wonderwall | MICHAENG

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— Chaeyoung, paso por ti en cinco minutos y más vale que estés lista... Hablo en serio.

— ¡No me retes! — se quejó por teléfono.

— ¡Si te reto! No quiero llegar tarde, esto es muy importante.

— ¡Ya! parece que estás más emocionada que yo, que soy la artista...

— ¡Es que estoy muy orgullosa de ti, bebé! — Chaeyoung sonrió — Te dejo, voy conduciendo. Por favor, no te demores — dijo un poco más seria — Te quiero Chaeng, nos vemos.

— Yo también te quiero.

Diez minutos después iban rumbo al museo. Se habían contactado con la pelinegra para que creara cinco cuadros. Cinco cuadros que serían expuestos en la Sala Vip de la galería de artes.

Las últimas tres semanas fueron muy intensas debido a que se dedicó completamente a terminar los cuadros a tiempo.

Pero no podía quejarse. Desde que salió de la universidad le había ido muy bien y ésta oportunidad era increíble para que más personas conocieran su trabajo.

— ¿Cómo te sientes?

Faltaban dos cuadras para llegar, Chaeyoung estaba ansiosa.

— Estoy nerviosa. Y creo que llegamos muy temprano, Jihyo. Falta media hora para que llegue Somi por los cuadros.

— Siempre hay que ser puntual, Chaengie. Mejor nunca que tarde.

— ¿No es al revés?

— La puntualidad lo es todo en la vida. Habla muy bien de ti. — continuó.

— ¿Ah, si? Pues ojalá lo hubieses puesto en práctica el jueves cuando estaba en la cárcel.— dijo con rencor.

— ¡Ya, Chaeyoung! Hay que dejar el pasado atrás. Si no sueltas el pasado, ¿con qué manos agarras el futuro?

Chaeyoung se rió.

— Vamos, quiero pasar por un café. Y dejar de escuchar frases motivacionales que no motivan a nadie.

— ¡Me motivan a mi!

El evento había sido un éxito. Chaeyoung estaba feliz por los nuevos contactos que hizo y las maravillosas criticas que recibió por sus cuadros.

Las cinco obras fueron vendidas y a la pelinegra le sorprendió ver el monto de sus comisiones. Era más de lo esperado.

— ¡Felicidades Chaeyoung! — abrazó a la rubia que había hecho esto posible.

— Somi, ¡te debo una grande! No sabes lo mucho que significa esto para mi.

— No podía dejar pasar a una gran artista como tú. El museo quedó encantado con tus obras y quiere seguir en contacto contigo para proyectos futuros.

Chaeyoung se sonrojó por el halago. Siempre lo hacía cuando hablaban de sus obras.

Conversaron un rato más hasta que a la coreana se le hizo tarde y tuvo que despedirse de su nueva conocida.

— ¿Dónde vamos a celebrar? — preguntó Jihyo mientras aseguraba su cinturón. — Podemos decirle a Nayeon y Momo que pidan algo para comer o ir a ese restaurante que tanto te gusta.

— No puedo — respondió haciendo una mueca triste— tengo que ir a la casa de mis papás, les prometí que iría apenas me desocupara de esto... Ya sabes como son, no quiero hacerlos esperar.

— ¡Pero es martes! — se quejó — Martes de chicas.

— Lo sé pero sólo será esta vez. El lindo tigrito no puede dividirse. — dijo mientras le apretaba una de sus mejillas.