedé el resto dem día pensando. La verdad si me afectó lo que dijo Fabiana, y tenía la necesidad de salir de dudas pero, ¿cómo se le pregunta a alguien si se droga sin sonar grosera? Durante toda la tarde estuve formulando mi plan, aunque no conseguí pensar nada. Al final se hizo tarde y me quedé dormida pensando en cómo preguntarle eso.

No sé que hora sería. Parecía las 2 o las 3 de la madrugada, y alguien no dejaba de llamar a mi ventana. Descubrí a cortina y encontré a Danilo, el cual entró dándome un beso.

–Casi me tiras la casa abajo, boludo— le dije susurrando.

–Bue, ¿te despertaste de mal humor? Yo puedo arreglarlo— dijo mientras me daba una sonrisa de lado acercándose a mí.

–No, dejate. No quiero ahora— dije sentándome en la cama.

–Perdón por despertarte, pero quería verte. No me aguantaba más— dijo sentándose a mi lado, yo le miré y mordí el interior de mi mejilla. Era ahora o nunca.

–Danilo...¿vo' has probado la falopa alguna vez?— dije con suavidad, tratando de no sonar grosera.

–No, no, nada que ver. Jamás me metería esa mierda, creeme— dijo negando mientras fruncía su ceño. Parecía ser verdad, y eso ya me tranquilizaba mucho más. Yo me recosté en mi cama y le hice una seña a Danilo para que se tumbara. Me tumbé sobre su pecho y él hizo pequeñas caricias en mi cabello.

–¿Me lo prometes?— dije con nudo en mi garganta.

–Te lo prometo— respondió. Yo hundí mi cabeza en su pecho aún más, como si así me protegiera de todo. De los rumores, de Hernán... Al cabo de un rato me quedé dormida.

                                    24/03/1996
                                     10:35 a.m.

Me desperté en la misma postura en la que me dormí. Encima del pecho de Danilo, abrazada a él. Levanté mi mirada y el estaba dormido todavía. Se veía tan lindo. Me quedé un rato más abrazada a él, hasta que se despertó.

Salimos de la habitación, y a quien nos encontramos era a Jorge con la piba esa y al Cochi y mi hermana. Se les veía re serios. ¿Se había muerto alguien o qué?

–¿Qué pasó? ¿Y esas caras?— dije frunciendo mi ceño con curiosidad.

–Recién nos enteramos que mi hermano intentó matar a la mujer de Segundo Tevez, creo que conocen al hijo— dijo Jorge serio. Nuestros ojos se abrieron como platos.

–Sí, el Carlo'— dijo Danilo. Yo le di una mirada al Cochi como de "te lo dije". Yo ya le avisé que Hernán había vuelto, que no eran rumores de borrachos, pero no me creyó.

–¿Por qué lo mirás así, Dafne?— dijo mi hermana percatándose de esto.

–Jorge, ata en corto a tu hermano porque ya me tiene fichada, y no solo a mí. Como no lo controles se van a buscar muchos problemas por culpa de las tonterías de un pendejo— dije sin responder a la pregunta de mi hermana. Ya había llegado a mi tope. Hernán se había pasado ya y ni iba a pasar ni una más. Amenazar es una cosa, pero tratar de matar a alguien es otra.

Ne dirigí tras esto con una mirada fulminante por parte de la piba esa que va con Jorge a la cocina. Danilo me siguió.

–¿Cómo que ya te tiene fichada?— dijo. Yo me di la vuelta para tenerlo frente a frente. Di un gran suspiro.

–Hace unos días estaba dando un paseo y me lo encontré; más bien el me encontró a mí. Me dijo que iba a matarte y que después haría otra cosa conmigo— un nudo en mi garganta se formó cuando dije que lo querían matar. No sé qué haría si le pasara algo a Danilo. Él me ha demostrado lo que es que una persona te proteja. Mientras pensaba todo esto algunas lágrimas brotaron de mis ojos. Danilo me abrazó fuerte, soltando un suspiro.

 Danilo me abrazó fuerte, soltando un suspiro

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Hasta Que Te Conocí | DANILO SANCHEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora