Fantasmas

XVII.- Julia

Stiles miró frente a él a un chico azabache de ojos carmesí, su piel era extremadamente blanca pero se veía tersa y hermosa. Parecía tener unos diecinueve años.

— Así que así es como en realidad te ves, eres bastante atractivo. — le dijo Stiles con diversión.

— Tu lobo se pondrá celoso. — rio levemente — Así es mi cuerpo, en mi proyección mental te puedo enseñar lo que sea. Ahora podrás usar parte de mis poderes, yo te guiaré y cuando nos enfrentemos a la darach tendremos que asesinarla.

— Lo sé. — frente a ellos apreció la imagen de una dulce mujer castaña de ojos almendra — Así era ella, Julia. Mi adorada y tierna tía, siempre estaba dispuesta ayudarme y fue la primera en creerme cuando le conté lo que podía hacer. — sonrió con cariño — Tal vez ella como druida podía ver más cosas. — apareció otra imagen de Kali abrazándolo con fuerza — Ella desapareció un día y me dijeron que había muerto. Nunca pregunte nada más, pero tampoco pude verla. — le explicó Stiles desapareciendo las imágenes.

— Sabías que no estaba muerta.

— Lo suponía, porque sé que ella hubiera venido a mí si hubiera muerto.

— Creo que es hora de que hables con tu padre y con tu tío. — suspiró mientras todo a su alrededor se convertía en una especie de sala de estar. El kitsune se sentó sobre un sofá. — Niño, tómalo de alguien que perdió a su familia hace siglos, me hubiera gustado tanto decirles muchas cosas a mis padres, pero lo último que hable con ellos fue más una discusión. Puedes sentirte herido, pero no vale la pena dejar de hablarles por tanto tiempo.

Stiles bufó y luego suspiró.

— Ojala fuera tan sencillo. De verdad quiero arreglar las cosas pero luego siento demasiada ira dentro de mí, como si algo fuera a explotar. — suspiró y se sentó al lado del zorro — Es complicado, amo a papá y a mi tío y se que han hecho hasta lo imposible por mi y porque sea feliz, pero eso no quita que me sienta traicionado.

— Puedes hablar con ellos y poco a poco perdonarlos, puedes quedarte con los Hale y jamás regresar con ellos. Así son las cosas niño, no huyas porque siempre es peor.

— ¿No es lo que tu hiciste?

— Nop. A mi me obligaron a irme, pero ahora es mejor arreglar las cosas porque después de que Julia muera tu y yo nos iremos lejos de aquí.

— ¿Puedo llevar a alguien?

— ¿Confías en esas personas?

— Con mi vida.

Takehiko asintió.

— Entonces puedes traer a los gemelos.

Stiles sonrió.

*

Deucalion y Noah se encontraban preparándose para enfrentarse a Julia, ellos estaban junto a la manada del primero fuera de la mansión Hale. Habían hablado con Derek y Thalia y se habían unido.

Stiles se acercó a ellos. Todos los sobrenaturales pudieron sentir el ligero cambio en el aroma del chico, pero los Hale lo aceptaron.

— Stiles. — dijo Noah esperanzado.

Derek fue el primero en acercarse al castaño y lo abrazo con cariño.

— ¿Estás bien?

— Sip. Tengo que hablar con ustedes de nuestro aliado, pero primero tengo que hablar con papá y mi tío.

— ¿Seguro?

— Sí.

Derek suspiró y asintió dejando un beso en la frente del chico.

Javier y Daniela se acercaron al castaño y se colocaron a su lado mientras caminaba hacia sus parientes. Derek frunció el ceño ante eso, pero no dijo nada.

— Hola, niño. — lo saludó Noah nervioso.

Deucalion no estaba mejor, él solo quería abrazar a su sobrino y rogarle por su perdón.

— Hola, ha pasado tiempo.

Trataron de acercarse al castaño, pero fueron recibidos por los gruñidos de los gemelos.

— Tranquilos, estoy bien. — sonrió levemente y se sentó cerca de los mayores — La verdad no sé que decir. Creo que he dejado claro lo mucho que me lastimaron al ocultarme la verdad, estoy enojado y bastante furioso, pero también los amo y un buen amigo me dijo que podía seguir sintiéndome herido aunque los perdonara, que eso me ayudaría y que no necesariamente tenía que regresar a como eran las cosas antes. Me gustaría que se ganaran mi confianza de nuevo. Ya he perdido a suficientes personas como para perder a más.

— Ay niño. — se sentó al lado de su hijo — Debí decírtelo y tal vez fue mi deseo egoísta lo que nos arrastró a esto, pero solo quería mantenerte a salvo. Eres todo lo que tengo y aunque no haya tomado las mejores decisiones y no las justifiquen siempre he querido lo mejor para ti. Eres mi niño, mi pequeño y si te pierdo mi vida acabaría en ese momento. Te amo, mi pequeña travesura y de verdad lamento haberte hecho daño. — le dijo Noah con pequeñas lágrimas corriendo por sus mejillas.

Stiles no pudo evitar abrazar a su padre con fuerza.

— Te perdonó, papá. Aún me duele, pero ya no me quiero sentir así.

— Haré todo para recuperar tu confianza.

— Cachorro. — le menor miró a su tío — Yo pudo haberlo hecho mejor, yo mejor que nadie sabe lo que es ser diferente, lo que no es encajar en este mundo. Y a pesar de todo eso también pensé que no decirte te mantendría a salvo. No quería perderte, porque tú me has salvado de la locura más veces de las que podrías imaginarte, gracias a ti no he caído en las garras del animal. Eres mi ancla, cachorro. Debí hacer las cosas diferente y debí de haberme esforzado un poco más y pensar en como te sentirías. Te amo, cachorro.

Stiles abrazó al lobo y el Alfa supo exactamente lo que el chico quería decir. No había necesidad de repetir las cosas. Ahora solo quedaba ganarse la confianza del chico una vez más.

— ¿Qué es lo que en realidad pasó con mi tía Julia? — preguntó Stiles viendo a sus tíos y a su padre.

— Ella...

— Ella estaba embarazada y tuvimos a un pequeño cachorro pero lo asesinaron poco tiempo después de nacer. — todos miraron a la mujer — Julia no pudo con la perdida y busco magia oscura, ella quería traer de regreso al niño lo que la llevó a convertirse en un Darach. — las lágrimas comenzaron a correr por su rostro — No podíamos permitir eso así que la asesiné o eso pensé. — explicó Kali con tristeza. Ella no solo había perdido a su cachorro sino que también al amor de su vida.

— No es tu culpa, ella eligió ese camino. — suspiró mientras abrazaba a su tía — Tengo que matarla o seguirá asesinando a personas inocentes y dividirá este mundo. No puedo permitir eso. ¿Me dejarás hacerlo?

— Te ayudaré a hacerlo.

— Tengo eso controlado, tengo un pequeño aliado.

Pequeño tus...

— Take.

Todos miraron al castaño con confusión.

Stiles se dedicó a explicarles a las dos manadas de su nuevo aliado, claro que no reveló las cosas íntimas que el zorro les había dicho, tampoco les dijo acerca de su partida después de eso. Todas esas cosas quedaron a un lado y solo les explicó lo necesario para que entendiera lo que pasaría ahora con sus nuevas habilidades.

— Bien... Entonces vayamos por esa Darach. — dijo Javier dejando sus ojos brillar.

Me agrada el chico.

Stiles sonrió.