2. El último casting

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Barcelona, 19 de septiembre. Cuatro años antes.

Hacía un día radiante, el sol brillaba con fuerza en el cielo de la ciudad condal. Naiara miraba el cielo desde la ventana del hotel, tomándose un café con leche que se acababa de hacer en la cafetera que tenía en la habitación. Al teléfono estaba su madre, más nerviosa que ella por el día que se venía.

- ¿Te has preparado bien la canción? ¿Has tomado cosas calentitas? Que aunque estemos a treinta grados la voz hay que cuidarla? - insistía su madre.

- Que siii, no seas pesada ni me pongas más nerviosa de lo que estoy, por favor. Tengo la voz bien, no te preocupes. Mama, te cuelgo que tengo que terminar de arreglarme, te llamo en cuanto salga. Te quiero mucho.

- Y yo a ti, mucha suerte cariño.

Naiara se fue al baño a maquillarse un poco mientras Salma, su compañera de habitación y con la que había hecho buenas migas, se estaba vistiendo. Cogió dos camisas de su maleta y se las enseñó a la maña. Sin necesidad de preguntar, Naiara le dijo que la camisa color marrón o granate, depende como le diera la luz, era más bonita que una negra básica. 

- ¿Tú qué te vas a poner? ¿El vestido? - le preguntó la andaluza.

- Sí, lo que pasa es que es bastante transparente y toda la ropa interior que he traído es negra. No sé si me lo pondré.

- Tía, póntelo, te va a quedar genial. Y por favor, estamos en 2023 y nadie se va a escandalizar por ver la ropa interior de alguien. Peor sería que no llevaras - y comenzó a reír - no veo a Noemí Galera diciéndote que sí si te viera todo. 

- ¿Te imaginas? - empezó Naiara a descojonarse también - Por cierto, ¿te has decidido ya por lo que vas a cantar? 

- Sí. "Cuando zarpa el amor",  la versión de Amaia. A ver si me da la suerte que tuvo ella. - Salma contaba con los ojos llenos de brillo imaginándose teniendo aunque sea la mitad de carrera que tenía Amaia, una de las ganadoras del programa al que se presentaba, Operación Triunfo.

- Te conozco desde hace dos días pero ya estoy cansada de decírtelo, vas a entrar. No van a dejar escapar una voz tan especial como la tuya. Y yo estaré fuera apoyándote y votándote siempre. 

- ¡Cómo si a ti fueran a dejarte fuera! - Naiara le sonrió agradecida. Llevaba años buscando una oportunidad así y aunque estaba muy feliz cantando en una de las orquestas más conocidas de Aragón, sentía que su vida necesitaba un cambio. 

- Pues entonces entraremos las dos.

Se oyeron leves golpes en la puerta de la habitación y Salma fue a abrir. Delante de ella estaba una chica llamando puerta por puerta para que fueran bajando al hall del hotel, donde les esperaba uno de los directores de casting listo para llevarles al salón de actos donde iban a cantar por última vez.

Una vez estaban todos en el hall, Pablo, director de casting, les hizo pasar poco a poco a la sala de actos. Eran una treintena de jóvenes ilusionados por cambiar sus vidas y cumplir sus sueños. Naiara entraba cogida de la mano de Salma y se sentaron en tercera fila donde ambas empezaron a mover las piernas a causa de los nervios. Y entonces entró ella, la directora del casting y la que sería directora también de la academia del programa.

Noemí comenzó su discurso deseándoles mucha suerte a la vez que les advertía que de no ser elegidos no sería el fin del mundo, que sigan luchando por sus sueños. Naiara miraba a Salma y vio que estaba llorando. Miró alrededor y se encontró a más gente igual. Le agarró la mano a su nueva amiga y la miró con una sonrisa cómplice. 

Cinco minutos después, Noemí se sentó en la mesa con el resto del jurado, dos personas que también serían profesores de Operación Triunfo. 

- Os iremos llamando de uno en uno, cantaréis la canción entera con Manu al piano. - Les informó mientras Manu Guix se estaba sentando ya al piano - De nuevo, desearos mucha suerte a todos. Y empezamos con el 1039, Lydia. 

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