Loki y Wanda se abrazaban con ternura, sintiendo como la paz del lugar inundaba sus corazones. Ella se recostó en el tonificado pecho del hombre que la acunaba entre sus brazos y sin poder evitarlo continuó tarareando esa dulce melodía. Se sentía segura allí con los brazos de Loki, rodeándola. El Dios del engaño cerró los ojos y se dejó llevar por la hermosa sinfonía que salía de Wanda.
—¿De qué va eso? —indagó Loki sin poder dejar de sonreír.
Wanda se separó un poco para poder verlo a los ojos. Loki bajó su mirada para hundirse en ese par de ojos mágicos.
—¿A qué te refieres? —preguntó ella frunciendo levemente el ceño. Loki pasó su dedo pulgar sobre la frente de ella para borrar la leve arruga que se formaba.
—La canción que cantas —aclaró él.
—¡Oh! Eso —Wanda se soltó del agarre de su compañero y comenzó a caminar rodeando la fuente—. Es una vieja nana que nos cantaba mi madre a Pietro y a mí cuando éramos pequeños.
—Bastante triste —comentó el moreno.
—Sí. Lo es, pero en ese entonces éramos tan pequeños que no entendíamos siquiera que significaba. Nos parecía lo más hermoso del mundo con tan solo escuchar su voz —los ojos de Wanda se empañaron.
—¿Cómo murió? —se arriesgó a preguntar él.
La mirada llorosa de Wanda se perdió en el horizonte mientras los recuerdos venían a ella.
—De prisa mis ángeles, se hace tarde —la dulce voz de una mujer se oyó.
Dos pequeñines casi idénticos bajaron a trompicones por las escaleras, ambos vestidos de verde con blanco. La niña llevaba una falda y el niño llevaba pantalón. Los dos se subieron como pudieron en sus respectivas sillas. Al divisar lo que había en la mesa sonrieron ampliamente.
—Tortitas —dijeron al unísono para luego carcajearse
—Sí y deben comerse todo, para que crezcan grandes y fuertes.
La mujer rubia de ojos grises miró a sus dos hijo, les recordaba tanto a su amado Erick que no pudo evitar sentir algo de nostalgia.
Una estruendosa explosión proveniente de la sala, se oyó y en cuestión de segundos una nube de humo, polvo y cenizas los abrazó a los tres haciendo que sus ojos se empañaron y la respiración se les dificultara. La madre por instinto tomó a sus hijos y los arrastró escaleras arriba. Atravesó un largo pasillo hasta llegar a una habitación donde accionó un botón en la pared. Una pequeña compuerta se abrió.
—Entren mis amores —indicó la mujer.
—Mamá —la pequeña niña lloraba, estaba muy asustada.
—Entra mami —dijo el niño con los ojos llorosos. La mujer observó el pequeño agujero. No cabía.
Ella había huido de América después de descubrir que el hombre con el que se había casado había resultado ser un "mutante". Una clase de persona despreciada por la humanidad. Magda se había residenciado en Kurgán un pequeño poblado de Volgogrado en Rusia y a los siete meses había dado a luz a un par de gemelos que había decidido nombrar Wanda y Pietro. Temiendo que alguno de ellos o ambos hubiesen heredado las características de su padre había decidido construir esa habitación para protegerse a sí misma. Sin saber que con el tiempo las tierras de Volgogrado estarían bajo constantes amenazas de guerra. Así que, con el tiempo había provisto el lugar de comida, agua, medicamentos y todo lo necesario para sobrevivir en caso de un ataque.
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® Mágica Maldad Vol. 1 © COMPLETA
FanfictionFinalmente Loki ha logrado lo que tanto anhelaba, ser el Rey de Asgard, sin embargo no de la manera que lo deseaba. Bajo la forma del Padre de Todos se ha visto en la necesidad de ser alguien que no es. Ante todos sus súbditos es el monarca perfect...