Stiles suspiró mientras caminaba fuera del bosque, los Hale le habían contado que la manada estaba como loca buscándolo, al parecer después de caer inconsciente desapareció unas horas después y desde ahí han pasado dos semanas. No entendía porque no lo habían encontrado o eso fue hasta que Tony le dijo que estaban ocultos gracias a su poder y que por el momento no podían interrumpirlos en su entrenamiento. Ahora ya no había nada que lo detuviera y antes de poder seguir con Tony tenía que ir con los demás para calmarlos.
— Eres diabólico, castañito. Todos están como locos y tu sales caminando de lo más campante. — le dijo Laura mientras flotaba arriba de él.
— En mi defensa no sabía todo lo que estaba pasando, incluso pensé que seguía perdido en el mundo de mis sueños hasta que los vi.
— Déjalo, pequeña fiera. Mitch solo quiere ayudarnos y darnos algo increíble. — le dijo Jaime, su padre.
— Solo quiero poder abrazar a Misha. — dijo un pequeño siete años castaño de ojos verdes, Sergio.
Stiles solo podía sonreír ante las discusiones de la manada, desde los más pequeños emocionados por poder jugar con más personas que su familia hasta los más grandes que se habían quedado. De todos los miembros de la manada Hale solo habían quedado treinta y cuatro, muchos habían decidido dar el siguiente paso y los que se habían quedado eran los más unidos a los que sobrevivieron.
— ¿Estás emocionado? — le preguntó Stiles a un chico castaño de ojos azules de quince años, Joel, el hijo de Peter.
— Algo. Bueno si, ahora mi hermanita es dos años mayor que yo y todo ha cambiado, no sé cómo reaccionar aunque quiero abrazarlos.
— Tranquilo, entiendo todos tus sentimientos. Siempre puedes venir conmigo cuando te sientas presionado.
— Gracias.
Joel amaba a Stiles desde el momento que lo conoció y lo consideraba un hermano mayor atento y cariñoso, no solo por el hecho de que sea el hijo del compañero de su padre sino que había tenido la paciencia y el cariño para conocer a cada uno de los miembros de la manada que seguía ahí. Mieczyslaw era la persona más cariñosa y dedicada que había conocido. Él les iba a devolver que los Argent les habían quitado ya hace tantos años y no podían ni tenían como agradecérselo.
— La manada esta cerca, no han descansado. Están en el bosque. — le dijo Thalia de manera suave y tranquila. Podía ver como el castaño había llegado tan profundo en la nueva manada Hale y eso la hacia sentir feliz, ese pequeño era la adoración de su antigua amigo y de la mujer que acaba de conocer, claro que Noah le había contado de la maravillosa mujer que había conocido pero nunca la vio o conoció, se fueron antes de que pudiera presentarla.
Stiles sonrió en agradecimiento y siguió caminando con las manos en sus bolsillos delanteros. Empezó a escuchar respiraciones y pasos hasta que se detuvieron frente a él, ahí fue cuando alzó la vista.
Derek lo miraba impresionado, sentía que su lobo por fin se calmaba al ver al castaño frente a él, estaba bien, parecía bien. Estiró su mano y lo tocó, ahí estaba.
Stiles se sorprendió ante el suave toque de Derek en su mejilla, era suave y tierno.
— Aquí estoy. Gracias por buscarme, Derek. — se acercó al lobo de manera lenta mientras sacaba sus manos de sus bolsillos.
Derek se permitió abrazar al castaño con fuerza, lo sostuvo lo más cerca que podía y memorizó su olor, el sonido de su corazón y su respiración.
— Pensé... No sé que pensé.
— Esta bien. Estoy bien y estoy en casa.
Los demás no tardaron en llegar y suspiraron al ver al castaño bien, sin ningún rasguño.
Noah y Deucalion pudieron descansar, miles de escenarios pasaron por sus cabezas y lo que más les aterraba era el hecho de que no habían podido arreglar las cosas con el menor.
Derek se separó del humano.
— ¿Qué sucedió? — le preguntó Camden mientras se aseguraba de que el menor no tuviera ni un rasguño.
— ¿Qué estuviste haciendo todo este tiempo? — le preguntó esta vez Jordan mientras acariciaba su cabello.
— Resulta que desperté mis poderes y el Nemeton, que es un hombre muy amable que se llama Tony me habló acerca de su pasado como el primer heraldo y de todo lo que conlleva el poder que tengo. Oh, también me enseñó, él es mi maestro y protector.
— Es demasiada información, cachorro. Creo que ahora lo que necesitamos es una noche de manada donde todos estemos juntos y podamos descansar. — le dijo Peter con suavidad, solo quería descansar, toda la preocupación y adrenalina parecía irse de su cuerpo.
— Siento mucho haberlos preocupado. No tenía la menor de cuanto tiempo había pasado, la verdad pensé que estaba soñando y que solo había entrado en coma o algo así. Laura fue la que me dijo todo lo que sucedía.
— Otra cosa que debemos de agradecerle a nuestra hermana. — dijo Cora con felicidad, de verdad amaba que el castaño fuera tan normal con las cosas que hacía su familia a pesar de ya no estar aquí.
— Es verdad, Lau siempre fue bastante oportuna.
— Vamos a casa. — dijo Peter moviendo a los adolescentes.
Stiles sonrió levemente y tomó la mano del lobo, sabía que lo necesitaba y tal vez se estaba aprovechando un poco del lazo que tenían, que el lobo probablemente no sabía.
— Deberías hablar con tu papá y con tu tío. Ellos también estaban preocupados y entiendo que no te sientas bien con todo lo que esta sucediendo, pero creo que tal vez deberías limar las asperezas. — le dijo Carlos un pelirrojo de ojos avellana de veintiún años.
— No estoy listo, sé que debería hablar con ellos, pero no puedo es como si me congelara. Además, me conozco, sé que diría cosas de las que puedo arrepentirme. No soy una gran persona cuando estoy enojado y me siento herido. No es algo de lo que debo de estar orgulloso, lo sé, pero me cuesta trabajo cambiarlo. — susurró Stiles, aunque sonrió al ver como Derek lo miraba y luego asentía.
— Deja al cachorro, es un buen chico. Todos estaríamos molestos en su posición. — dijo Darío, rubio de ojos grises de veinticuatro años.
Stiles solo sonrió con diversión. No podía esperar por lograr lo que quería.
*
Derek despertó confundido, algo en su pecho se sentía cálido. Era como un lazo reconstruido.
Al salir de su habitación se encontró a su hermana y su tío, los dos parecían sentir lo mismo.
— ¿Qué esta pasando? — preguntó Peter curioso, hace años que no se sentía así.
— Solo les tengo un regalito. — miraron al castaño que sonreír, él estaba frente a un grupo de personas.
— ¿Nos extrañaron? — preguntó Laura con diversión.
— Hola cachorro, Pet.
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Fantasmas
FanfictionMieczyslaw Stilinski tiene un secreto que solo su padre sabe, desde que era niño podía ver fantasmas, espíritus que aun no habían podido cruzar al otro lado y su trabajo es ayudarlos o eso es lo que siempre ha creído. Los Stilinski se mudan a Beaco...