Capítulo 15 - Ternura y Pasión

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Dos corazones latían acelerados

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Dos corazones latían acelerados. El de Wanda por el miedo que le daba conocer lo desconocido. El de Loki por las extrañas sensaciones que le hacía sentir la bella mujer que lo miraba fijamente.

Un recuerdo golpeó a Loki con fuerza.

—¿Algún día, alguien me querrá tanto como quieres a padre? —un jovencito de cabello ébano y nívea piel le preguntó a su madre.

—Si —contestó la reina de Asgard sin dudar—. Llegará el día en que veas reflejada tu alma en los ojos de una persona especial.

—¿Y cómo sabré que esa persona especial llegó? ¿Recibiré alguna especie de señal? —preguntó ingenuamente el niño.

Frigga negó con la cabeza y se sentó al lado del pequeño Loki.

—No mi cielo. Simplemente lo sabrás —la madre acarició la mejilla de su hijo.

—No lo sé —Loki frunció un poco su entrecejo—. Eso suena muy complicado. Fandral dice que enamorarse es para tontos —infló su pecho— Yo nunca me enamoraré, madre —dijo con suficiencia.

—Yo siendo tú, no seguiría consejos del chico más enamoradizo del reino —con su cabeza señaló al rubio jovencito que estaba rodeado de varias niñas. A cada una le entregaba un rosa de distinto color.

—¿Cómo te diste cuenta que padre era esa persona especial? —la curiosidad volvió a la voz de Loki.

—Me di cuenta porque en todo lo que planeaba, siempre estaba él. No contemplaba un futuro sin Odín, tu padre.

El joven príncipe de Asgard hizo una mueca con su boca. Frigga soltó una sonora carcajada.

—Si me enamoro de alguien y esa persona no siente lo mismo ¿Puedo usar un hechizo para obligarla a que me quiera?

—No. Nunca hagas eso. Quien esté a tu lado, debe hacerlo porque de verdad quiere estarlo —el tono de voz era fraternal.

Los ojos verdes del chiquillo se posaron sobre una chica de cabellos negros. Sin poder evitarlo dejó escapar un suspiro. La madre siguió la mirada de su hijo y se dio cuenta que era la hermanita pequeña de Heimdall, el guardián de los nueve reinos.

—¿Es acaso brillo en tus ojos lo que veo cuando ves a Sif? —Frigga soltó la pregunta con picardía, tratando de sonar cómplice.

Loki sacudió fuertemente su cabeza.

—¿De qué hablas mamá? —el niño se puso a la defensiva.

—La observas de una manera especial ¿Te habías dado cuenta?

—La miro con lastima. La muy tonta está enamorada de mi hermano y él a duras penas sabe atarse los zapatos. El muy tonto no se da cuenta de nada —el príncipe soltó las palabras con arrogancia.

® Mágica Maldad Vol. 1 © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora