Finalmente Loki ha logrado lo que tanto anhelaba, ser el Rey de Asgard, sin embargo no de la manera que lo deseaba. Bajo la forma del Padre de Todos se ha visto en la necesidad de ser alguien que no es. Ante todos sus súbditos es el monarca perfect...
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La escena era totalmente graciosa. El Dios de los engaños había sido engañado, y vaya de qué manera. Mientras Loki hacia el amago de tener a alguien entre sus brazos y movía los labios de manera como si besara a alguien y la lengua fuera de su boca se moviera como si de una lucha contra otra lengua se tratara... A varios metros de distancia Wanda observaba la escena sin poder evitar reírse, por su lado Pietro, dueño de un notable mal carácter, la jaló de un brazo y con voz ronca, debido a que lo que veía no le causaba gracia, le habló.
—Deja de jugar con su mente de una vez por todas y larguémonos de este lugar. Necesitamos alejarnos de todo este caos.
—Calma hermano. Necesito saber hasta dónde puede llegar a ser vulnerable y si mi habilidad le afecta realmente.
Wanda había hecho que Loki entrara en una ilusión desde el primer momento en que entraron en la cueva. Ella deseaba saber hasta donde era capaz de llegar el poder de ese supuesto mago alienígena y al parecer era bastante susceptible con respecto a asuntos que estuvieran ligados a los sentimientos, o tal vez simplemente era un mujeriego empedernido.
—Basta, Wanda. No perdamos más tiempo.
A regañadientes, la menor de los Maximoff agitó su mano derecha haciendo que la ilusión se rompiera.
Loki, que se encontraba con los ojos cerrados y haciendo un gesto con su boca como si besara a alguien y movía los brazos como si tuviera a alguien entre ellos. Reaccionó y al darse cuenta de lo que sucedía, sintió como la furia recorría su cuerpo. Miró a su alrededor, no había precipicio y no había Wanda, solo un par de gemelos a unos cuantos metros de distancia. La mujer reía a carcajadas y el hombre lo miraba sin emoción alguna.
—¡Bruja! —farfulló Loki lanzando una mirada asesina a Wanda—. ¿Qué diablos le has hecho a mi mente? —continuó hablando el asgardiano a la vez que se llevaba las manos hacia las sienes, las cuales comenzaban a palpitarle de dolor.
—Se llama ilusión. Es algo con lo cual deberías estar familiarizado.
Loki miraba horrorizado a la mujer «Pero ¿Qué diablos ha sido...» No pudo ni siquiera terminar de formular la pregunta en su pensamiento. Caminó de prisa hacia ella y desafiante, aunque aún atónito...
—Sé exactamente lo que es. Soy el Dios del Engaño. Las ilusiones son mi especialidad —en cada palabra iba aumentando el tono de voz de Dios mago.
—Y por lo visto, tienes una especial habilidad para caer en ellas —Pietro se unió a la discusión y con sorna le hablaba a Loki, quien se giró bruscamente hacia el sujeto de cabello cenizo con la intención de golpearlo pero este se movió a una velocidad imperceptible.
—Era una prueba —se movió rápidamente Wanda, colocándose frente a Loki—. Tu punto débil es el arrebato. Te dejas llevar fácilmente. Por eso fallaste la última vez que viniste a la tierra —puntualizó Wanda con total serenidad.
