Fantasmas

IX.- El Heraldo de la Vida y la Muerte

Stiles despertó gracias a unas suaves caricias casi imperceptibles, al abrir los ojos se encontró con un hombre de cabello castaño oscuro de ojos verdes bastante brillantes.

— ¿Quién eres? — le preguntó en un susurró. No sentía que ese hombre fuera una amenaza, más bien parecía como si fuera un recuerdo lejanos, un amigo, un familia, una parte de él.

— Soy el Nemeton, pero puedes llamarme Tony. Digamos que te conozco de toda la vida.

El castaño se sentó y ahí es donde se dio cuenta de que estaba sobre el tocón y miró al hombre frente a él.

— ¿Un gusto? Esto es bastante extraño, pero puedo imaginarme que hay una buena razón por la que estoy aquí.

Tony se sentó a su lado.

— Ya es momento de revelarte quien eres en realidad.

— ¿Quién soy? Me imagino que no soy igual a mi madre, siempre fui diferente.

— Eres el heraldo de la vida y la muerte, eres como mi hijo, por decir así. Naciste para proteger la vida y la muerte, pero no tienes que dedicarte a esto, después de todo eres un ser humano que tiene derecho a hacer lo que quiere.

— Pensé que ibas a ser algo diferente.

— Yo también fui humano.

Stiles lo miró con sorpresa.

— ¿A qué te refieres a que fuiste humano?

— Hace siglos yo era un simple humano, era el príncipe del antiguo y primer reino de Beacon Hills, en aquellos tiempos los reyes eran absolutos, el mundo era blanco y negro y mi padre tenía todo el poder. Mi padre era el rey Nicolás, un hombre lobo que solo quería la paz entre humanos y sobrenaturales en su reino. — suspiró con tristeza — La mayoría de los otros reinos no estaban de acuerdo, ellos quería cazar a las personas como nosotros así que acudieron a mi: el príncipe heredero "humano".

— ¿No eras tan humano?

— Nop. Yo fui el primer heraldo, pero como no podía mostrar mis habilidades con completa libertad los humanos creían que era como ellos así que trataron de convencerme de asesinar a mi propio padre para comenzar una cacería como en la antigüedad donde se cazaba a las brujas, un siglo antes que nosotros, pero eso se detuvo por una razón. — negó con la cabeza — Eso no les gusto nada a los demás reyes y reinas así que comenzó al guerra: humanos contra sobrenaturales. — miró al cielo con nostalgia — Toda esa guerra terminó con los sobrenaturales ganando, pero para ese entonces mi padre había sido asesinado por mi hermanito al ser controlado por una bruja, eso me dejó a mi al poder. Yo cuide de mis hermanos y me convertí en un rey, me case y tuve a mis hijos pero se enteraron de mi poder y me asesinaron. Así es como me convertí en el Nemeton para seguir protegiendo mi hogar. Eres el segundo heraldo que he conocido en este tiempo y debo decir que tu poder es mucho más gran de lo que imaginé.

Stiles estaba impactado, no podía creer que después de todo lo que hizo Tony terminó muriendo por ser quien era, por el poder que poseía. Él se veía como alguien que siempre ha ayudado a los demás. También renunció a la oportunidad de ver de nuevo a sus seres amados. Apenas estaba conociéndolo pero ya se sentía tan cercano a él, como un hermano mayor, una parte de su familia que siempre había estado a su lado sin que él se diera cuenta.

— Lamento todo lo que sucedió, te quedaste para protegernos a todos, ¿no?

— Si, es parte de mi trabajo y no podía irme de manera tan sencilla.

— Entonces ahora vas a ayudarme con todo lo que tengo que saber acerca de todo esto del heraldo.

— Así es. Tus poderes son mucho más fuertes que los de otros, puedes hacer cosas impensables claro que algunas tienen sus limitaciones.

— ¿Qué es lo que puedo hacer?

Tony miró al frente donde los Hale miraban todo con preocupación.

— Puedes traer a la vida a los Hale. Tus poderes te permiten hacer eso, a las únicas personas que no puedes traer de regreso son tus parientes consanguíneos.

— Oh. — negó con la cabeza y luego sonrió con emoción — ¿Qué tengo que hacer? La verdad el amargado me agrada bastante y Cora es muy linda, ni decir de Peter me ha ayudado mucho desde que llegué.

— El amargado como lo llamas. — rio levemente — Él es tu compañero de vida, es la reencarnación del mío.

Stiles lo vio con sorpresa y con emoción, al fin podía entender porque su corazón se aceleraba como loco al ver al lobo y cuando sonreía incluso de la manera más imperceptible lo volvía loco, y cada vez que podía quería estar cerca de él. Claro que jamás obligaría a Derek ser su pareja, pero quería intentarlo y no aprovecharse de este lazo que ahora compartían y del que él era consciente.

— ¿Cómo empezamos?

Tony sonrió con diversión, ese chico iba a llegar lejos.