Fantasmas

XIX.- Aliados

Stiles suspiró por décima vez en el día, se encontraban en Canadá y los lobos no paraban de discutir desde el avión, a veces no entendía si esos hermanos se llevaban bien o mal, o quizás solo disfrutaban discutir por diversión. Él tenía paciencia, pero estaba cansado del viaje y todavía tenía que reunirse con los aliado de Takehiko esa noche.

— Ya hiciste que nuestro castañito se enojara. — le reclamó Daniela a su hermano mientras lo empujaba.

— Aja. Tú eres la molesta aquí.

— Chicos, los quiero pero estoy cansado y todavía no podemos ir a dormir. Quiero comer y quiero que no discutan por un segundo. — les dijo Stiles buscando una buena cafetería.

— Perdón. — se disculparon ambos como cachorros.

Stiles sonrió y acarició el cabello de los otros dos con cariño.

Me agradan los mellizos, pero gracias por parar sus peleas. Me estaban desesperando.

Stiles rio levemente.

Una vez en la cafetería se dedicaron a charlar de cosas sin importancia por un rato. Stiles miraba algunos mensajes en su celular, hablaba con Derek y con Joel, era con los que más hablaba desde que el avión aterrizó, a ellos era los que más iba a extrañar ahora que estaba lejos.

— Entonces... Derek y tu ahora son novios. — comentó Javier de manera tranquila, el castaño no les había dicho nada, pero era bastante obvio que Stiles no se iría del pueblo dejando de esa manera la relación que había construido con el Alfa.

— Así es. Aunque también es una promesa, su primo suele ser bastante sensible y no quería que creyera que lo estaba abandonando.

— Pero ya habías prometido ayudarle a Takehiko. — completo Daniela.

— Exacto, Take también ha estado sufriendo por muchos años y él me ayudó cuando pudo simplemente ignorarme o tomar el control de mi cuerpo. Él es una buena persona y merece estar con los que ama y poder arreglar los errores del pasado. Tenía que hacerlo, pero también tengo un compromiso en casa.

— Eres demasiado bueno, Sti. — le dijo Javier mientras su hermana asentía.

— Haces demasiadas cosas por los demás y poca veces piensas primero en ti. A veces creo que es una de las mejores cualidades que tienes, pero al mismo tiempo me frustra un poco porque mereces pensar en ti y hacer las cosas para ti.

— Así estoy bien, soy feliz haciendo las cosas de esta manera y no me molesta.

Los mellizos suspiraron, Stiles era demasiado amable con los demás.

*

— Entonces son kitsunes, ¿verdad? — le preguntó Javier mientras terminaba de vestirse. Se iban a reunir con los aliado de Takehiko en un pequeño restaurante en unos minutos.

— Así es, Take me dijo que cuando los tuviéramos cerca nos daríamos cuenta de quienes son. Afortunadamente ellos podrán hablar con Tale a pesar de que este en mi cuerpo y ya con ellos nos pondremos de acuerdo para regresar el alma de Take a su cuerpo. — les explicó Stiles mientras se peinaba.

— Me sorprende su poder, digo, han mantenido el cuerpo de Takehiko por más de un siglo.

— Los kitsunes son seres celestiales, prácticamente dioses así que su poderes van mucho más allá de todo lo que podemos imaginar, pero también tengo entendido que tienen limitaciones. Ellos también pueden morir, pero hay cosas peores como el castigo de Take. Él fue engañado y desterrado de sus propias tierras y obligado a separar su alma de su cuerpo. La oscuridad lo dominó por un tiempo y ni siquiera pudo controlar lo que hacia logrando que los catalogaran como un nogitsune. Creo que es mejor ser mortal y disfrutar de la vida, creo que la muerte es lo que le da sentido a todo. — les dijo Stiles recordando todo lo que había aprendido de Tony y lo que él mismo había aprendido al hablar con tantos fantasmas en su vida.